Alexei se quedó boquiabierto al ver al pequeño bulto en los brazos de Viktor, no podía creer que su mejor amigo, su hermano del alma, hubiera guardado un secreto tan grande.—Viktor... ¿Eres padre? —preguntó, acercándose lentamente— ¿Por qué no me lo dijiste?Viktor levantó la mirada, sus ojos azules brillaban con una mezcla de felicidad y temor, sabía que este momento llegaría, pero no esperaba que fuera tan pronto.—Alexei, amigo, yo... sé que debí habértelo contado, pero... —tragó saliva, mientras buscaba las palabras adecuadas— la salud de mi prometida era delicada, y no queríamos ilusionarnos hasta estar seguros de que el bebé estaría bien.Francesca asintió enérgicamente, respaldando la mentira de su hijo —fue una decisión difícil, Alexei, pero necesaria, espero que puedas entenderlo y perdonarnos por haberte dejado al margen, de hecho nadie más lo sabe.Alexei frunció el ceño, una punzada de dolor atravesaba su pecho, se suponía que eran amigos, hermanos, ¿Cómo podían haberle o
Anya observaba con horror cómo Alexei, ajeno a su presencia, contemplaba ensimismado al pequeño bebé a través del cristal de los cuneros. Un escalofrío recorrió su espalda al ver que tenía la vista fija sobre su hijo, tenía que hacer algo para alejarlo.Con un impulso nacido de la desesperación, Anya hizo amago de levantarse de la silla de ruedas, tenía que enfrentarlo, tenía que proteger a su hijo de ese monstruo...Pero Sonia y Francesca se lo impidieron, sujetándola con suavidad para que no lo hiciera.—No, mi niña, no lo hagas —susurró Sonia con desesperación, sería un error muy grave que la expondría de nuevo al peligro y la furia de su marido— si te descubre, si se entera de que ese bebé es suyo... se lo llevará sin dudarlo.Anya se estremeció ante la idea, sentía que las lágrimas quemaban en sus ojos. —Pero no puedo quedarme aquí sin hacer nada, nana, no puedo dejar que se acerque a mi hijo...—Lo sé, tesoro, pero enfrentarlo ahora solo empeoraría las cosas —Francesca le acar
Dos semanas después, Anya, Viktor, Francesca y Solé, estaban en la clínica esperando impacientes que les entregaran al pequeño Yuri para llevarlo a casa. —Estoy feliz, por fin podré llevar a mi solnyshko conmigo —dijo Anya con una sonrisa radiante, usando la palabra rusa de cariño para su "solecito".—Todos estamos felices, ese malen'kiy (angelito) será la alegría de nuestro hogar —expresó Francesca abrazando a Anya con afecto.Anya les devolvió una sonrisa a medias, ocultando sus verdaderos planes, había rentado un pequeño departamento para vivir independientemente con su hijo y Sonia, pensaba informarles cuando llegaran a la villa, necesitaba su propio espacio para criar a su hijo.La enfermera se acercó con el bebé en brazos y se lo entregó a Anya, ella lo estrechó contra su pecho, sintiendo alivio, por un momento había temido que Alexei intentaría quitárselo. —Ahora vamos a casa, como la semya (familia) que somos —declaró Viktor tomando el bolso del bebé.Francesca observó con
Anya sintió un nudo en el estómago mientras el avión privado aterrizaba en Rusia, era el momento que tanto había temido desde que aceptó comprometerse con Viktor. Pronto tendría que enfrentar a Alexei, su ex esposo, para poder divorciarse y empezar una nueva vida junto al hombre que la había rescatado.—Será difícil que Alexei me de el divorcio.—No creo que se niegue a hacerlo, por amigos en común sé que Stephanie ha dicho que se casarán en cuanto logre divorciarse, así que creo que ya es tiempo de que lo enfrentemos.Anya sintió un escalofrío recorriendo su espalda sólo de pensarlo, pero Viktor tenía razón, había llegado la hora de encarar su pasado. No sabía nada de su familia desde que la repudiaron y la dieron por muerta. Al parecer la habían olvidado por completo, incluso sus mismos padres, aunque no había diferencia, ellos jamás la habían cuidado.—No te pongas triste por eso, preciosa —tomó su rostro entre las manos con delicadeza— me tienes a mí y eso es lo que importa, ell
