Días después, Alexei se paseaba como fiera enjaulada dentro de su oficina principal en el Corporativo. Su mente no dejaba de pensar sobre el hecho de que no estaba incluido en la vida de su hijo.De no haberse dejado manipular por Stephanie en el pasado, tal vez habría llegado a formar una familia con Anya, pero por ahora era mejor seguir fingiendo, actuar como hasta ahora lo había hecho, y hacerle creer a Anya que se había tragado el cuento de que Yuri era hijo de Viktor, así ganaría tiempo.De pronto, la puerta de su despacho se abrió de golpe y su asistente entró casi corriendo.—¡Señor Petrova! ¡Señor! —Balbuceó la pobre mujer, sobresaltada.—¿Qué demonios ocurre? —Alexei la encaró con los ojos chispeantes de ira— ¡Le dije muy claramente que nadie debía interrumpirme! —L-Lo siento señor...pero es que...tienen que ver esto.Desconcertado, Alexei salió al pasillo y lo que vio heló la sangre en sus venas, un séquito completo de hombres de traje y aspecto legal avanzaba por el corre
Alexei sentía que se asfixiaba cada vez que tenía que estar cerca de Anya, durante todos esos años separados, se había intentado ahogar sus recuerdos en alcohol y los brazos de otras mujeres vacías. Pero nada funcionaba, el deseo de volver a acariciar la suave piel de Anya, de embriagarse con su exquisita esencia femenina, lo perseguía incluso en pesadillas.Aquella mujer había sido una hechicera que le había robado la voluntad desde la primera vez que la tuvo entre sus brazos, sometiéndolo bajo su embrujo. Se paseaba por su despacho presidencial como un tigre furioso enjaulado, sus ojos se clavaron en la puerta cuando se abrió intempestivamente. La voluptuosa figura de Stephanie ingresó contoneando las caderas, pavoneándose como si le perteneciera el lugar después de haber recogido sus pertenencias que habían quedado regadas sobre el pasillo.—Dime que no te quedarás de brazos cruzados mientras esa arpía se sale con la suya y nos arrebata todo lo que es nuestro —demandó con su voz
Anya palideció, Viktor se tensó en actitud protectora delante del pequeño, mirando a Katya con rabia asesina.—Cierra tu sucia boca de una vez —Viktor gruñó las palabras con ferocidad apenas contenida— nadie, y mucho menos una alimaña de tu calaña, insultará a mi hijo de ese modo tan denigrante.Katya parpadeó, observando con renovado interés el cuadro que Viktor formaba acunando al pequeño contra su cuerpo. Un súbito destello iluminó sus facciones mientras entrecerraba los ojos con suspicacia.—¿Acaso es realmente posible...? —musitó medio para sí misma, sin poder contener las palabras mientras seguía cavilando—. ¿Este pequeño bastardo será en realidad el hijo de...? —había reconocido las facciones de Alexei en el niño.—¡Basta ya, maldita sea! —El grito de Anya, la sacó de su estupor— ¡No permitiré que sigas insultando, ni a mí ni a mi hijo!Anya se adelantó con paso acelerado para arrancar a Yuri de los brazos de Viktor y estrecharlo contra su pecho, mirando fijamente a su prima co
Alexei no permitiría que la arpía de Katya se diera cuenta de que él ya sabía que Yuri era su hijo, nadie debía enterarse de eso hasta que tuviera la prueba de ADN en sus manos.Miró a Kathya con gesto de piedra mientras ella continuaba regodeándose en su descubrimiento, creyendo tener la sartén por el mango, una mueca burlona curvó los labios de Alexei antes de que le hablara con cruel desprecio.—¿Y realmente crees que con esa patética mentira lograrás acercarte a mí de nuevo, Katya? Eres más ingenua de lo que pensaba si eso es todo lo que tienes que decir, ya puedes largarte.La sonrisa de suficiencia se congeló en el rostro de Katya ante sus palabras, lo observó con los ojos entrecerrados, desconcertada.—¿Qué quieres decir con eso? ¿Acaso insinúas que no te importa que Anya te haya ocultado la existencia de un hijo tuyo y lo esté criando al lado de ese gusano de Viktor?Alexei dejó escapar una carcajada seca y desprovista de humor, negó con la cabeza como si Katya fuera una niña
