¡Hola! ¡Feliz sabadito! Al fin estoy liberada de todo el asunto con la escuela de mi hijo, así que les dejo este capítulo hoy para compensar. Ya sé que es triste... no me odien, era de esperarse este desenlace. Si quieren enojarse, agárrenle odio a las viejas que provocaron esto (la esposa y las hijas). ¿Qué opinan? ¿Alguna se ofrece para apapachar a nuestro papi Owen? No olviden dejarme sus comentarios, amo leerlas. Les mando un abrazo <3
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Todo desde la llamada de Justin ha sido como un borrón. Dos días completos en los que las horas parecen un solo instante. El tiempo perdió sentido y una fría sensación recorrió mis venas, apoderándose de mí. Creo que Flavia intentó hablar conmigo en varias ocasiones, aunque apenas puedo recordar sus palabras. Me refugié en el silencio y en intentar procesar lo que sentía: dolor, ira, resignación, y también un vacío que no puedo describir.Después de eso, apenas puedo recordar cómo llegué aquí, parado frente a la iglesia abarrotada de extraños y conocidos, todos reunidos para despedir a Gavin Barnes, mi padre. Hoy es su funeral, y las emociones me golpean como un mazo mientras caminamos hacia la capilla. El aire helado corta la piel y las aceras, resbaladizas por la nieve, son un reflejo perfecto de mi estado mental. Flavia está aferrada a mi brazo, dándome su apoyo constante e incondicional, aunque su rostro refleja la misma tristeza que siento yo.Al entrar, veo a Justin
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗El despacho de Justin Turner es más imponente de lo que recordaba. No es solo el tamaño o la decoración minimalista; es la sensación de poder que emana de cada detalle. Podría ser intimidante, pero después de lo que he pasado en las últimas semanas, no hay mucho que pueda impresionarme.Justin me recibe con un apretón de manos firme y un saludo neutral, profesional. El abogado sabe que esto no es un encuentro cualquiera y yo también, así que no me interesa hacerle perder el tiempo, y voy directo al grano.—Supongo que esto tiene que ver con lo que mi padre mencionó sobre ZeroRisk.Él asiente y me invita a sentarme frente a su escritorio. Es metódico y no se anda con rodeos, lo cual agradezco. Mientras me explica los términos legales, todo se siente surrealista, ya que Gavin quiso que yo tuviera su porcentaje completo en la empresa para garantizar que, a partir de este momento, me convierta en el socio mayoritario. Firmo los documentos sin titubear, porque esto no se trata
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Apenas cruzamos las puertas del imponente edificio que alberga a Turner Legal Group, el aire frío de febrero golpea mi rostro, arrastra consigo el mal rato que acabo de pasar, y me da un respiro que alivia la tensión acumulada al saber que todo eso quedó atrás. La familia de Gavin puede retorcerse y reclamar todo lo que quiera, yo no tengo nada que probarles. Cerré el ciclo, y por primera vez en mucho tiempo, la idea de avanzar no me pesa.—Espero tu llamada, Owen. Sé que posiblemente aún no lo asimiles, pero tenemos mucho de qué hablar y una empresa que liderar —me recuerda Jeremías, con una sonrisa divertida—. Sin presiones, ¿eh? —añade, al levantar las manos en son de paz.—Dame un par de días para poner todo en orden en ZeroRisk y hablamos.—Cuídate, muchacho. —Me da unas palmadas en el hombro antes de dirigirse hacia un elegante auto negro, donde su chofer lo espera con la puerta abierta.Saco el teléfono del bolsillo mientras camino hacia el estacionamiento donde apa
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Aún no puedo dejar de pensar en todo lo que me contó Owen. Siempre he sabido que es un hombre fuerte e increíble, y saber que ha enfrentado con tanta seguridad a todo lo que ha pasado, me llena de orgullo. Descubrir que Gavin lo incluyó en la herencia pocas horas antes de morir, aceptar el apoyo de Justin y Jeremías, y manejar con firmeza a esas arpías venenosas... Cada una de sus acciones me confirma que es un hombre íntegro, fiel a sus valores y que me demuestra a diario que puedo confiar en él completamente. Además, no puedo negar que me encanta verlo tan decidido y resuelto; y que, aunque todo esto le pesa, no teme buscar refugio en mí cuando ya no puede más, y eso es algo que me desarma por completo.Estos últimos días comenzó a llegar más tarde de lo habitual, y, aunque el cansancio es evidente en sus ojos, no permite que eso interfiera con el cariño que me demuestra a diario. Cada noche, sin importar lo agotado que esté, encuentra el tiempo para consentirme, inclu