Alexei, furioso al ver a su abuelo golpeado, se lanzó sobre Viktor dispuesto a defenderlo.—¡Maldito infeliz, cómo te atreves a golpear a mi abuelo! —Alexei temblaba de furia.Ambos hombres rodaron por el suelo, soltando un golpe tras otro, sin tregua, la sangre comenzó a brotar de sus labios partidos, los guardaespaldas y personal de seguridad de los dos hombres intentaban separarlos, pero la furia desatada era demasiada.— ¡Se lo merecía por insultar así a mi mujer! ¡Tú y tu familia la han humillado por última vez!—¡Anya dejó de ser mi mujer en cuanto se revolcó con otros hombres! ¡Es una ramera indigna!— ¡Basta ya! ¡Por favor, deténganse! —Anya gritaba entre lágrimas, horrorizada por la violenta escena.Finalmente, varios guardias musculosos lograron separar a Viktor y Alexei, sujetándolos con fuerza para evitar que siguieran agrediéndose, ambos tenían el rostro amoratado e hinchado por los golpes. —Viktor, por lo que más quieras, vámonos de aquí. —suplicó Anya, tomándolo del b
Viktor pasó toda la noche en vela, realizando múltiples llamadas para averiguar los detalles del sepelio del patriarca Vladimir Ivanov. Finalmente, uno de sus informantes le confirmó que el funeral se llevaría a cabo esa misma tarde a las 4 pm en el Cementerio Ortodoxo Ruso.A primera hora, Viktor se dirigió a la habitación de Anya con un ramo de rosas blancas en las manos, ella aún dormía, pudo observar sus bellos ojos hinchados de tanto llorar, la sacudió con suavidad.—Anya, mi amor, despierta, tengo algo importante que decirte.Ella parpadeó con pesadez, su mirada era vidriosa y pérdida.—¿Qué sucede? —preguntó con desconcierto.—He averiguado dónde y a qué hora será el sepelio de tu abuelo Vladimir, iremos a despedirnos como se debe.Los ojos de Anya se abrieron desmesuradamente al comprender las palabras de Viktor.—¿Iremos? Pero... ¿Cómo? Ellos no querrán que esté presente, han dejado muy claro cuánto me desprecian —claro que quería ir, pero tenía miedo, miedo de su propia fami
A la mañana siguiente, Viktor despertó y se arregló apresuradamente, había tomado una firme decisión durante la noche.Salió de la mansión con paso decidido y llamó a uno de sus guardaespaldas de mayor confianza, Anya aún dormía en su habitación junto al pequeño Yuri.—Pavel, prepara el auto blindado, tengo un asunto urgente que atender.—¿A dónde nos dirigimos, señor?—Al corporativo Ivanov & Petrov, es hora de encarar a Alexei de una vez por todas.En las oficinas principales del corporativo, Alexei disfrutaba de una taza de café negro mientras revisaba algunos contratos, la puerta de su despacho se abrió de golpe cuando su eficiente secretaria ingresó con aire agitado.—Disculpe la intromisión señor Ivananov, pero tiene una visita inesperada.—¿A quién debo echar esta vez, Olga? Diles que estoy muy ocupado para perder el tiempo.—Es el señor Viktor Sokolov quien insiste en verlo, dice que es un asunto de suma urgencia.Alexei enarcó una ceja, sintiendo la curiosidad despertar dentr
Una gruesa carta de varias páginas estaba dentro, con el antiguo y elegante garabato que era la letra característica de su abuelo, su corazón latía acelerado mientras sus ojos comenzaron a devorar las palabras..."Mi muy amada Anya:Si estás leyendo esto, es porque finalmente la muerte me ha alcanzado pese a luchar con todas mis fuerzas para no marcharme sin antes poder reparar la mayor injusticia que cometí en mi vida. Esos actos viles, inmundos, sólo producto del orgullo y la soberbia que durante años me cegaron al ver únicamente con los ojos de la opulencia y el ego...Fui un necio, un completo imbécil que se dejó envenenar por las mentiras y envidias de aquellos que ni siquiera debería considerar mi familia. Te repudié, te insulté de la peor forma, a ti que eras la joya más preciada de nuestra familia, te privé del apoyo y el amor que merecías por algo tan absurdo como las calumnias de un ser enfermizo que decía amarte.El día anterior a escribir esta carta, por casualidad o por o