No he respondido, cuando él me agarra del cuello y sin sentirse perturbado por tratar así a una mujer, me levanta del suelo para colocarme en una de las sillas donde hay correas del triple de grosor.
— ¡Suéltame, desgraciado! ¡Déjame ir! — grito.— Hicimos muchas cosas juntos, Marcela. Así que, debería ser buena conmigo y decirme, ¿Dónde está la hija de Iker? — pregunta Nick.— ¿Realmente crees que sé dónde se encuentra?— Ella ha estado usando tu nombre, Marcela. Debes saber quién es si ella te ha usado durante todo este tiempo. — me dice Nick.‘¿Usarme? Entonces, la confusión está relacionado a que alguien ha estado usando mi identidad para pasar desapercibido aunque hace parte de un imperio mafioso.’ Me digo mentalmente.— ¿Quién es esa mujer que incluso eLas mujeres que han venido con Noah, comienzan a preguntar por cada cosa que ven, causando que Noah tenga que concentrarse en ellas cuando tocan cosas que podrían herirlas, sin embargo, la curiosidad puede más en ellas.Por eso, una termina cortándose un dedo solo porque al bromear, intentó agarrar el cuchillo creyendo que no cortaba mucho y aunque todo habría terminado con un pequeño corte, la realidad es que una de sus amigas bromeando, le pegó en la mano para que fuera mayor la presión y eso causó que la herida fuera más profunda.— ¡Maldita sea! — grita la chica— Les dije que no tocaran imprudentemente, muchos de los objetos aquí presentes, son tan peligrosos que podrían cortar o aplastar los mismos huesos, así que, no sean tan tontas.— ¡¿Tontas?! ¡Mi dedo está cortado! — grita la mujer en medio del l
Ellos se golpean recriminándose cosas donde yo estoy involucrada, pero, yo no pienso decirles que se detengan, porque mientras ellos están en sus peleas, yo puedo encontrar alguna manera de escapar sin que ellos se den cuenta.Así que, desesperada, muevo mis manos para desatarme de las correas que mantienen mis brazos inmóviles. Aunque mis piernas están libres, no puedo usarlas para liberarme, por lo que, solo me queda mover mis manos con cautela, con el fin de liberarme de una de ellas y así desatar la otra mano.— ¡¿Cómo te atreves a exigir algo cuando tú fuiste quien tuvo sexo con mi mujer sin avisarme?!— ¡¿Por qué te enojas?! ¡Yo dejé que estuvieras con todas las mujeres que quisieras fueran o no mis parejas!— Eso es distinto, desgraciado. Además, tú sabías que me las cogería. — dice Noah subiendo sobre el
Todo ocurre rápido y por lo débil de mi cuerpo, más el tiempo atormentándome mentalmente, hacer todo esto es difícil, pero, no imposible. Por eso, veo a Noah aferrado a la pared, mientras con una mano agarra su intimidad con su rostro completamente rojo y no por la sangre, si no, el no poder respirar bien.— Adiós. — digo cuando la puerta del ascensor se está cerrando.— ¡Me lo vas a pagar! ¡Voy a matarte! — grita Noah cayendo al suelo al intentar detener el ascensor y perder el equilibrio.— No si puedo evitarlo. — digo abrazando mi vientre con mi brazo menos herido, mientras mantengo tensionado, pegado a mi cuerpo el que si está lacerado.Las puertas del ascensor se cierran y yo deseo mucho poder salir del pent-house que dudo sea una tarea sencilla.‘Debí quitarle el arma a Noah, quizás, así tuviera mayor probabilidad de poder
