Anya palideció, Viktor se tensó en actitud protectora delante del pequeño, mirando a Katya con rabia asesina.—Cierra tu sucia boca de una vez —Viktor gruñó las palabras con ferocidad apenas contenida— nadie, y mucho menos una alimaña de tu calaña, insultará a mi hijo de ese modo tan denigrante.Katya parpadeó, observando con renovado interés el cuadro que Viktor formaba acunando al pequeño contra su cuerpo. Un súbito destello iluminó sus facciones mientras entrecerraba los ojos con suspicacia.—¿Acaso es realmente posible...? —musitó medio para sí misma, sin poder contener las palabras mientras seguía cavilando—. ¿Este pequeño bastardo será en realidad el hijo de...? —había reconocido las facciones de Alexei en el niño.—¡Basta ya, maldita sea! —El grito de Anya, la sacó de su estupor— ¡No permitiré que sigas insultando, ni a mí ni a mi hijo!Anya se adelantó con paso acelerado para arrancar a Yuri de los brazos de Viktor y estrecharlo contra su pecho, mirando fijamente a su prima co
Alexei no permitiría que la arpía de Katya se diera cuenta de que él ya sabía que Yuri era su hijo, nadie debía enterarse de eso hasta que tuviera la prueba de ADN en sus manos.Miró a Kathya con gesto de piedra mientras ella continuaba regodeándose en su descubrimiento, creyendo tener la sartén por el mango, una mueca burlona curvó los labios de Alexei antes de que le hablara con cruel desprecio.—¿Y realmente crees que con esa patética mentira lograrás acercarte a mí de nuevo, Katya? Eres más ingenua de lo que pensaba si eso es todo lo que tienes que decir, ya puedes largarte.La sonrisa de suficiencia se congeló en el rostro de Katya ante sus palabras, lo observó con los ojos entrecerrados, desconcertada.—¿Qué quieres decir con eso? ¿Acaso insinúas que no te importa que Anya te haya ocultado la existencia de un hijo tuyo y lo esté criando al lado de ese gusano de Viktor?Alexei dejó escapar una carcajada seca y desprovista de humor, negó con la cabeza como si Katya fuera una niña
Las palabras cayeron como un rayo en medio de la estancia., Anya dejó escapar un sollozo ahogado y se llevó una mano temblorosa a los labios, palideciendo violentamente. Viktor la rodeó por los hombros en un acto reflejo por protegerla.Alexei, por su parte, inspiró profundamente y su pecho pareció ensancharse varios centímetros, una extraña calidez comenzó a extenderse dentro de él desde su centro, una sensación indescriptible que no lograba comprender del todo.Desvió su mirada hacia el pequeño Yuri unos instantes, contemplándolo como si fuera la primera vez que realmente lo veía, el niño continuaba observando todo con gesto inocente, completamente ajeno al giro trascendental que su vida estaba tomando.Sin previo aviso, Alexei se puso en pie y avanzó con paso firme hasta el menor, Viktor y Anya contuvieron la respiración, temiendo lo que pudiera hacer, pero para su sorpresa, el hombre simplemente se arrodilló frente al pequeño y extendió una mano para revolver sus rizos dorados con
Alexei decidió retirarse, ante la sorpresa de Anya no intentó llevar con él a Yuri, al menos no en ese momento, con un solo movimiento de la mano del hombre, sus guardaespaldas liberaron a los Anya y Viktor, enseguida subieron a sus vehículos para retirarse.Después de que Alexei se marchó, Francesca y Sonia bajaron preocupadas pensando que intentaría llevarse a Yuri por la fuerza, pero se sorprendieron al ver que no lo había hecho. Sonia tomó al pequeño en brazos para que descansara, seguida de cerca por Francesca.Un silencio tenso reinó en la estancia cuando se quedaron a solas, Viktor observó a Anya con preocupación y se acercó para tomarla de las manos con suavidad.—Anya, mírame, no permitiremos que Alexei se salga con la suya —hizo una pausa antes de continuar— la mejor forma de proteger nuestros derechos sobre Yuri sería oficializando nuestra unión de una vez, casarnos de inmediato para consolidar la familia lejos de ese hombre, por eso debemos de conseguir a como dé lugar que