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Sigo sin procesar del todo lo que acaba de pasar, pero el brillo del anillo en mi dedo captura mi atención una y otra vez, trayéndome de vuelta al presente, mientras termino de arreglarme frente al espejo del baño.Me miro por unos segundos al terminar de ponerme máscara en las pestañas y me apoyo un momento en el lavabo, tras sentir a mis cachorros moverse. Coloco ambas manos sobre mi vientre y acaricio suavemente mientras me inclino un poco hacia adelante.—¿Qué opinan ustedes, cachorritos? —les pregunto a mis bebés, que están revoltosos al sentir mis emociones tan agitadas—. A mí también me cuesta creerlo todavía… —Suspiro, con una sonrisa—. Siempre he sido un alma libre, ¿saben? Aunque, mi anhelo más profundo, era tener algo de estabilidad, sentirme parte de algo o de alguien. Tal vez sea porque perdí a mis padres siendo una niña, o porque siempre he sentido que tenía que demostrar mi fortaleza... —Hago una pausa, al sentir nuevas pataditas desde el interior—. Sin e
¡Bienvenidos!No saben lo feliz que me siento, pues, "sin querer queriendo" estoy cumpliendo una de mis metas al crear esta tercera novela. Siempre quise hacer una saga y creo que voy por buen camino, jijiji :P"Atrévete a quererme" es la tercer entrega de la serie "Citas con el destino". Si aún no has leído las dos primeras, te aconsejo que vayas y las guardes en tu biblioteca si no quieres hacerte spoiler.La primera entrega de la serie es "Una esposa para el señor perfecto", donde conocerás a un enigmático Justin, quien, con la ayuda de su leal y eficaz asistente Sunmi, buscarán a la mejor candidata para cumplir las exigentes demandas para heredar el prestigioso bufete de su tío.La segunda novela de la serie es "No lo llames casualidad", donde el destino hará de las suyas cuando dos extraños en circunstancias extremas, acuerdan casarse por acuerdo en Las Vegas y así desafiar el destino que la familia de Maya, tenía pensado para ella.SINOPSIS:Cuando mi vida en Milán se volvió un
Atrévete a quererme es una novela escrita por Andrea Paz PS y registrada en SafeCreative bajo el código: 2405208038196. Se prohíbe cualquier copia parcial o total de la obra, ya que estará infringiendo los derechos de autor._________________________________˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Milán, Italia.Despierto aturdida y desorientada, sintiendo como un intenso olor a desinfectante inunda mis fosas nasales, provocándome náuseas y un revoltijo en el estómago. A lo lejos, escucho voces cuchicheando entre susurros, y cuando intento abrir los ojos, siento la vista borrosa. La claridad de las luces blancas del techo confirman mis sospechas: estoy en un hospital. Parpadeo repetidamente hasta que mi visión comienza a aclararse.—Hasta que despertaste, mi niña, por Dios… —exclama mi abuela, sentada a mi lado. Su rostro arrugado por la preocupación pero también por el alivio de verme despierta. Junto a ella está su amiga, Matilda, una presencia constante en mi vida desde que era niña.—Nonna, ¿qué pasó? —pr
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Milán, Italia.La enfermera acaba de salir de la habitación, llevándose con ella las muestras que tomó para los análisis adicionales. Había llegado justo antes de contestarle a mi abuela, por lo que el silencio que queda en su ausencia es pesado pero necesario. Es el momento de enfrentar la realidad, de procesar lo que ha pasado y de comenzar a entender lo que vendrá.Mi abuela y Matilda continúan a mi lado, sus rostros llenos de preocupación, pero también de una inquebrantable determinación. Tomo aire y me siento un poco más erguida en la cama, decidida a compartir mi historia, a aclarar las dudas que sé que están en sus mentes.—Bien, creo que es hora de ponerlas al día —digo, mi voz firme pero con un toque de vulnerabilidad que no puedo evitar. Mi nonna asiente, su mano aprieta la mía en señal de apoyo. Matilda se inclina hacia adelante, atenta—. Todo comenzó hace unos meses, después de perder mi trabajo en Éclat Couture. Fue un golpe duro, una verdadera decepción —c