No tengo energía para poder pelear, mi cuerpo duele completamente y estando aun física, mental y emocionalmente herida, no creo ser capaz de dispararle a los gemelos. Por lo que, aun sintiéndome estúpida, empuño el arma recordándome que son ellos o mi bebé y yo.Así que, estando herida, camino con dificultad siguiendo al señor Cassano sin saber si es la cura que necesito para poder lidiar con todo esto y seguir mi vida sin pensar en todo lo que he vivido con ellos y sin duda, me ha marcado.Varios hombres nos acompañan en el ascensor y apenas entramos, el señor Cassano dispara a puntos específicos para después sonreírme.— Había cámaras y debemos movernos sin que ellos se enteren. — dice el señor Cassano.Antes de enfrentarnos a la amenaza, el señor Cassano mira a sus hombres y ellos se mueven al punto que yo quedo contra los b
No digo una sola palabra después de entrar al auto, no tengo ánimo para hacerlo y aunque quiero llorar, contengo las lágrimas porque no es buena idea hacerlo delante de un hombre que ha arriesgado su vida para salvarme aunque no era su hija.— Para ir a la villa, debemos tomar un helicóptero y por último una lancha, ¿estás bien con eso? — pregunta el señor Cassano y yo me limito a asentir.‘Al menos él avisa lo que realizará y su voz es más gentil. Pero, con todo lo que me ha sucedido, no debo engañarme. Aunque sean buenos actuando gentiles, debo recordar quienes son.’ Me digo mentalmente.Continuo en silencio durante todo el recorrido en auto, helicóptero e incluso en lancha. Aunque tengo miedo por estar en lancha durante la noche, el señor me entrega sabanas gruesas y me dice varias veces que estamos bien.— Acostumbro a ir a la villa
Sé que he pasado por muchas cosas durante toda mi vida, pero, ni siquiera todo ello me haría olvidar el rostro de mi padre, por lo que, sé perfectamente que el hombre que me observa confundido, es mi padre.Así que, sin dudarlo un solo momento abrazo al hombre que me aparta y apunta con una arma que me deja inmóvil en mi lugar, porque no esperaba eso de mi padre, después de tantos años creyéndolo muerto.— ¡Señor Alex, deténgase! ¡Es una invitada del señor Cassano! — dice el doctor que me acompaña.— No me importa si es su invitado, no voy a permitir que me abrace un extraño. — dice el hombre con frialdad.— Padre, ¿no me conoces? Soy tu hija, mírame, soy Marcela Leonardi. — digo con mi vista nublada por las lágrimas.— ¿Qué locura estás diciendo? Yo no tengo hijos. —
Si mi mente funcionara como un computador, comprendía perfectamente porque la pantalla se ha puesto negra y aunque ahora está volviendo a funcionar, por falta de acceso a internet, me he bloqueado.‘Dieciséis o dieciocho semanas… esto es sorprendente.’ Me digo mentalmente, levantando mi espalda de la camilla donde he despertado.— ¿Está seguro que ella se encuentra embarazada? — pregunta el señor Cassano y yo quiero desaparecer.— No hay manera de que un doctor se confunda con un embarazo tan avanzado.— Pero, ella no parece embarazada. Ni siquiera tiene una bolita en la panza. — se queja el señor Cassano.— Los embarazos no ocurren de la misma manera, señor Cassano. Hay mujeres que le crecen los senos mucho o engordan de manera homogénea.— Pero, ella no está gorda. Tiene curvas, de eso no hay duda, pero, no para tener un b
Mi vida parece un laberinto donde en cada paso que avanzo, un nuevo problema surge y yo no puedo regresar, por mucho que lo desee, porque los problemas me persiguen por mucho que intente correr lejos de ellos.Por eso, no sé en qué pensar realmente, si mi embarazo, el hecho de que los gemelos me estén buscando para matarme, no saber quién es el padre de mi bebé, el hecho de que mi padre este vivo y no me recuerde o mi alianza con el señor Cassano.‘¿Cómo poder sobrevivir a algo así?’ me pregunto mentalmente.— ¿Qué debo hacer? ¿Cómo podré con todo esto?— Lo primero en lo que debes pensar es si quieres o no tener al bebé— Perdonen que los interrumpa, pero, con casi cinco meses de embarazo, realizar un aborto es imposible.— ¡¿Qué?! ¡¿Por qué no?!Quería pro