Anya no pudo evitar preocuparse por lo que el estado en el que encontró a Viktor, pero decidió darle su espacio y no molestarlo si él en ese momento no estaba listo para contar lo que sucedía.Viktor era el hijo menor de Francesca, la madre de Misha, era la mayor, Anya sabía sobre la relación de familia que compartían, pues tenían el mismo apellido, pero no que fueran tan cercanos, nunca hablaban sobre ello.Era un hombre atractivo, pero rencoroso, que acostumbraba a vengarse de quién se las debía, que hacía las cosas por debajo de la mesa, que jamás daba la cara, así que quién lo conocía pensaba que era buena persona.Ni Francesca estaba enterada de la verdadera personalidad de su hijo, tampoco sabía que de lo que culpaba a la madre de Misha, el verdadero culpable era Viktor.Viktor había buscado a Ángela, la madre de Stephanie, para que lo ayudara a destruir a Alexei, al que siempre había odiado en silencio mientras fingía ser su mejor amigo, Angela envió a su hija a enamorar a Alex
Anya regresó al corporativo, se quedó trabajando hasta tarde en su oficina, después del tiempo fuera debido a su huida a Italia y posterior regreso, tenía mucho que ponerse al día. Los eventos de los últimos meses daban vueltas en su mente mientras revisaba contratos y estados financieros, su fallido matrimonio con Alexei, el nacimiento de Yuri, ahora estaba de vuelta, determinada a recuperar lo que era suyo por derecho y hacer pagar a quienes la lastimaron.Un suave golpe en la puerta la sacó de sus reflexiones, era Viktor.—Anya, tenemos que hablar —dijo él entrando y cerrando la puerta tras de sí, se veía tenso, sus ojos ardían de furia.Anya suspiró, sabía de qué quería hablar. —Es sobre el pedido de Alexei de que vaya a su mansión a trabajar como parte de la servidumbre, ¿Verdad?—¿Cómo puedes siquiera considerar aceptar tal humillación? —estalló Viktor.—¡Después de todo lo que te hizo! El muy bastardo... debería ir ahora mismo a partirle la cara por atreverse a decirlo.—¡No!
Anya se colocó el uniforme de criada con resignación, proveniente de una familia acomodada, jamás se había visto en la necesidad de aprender las labores domésticas, pues siempre tuvo empleadas que se encargaban de todo, Olga, la joven criada que la recibió, en lugar de burlarse puso un gesto de disgusto al verla.—Bueno, ahora que ya está vestida apropiadamente para su nuevo rol, tendrá que fregar los pisos —dijo con desprecio en su mirada.Anya no replicó, simplemente tomó un balde y un trapeador que estaban detrás de la otra chica. —Ja, ja, qué graciosa eres —se burló Olga —estos pisos son muy delicados, así que se limpian a mano, usando sólo un cepillo suave y este líquido especial, luego se secan con esta manta de algodón para evitar que se rayen o empañen.Sonya, el ama de llaves, observaba la escena en silencio, sin atreverse a interrumpir, Anya tomó el cubo con agua, el líquido y el cepillo, y se dirigió a la sala, esperando poder ver a su pequeño Yuri, poco después, estaba de
Anya despertó sobresaltada en su estrecha habitación de servicio, por un instante, esperó encontrarse en su lujosa recámara, pero la realidad la golpeó. Ahora era una criada en la que alguna vez fue su casa. Se vistió rápidamente y bajó a iniciar sus labores.Mientras pulía la platería, su mente divagó hacia la noche anterior, se sorprendió que Alexei la dejará subir al cuarto de Yuri. ¿Sería que su rencor comenzaba a disiparse?Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Alexei entró al comedor, su sola presencia aún le provocaba una mezcla de anhelo y dolor.—Buenos días, señor, el desayuno estará servido en breve —anunció con voz seria.Anya se dirigió hacia la cocina para que le entregarán el desayuno y servirlo, cuando colocaba el plato frente a él, Alexei se le quedó viendo fijamente.—¿Qué le pasó a tus manos? —preguntó bruscamente, al notar sus manos maltratadas por el exceso de trabajo y los químicos de limpieza, Olga se negaba a darle guantes.—Nada, solo un pequeño acciden