Las palabras cayeron como un rayo en medio de la estancia., Anya dejó escapar un sollozo ahogado y se llevó una mano temblorosa a los labios, palideciendo violentamente. Viktor la rodeó por los hombros en un acto reflejo por protegerla.Alexei, por su parte, inspiró profundamente y su pecho pareció ensancharse varios centímetros, una extraña calidez comenzó a extenderse dentro de él desde su centro, una sensación indescriptible que no lograba comprender del todo.Desvió su mirada hacia el pequeño Yuri unos instantes, contemplándolo como si fuera la primera vez que realmente lo veía, el niño continuaba observando todo con gesto inocente, completamente ajeno al giro trascendental que su vida estaba tomando.Sin previo aviso, Alexei se puso en pie y avanzó con paso firme hasta el menor, Viktor y Anya contuvieron la respiración, temiendo lo que pudiera hacer, pero para su sorpresa, el hombre simplemente se arrodilló frente al pequeño y extendió una mano para revolver sus rizos dorados con
Alexei decidió retirarse, ante la sorpresa de Anya no intentó llevar con él a Yuri, al menos no en ese momento, con un solo movimiento de la mano del hombre, sus guardaespaldas liberaron a los Anya y Viktor, enseguida subieron a sus vehículos para retirarse.Después de que Alexei se marchó, Francesca y Sonia bajaron preocupadas pensando que intentaría llevarse a Yuri por la fuerza, pero se sorprendieron al ver que no lo había hecho. Sonia tomó al pequeño en brazos para que descansara, seguida de cerca por Francesca.Un silencio tenso reinó en la estancia cuando se quedaron a solas, Viktor observó a Anya con preocupación y se acercó para tomarla de las manos con suavidad.—Anya, mírame, no permitiremos que Alexei se salga con la suya —hizo una pausa antes de continuar— la mejor forma de proteger nuestros derechos sobre Yuri sería oficializando nuestra unión de una vez, casarnos de inmediato para consolidar la familia lejos de ese hombre, por eso debemos de conseguir a como dé lugar que
Anya no pudo evitar preocuparse por lo que el estado en el que encontró a Viktor, pero decidió darle su espacio y no molestarlo si él en ese momento no estaba listo para contar lo que sucedía.Viktor era el hijo menor de Francesca, la madre de Misha, era la mayor, Anya sabía sobre la relación de familia que compartían, pues tenían el mismo apellido, pero no que fueran tan cercanos, nunca hablaban sobre ello.Era un hombre atractivo, pero rencoroso, que acostumbraba a vengarse de quién se las debía, que hacía las cosas por debajo de la mesa, que jamás daba la cara, así que quién lo conocía pensaba que era buena persona.Ni Francesca estaba enterada de la verdadera personalidad de su hijo, tampoco sabía que de lo que culpaba a la madre de Misha, el verdadero culpable era Viktor.Viktor había buscado a Ángela, la madre de Stephanie, para que lo ayudara a destruir a Alexei, al que siempre había odiado en silencio mientras fingía ser su mejor amigo, Angela envió a su hija a enamorar a Alex
Anya regresó al corporativo, se quedó trabajando hasta tarde en su oficina, después del tiempo fuera debido a su huida a Italia y posterior regreso, tenía mucho que ponerse al día. Los eventos de los últimos meses daban vueltas en su mente mientras revisaba contratos y estados financieros, su fallido matrimonio con Alexei, el nacimiento de Yuri, ahora estaba de vuelta, determinada a recuperar lo que era suyo por derecho y hacer pagar a quienes la lastimaron.Un suave golpe en la puerta la sacó de sus reflexiones, era Viktor.—Anya, tenemos que hablar —dijo él entrando y cerrando la puerta tras de sí, se veía tenso, sus ojos ardían de furia.Anya suspiró, sabía de qué quería hablar. —Es sobre el pedido de Alexei de que vaya a su mansión a trabajar como parte de la servidumbre, ¿Verdad?—¿Cómo puedes siquiera considerar aceptar tal humillación? —estalló Viktor.—¡Después de todo lo que te hizo! El muy bastardo... debería ir ahora mismo a partirle la cara por atreverse a decirlo.—¡No!