Intento procesar lo que acabo de escuchar mientras, desde la distancia puedo ver el hospital donde seguramente me atenderán. Los hombres que normalmente no he escuchado disculpándose, aunque han hecho todo tipo de cosas para tener que decir muchas disculpas, ahora solamente dicen que ha sido su error y ya
— ¿Realmente están reconociendo su error? — preguntó incrédula.— ¿Por qué? ¿Es sorprendente que lo hagamos? — pregunta Nick levantando una de sus cejas.— Lo que es sorprendente es que admitan un error con tan poca sinceridad.— No nos vamos a arrodillar si eso es lo que quieres. — dicen los dos al unísono y yo respiro profundo para poder reunir toda la paciencia que necesito para lidiar con estos hombres.Decido no discutir con ellos porque sé que solo tendré un desgaste de energía que no me ayudará en lo absoluto. PoLos doctores se apresuran en atenderme como si mi presencia les causará a ellos una serie de peligros. Aunque puedo asegurar que a lo que más temen es a estar cerca de los gemelos y que por el mismo miedo, cometan algún error que pueda costarles la vida.Por eso, me revisan rápidamente y me dan recomendaciones de tratamientos tanto para mi herida en el brazo, como las otras afectaciones causadas por el intento de huida de esos bastardos drogadictos que querían abusar de mí.Ambos están atentos a cualquier indicación que realizan los doctores mientras se escriben en sus teléfonos algo que realmente no deseo conocer. Después de haberme dado el alta, entramos al ascensor y en vez de descender, subimos, por lo que, confirmando mis sospechas, regresamos en helicóptero.— Parece que a ustedes no les gusta utilizar el auto, ¿no es así?— Esto nos ha retrasado un poco y
Noah mira seriamente a su hermano, pero, al final, sonríe como si hubiese descubierto que no es una amenaza para su plan. Sin duda, es un hombre muy confiado, porque según veo, aunque son hermanos, no actúan como tal cuando se habla de negocios o deseos, así que, no creo que se marche.— Está bien, me marcharé. Después de todo, no es mucho lo que puedes hacer debido a tu problema sexual.— No sabía que ventilabas condiciones de otros.— ¿Qué pasa, hermano? ¿Te molesta que Marcela se entere de eso?— No, no me molesta. Ya que, el que lo menciones solo me dice que tienes miedo de mí.— ¿Estás bromeando?— Sabes que no soy de los que bromea. Así que, deberías tratarte esos celos y complejos de inferioridad, después de todo, solo quien teme perder ante su adversario es quien saca cartas vergonzosas para g
De inmediato, miro a mi alrededor y aunque sé que no puedo correr tan rápido como me gustaría, las ganas de terminar con todo de una vez por todas, hace que el dolor me importe poco y termine corriendo más rápido de lo que pensé.— ¡Marcela! — grita Nick, cuando intento abrir la puerta del avión.Pero, subestimo la resistencia al dolor, porque cuando ejerzo fuerza con ambos brazos, la herida de mi brazo y el dolor en mis costillas, hacen que me queje del dolor, mientras Nick, me alcanza y me jala lejos de la puerta.— ¡Suéltame, Nick! — grito desesperada.— Espera un momento, Marcela. Piensa un poco, podrías morir si abres la puerta así.— Gracias por la aclaración, aunque es justamente lo que quiero, Nick.— Deja de decir tonterías y quédate tranquila o tendré que medicarte. — me advierte Nick.
