El recorrido es largo, por eso, por más que intento mantenerme despierta, logro dormirme hasta que finalmente alguien me llama confundiéndome completamente, porque a nadie le he dicho mi verdadero nombre.— Marcela, despierta, querida. — dice una voz amable.‘Quizás sea alguien que me conoce por mis actuaciones, porque los gemelos no se atreverían a tratarme así cuando me he escapado.’ Me digo mentalmente.Confundida por lo que puede estar sucediendo, abro los ojos lentamente encontrándome un arma tan cerca de mi rostro, que el frio material hace que aparte bruscamente la mano de él, sintiendo que he corrido tanto para nada.— Me imagino que tuviste un magnífico sueño, ¿no es así, Marcela Leonardi? — pregunta un hombre que no me resulta conocido.— ¿Quién eres? — pregunto confundida.— Somos los dueños de la noche, aprovechamos cualquier oportunidad para hacernos ricos, por eso, asaltamos camiones, secuestramos personas o simplemente robamos a tontos que no tienen el más mínimo nivel
Ellos están locos, conducen como unos desquiciados, beben una botella que el olor es tan fuerte y desagradable que no dudo que sea un alcohol debidamente preparado, pero, es eso lo que menos me importa.Porque la muerte de ellos es algo agradable para el mundo, pero, no ahora, no es buena idea ahora que me encuentro aquí en este auto que parece una bomba de tiempo que en cualquier momento va a estallar.— No saben en lo que se están metiendo. — digo mientras ellos celebran complacidos.— Si sabemos, por eso, estamos celebrando. — dicen ellos llegando a una casa que temo que pueda caerse en cualquier momento.Incluso, la inclinación de esta, me asegura que sucederá en cualquier momento, pero, parece ser que soy a la única que le importa, porque los hombres que vienen en motocicletas y otros autos, abren la puerta, entrando y cerrándola de golpe.— ¿No tienen miedo de que est
Mi corazón late frenéticamente sabiendo que por nada del mundo puedo permitir que ellos me atrapen o no podría recuperarme de eso que ellos son capaces de hacerme. Así que, como puedo, muevo el auto para hacerles perder el equilibrio.Como ellos intentan detenerme con golpes, yo hago lo mismo, por lo que, causo que uno de ellos, caiga de la moto. El deseo de no atropellarlos es fuerte, porque sé que a esta velocidad podría volcarme si los piso.Pero, es eso y llevarme a varios o darme por vencida sabiendo que al atraparme todo será mucho peor. Por eso, intento hacerlos caer, aunque ellos me esquivan.‘Al menos no hay autos o algunos objetos que me hagan detenerme.’ Digo pensando en las cosas positivas de todo esto, las cuales son casi nulas.Mi corazón sigue latiendo frenéticamente y yo me esfuerzo en no desmayarme como normalmente lo hago con cosas que me superan para poder controla
‘¿Por qué debo pasar por todas estas cosas cuando no he hecho algo para merecerlo?’ me pregunto mentalmente.Debo reconocer que mi vida no ha sido la más tranquila, porque la muerte de mis padres cuando era pequeña, el que mi tía me acogiera y también muriera al igual que mi mejor amiga, me hace pensar mucho en cuanto le agrada la muerte hacerme sufrir.Por eso, no había tenido a alguien cerca por miedo a que tuviera la misma suerte, fue eso lo que me hizo dudar de ser novia de Noah y cuando vi que pasó un año y seguía con vida, pensé que esa mala suerte había llegado a su fin.Me equivoqué. Realmente cometí un grave error al pensar que era posible tener una vida cómoda y sin dolores, pero, esto ya va más allá de lo que he vivido durante todo este tiempo.— Eres una maldita perra. — dice el hombre agarrándome del ca
Mis ojos se llenan de lágrimas, la alegría me invade por al menos liberarme de esos malditos desgraciados, aunque quienes han venido a rescatarme no son los mejores hombres que en mi vida pueden llegar.— La han herido mucho. — dice uno de ellos, mientras otro coloca su mano en mi cadera.— ¿Esto es esperma? — pregunta el segundo gemelo.— Marcela, ¿Qué quisieron hacerte?— Violarme. — susurro y la mirada de ambos, se vuelve tan oscura que congela todo mi cuerpo.Ellos no dicen una sola palabra, pero, las venas en sus cuerpos, me dicen que están intentando contener el enojo, aunque posiblemente la vena en su frente estalle antes que la calma los invada.Uno de ellos, coloca sus manos debajo de mi espalda a la altura de mis pulmones y mi cabeza, mientras el segundo coloca las manos en mis piernas, para así, usar sus manos como la camilla que usan para elevarme y ll
Horas despuésEl agotamiento terminó acabando conmigo y por eso, me dormí sin darme cuenta de ello. Ahora que he despertado, encuentro la habitación vacía como era cuando vivía en mi casa. Eso, de cierta manera me causa alivio y a la vez, decepción.Porque aunque no quiero tener la obsesiva y salvaje atención de los Thompson, sentirme sola después de pasar por algo tan doloroso, me hace recordar lo sola que me encuentro en este mundo, donde no tengo una sola persona sincera de mi lado.Ya que, a pesar de que tengo fanáticos, estos no me dan el calor familiar ni me acompañan en momentos como este, porque lógicamente eso lo hacen con sus familiares y amigos.Sintiendo la soledad como la he experimentado con cada cólico menstrual o gripe, lloro en silencio intentando abrazarme, pero, el dolor en mi cuerpo me impide hacerlo. Por eso, me quedo sentada llorando cada una de mis de
Después de esas limitadas opciones, no tengo otra opción que quejarme por tener el infortunio de ser útiles para ellos en su negocio retorcido, porque ya lo aclararon: no me aman y no tienen la intención de hacerlo.Suspiro indignada por la suerte que tengo, mientras ellos se bañan usando el único baño que hay aquí. Mi mente, después de perturbarse tanto por los hombres que se aferran a mí, sin decirme su motivo, termina pensando en lo que no debe.Porque solo cuando me agoto por pensar en sus opciones es que mi mente comienza a imaginar a lo que podrían estar haciendo los dos duchándose juntos y eso, hace que sonría con malicia.Mi cuerpo duele, por eso, moverme es muy difícil para mí, pero, la curiosidad es el motor que me impulsa a continuar con mi intención de levantarme y caminar hacia el baño donde escucho el agua caer.‘¿Quizás intercambian novias para mostrarse varoniles, pero, la realidad es otra?’ me pregunto mentalmente.De inmediato, mi mente comienza a imaginarse a dos ho
Sin tener la oportunidad de dudar si soy la presa o no, ellos me observan con enojo, por la respuesta que les he dado, por eso, trago duro implorando que no me lastimen ahora que todo mi cuerpo duele.Aunque si lo hacen, lo tengo muy merecido, porque yo no debí venir al baño por estar pensando cosas pervertidas entre ellos. Dicen que la curiosidad mató al gato y yo… soy ese gato que está a punto de morir.— Chicos…— Marcela, creo que no has entendido, nosotros no te estamos dando la opción que escojas a los dos o a ninguno. Tienes que escoger a uno o seguirás siendo molestada por ambos, así que, dime, ¿Qué deseas, mi querida Marcela? — pregunta uno de ellos y yo trago duro.Debo reconocer que mi mente ha cambiado desde que saboree levemente lo que se siente cuando uno tiene sexo, por eso, hago todo esto de estar mirando la desnudez de ellos sabiendo todo el peligro que ello trae consigo.Pero, aunque quisiera escoger a uno de ellos, hay muchas cosas que me impiden hacerlo, entre ella