Resulta molesto todo lo que está sucediendo en estos momentos, porque, aunque diga que no va a abusar sexualmente de mí, no quiere decir que no sea eso lo que está haciendo. Ya que, aunque no está utilizando un arma para apuntarme y así hacer conmigo lo que quiera, si está aprovechándose de la situación en la que él mismo me ha metido.— ¿Tenías todo esto planeado, verdad? — pregunto molesta.— Claro que sí, no puedo dejar algo a la suerte cuando mi contrincante es mi propio hermano gemelo. — responde Nick sonriente.— ¿Es por eso que siempre le ganas? Noah, cree que tienes un imán para poder atraer a las mujeres y hacer lo tú desees, cuando la realidad no es así.— Creo que tú debes saber más la respuesta, después de todo, tú también caíste en mis brazos. Aunque debo decir qu
Mi cuerpo se congela y mi corazón se acelera al ver cómo hay un puño que se dirige hacia mi rostro, pero, afortunadamente siento como este impacta a mi lado.Nunca había sentido tanto miedo por una leve brisa. Pero, es diferente a que la brisa golpea mi rostro levemente a una que sea producto de la rapidez de un puño que choca contra la pared que está justamente al lado de mi rostro.Aturdida por lo que acaba de suceder, muevo lentamente mi rostro para notar que sus nudillos tienen sangre y que la parte donde él golpeó la pared se ha formado un orificio casi del tamaño de su puño.— ¿Qué acabas de decir? — preguntan Nick con voz gélida.‘Intenta repetirlo y verás que ese puño va a quedar en tu rostro, Marcela. Sigue tentando el diablo y te dirá cómo es el verdadero infierno.’ Me regañó mentalmente.
Intentó alejarlo de mi cuerpo tanto como sea posible, pero él es demasiado fuerte para mí. Por eso, él termina agarrando mis manos para colocarlas encima de mi cabeza y con una sola mano, mantenerme aferrada contra la pared.Aunque su otra mano se encuentra herida, ésta no le impide poder acariciar la silueta de mi cuerpo a su antojo. Causando que me sienta mal, porque no es eso lo que me molesta, sino que mi cuerpo disfruta ser tocado por él.‘¿Acaso estoy desarrollando el síndrome de Estocolmo en estos momentos? Porque es justamente lo menos que necesito experimentar ahora’ Me digo mentalmente.Aunque intente luchar contra él, lo único que logró es que él me haga moverme de mi lugar rumbo a alguna parte del avión que no conozco. Pero, no necesito adivinar por mucho tiempo, porque no tardó mucho en sentir como algo suave, toca mis piernas y él me empuj
Durante mucho tiempo critiqué porque Eva había sido capaz de comer del fruto prohibido cuando en el jardín Edén, había tantas frutas apetecibles, pero, ahora comprendía por qué había pecado.Ya que, ahora mismo estoy experimentando algo similar, porque aunque existen muchos hombres con las cuales puedo intimar de esta manera, yo estoy aquí debajo del cuerpo de mi excuñado y único hombre con el que he tenido sexo, esperando que haga algo que no debería aceptar.‘¿Qué rayos me sucede? ¿Acaso estoy realmente loca?’ me preguntó mentalmente.— Deberíamos detener eso en este momento. — digo de inmediato.— ¿Qué te pasa, querida? No quieres reconocer lo que realmente deseas.— Ya hiciste lo que querías, ahora, aléjate de mi cuerpo.— En realidad, no he terminado. Mi intenci&
No es buena idea mentir, eso lo he sabido siempre, pero, ¿Qué puedo hacer en la situación en la que me encuentro? Si no miento, ellos van a someterme, así que, debo ser inteligente, soy actriz, puedo jugar como ellos lo han hecho.‘Jugar a todo o nada. De eso se trata esto’ me digo mentalmente.— ¿Eres consciente de lo que significa entregarme todo tu cuerpo? — pregunta Nick con ese brillo en su mirada.— Si no lo supiera, no estaría tan nerviosa.— ¿Por qué estarías nerviosa?— Por la falta de experiencia que tengo. Aunque estoy dispuesta para entregarme completamente a ti, tengo miedo de que la forma en que lo haga no te guste. — digo y eso hace que Nick acaricie mi rostro.— Nunca podría decir que no me gusta lo que me das, si es tu cuerpo el que me entregas.‘¿Oh maldita sea, cómo puedo vencer a un juga