La posesividad con la que me besa y sin mucha dificultad me levanta del suelo para llevarme hasta una superficie fría donde me rompe la ropa y con salvajismo besa mi cuello, pechos y abdomen, me dicen que será más rudo que antes.
Pero, en vez de angustiarme o pedirle que se detenga, terminó quedándome a su merced, ansiando ser tocada por uno de los hombres con el que tengo una relación complicada y aun sabiéndolo, sigo cavando en este pozo donde ya no puedo ver la luz.— Solo yo puedo besarte, Marcela. — dice él besando mis piernas.— Noah…— Solo yo puedo romper tu maldita ropa para follarte. — dice él rompiendo mi ropa, para succionar con fuerza esa parte de mi cuerpo tan sensible y palpitante.De inmediato, de lo más profundo de mi garganta sale un sonido que puede escucharse en cada rincón de la casa, por lo que, cubro mi boca rápidameDebería marcharme, lo sé, sobre todo, porque Nick podría aparecer en cualquier momento y no es buena idea tener sexo con uno de ellos, sin aclarar lo que siento por ambos. Pero, aquí estoy haciendo algo que la Marcela antes del secuestro no realizaría.Estoy actuando diferente, de eso no hay duda, porque sin darme cuenta, ya no quiero huir de esto. Porque si así fuera, me concentraría en comunicarme con los Cassano con el nuevo teléfono y me distanciaría de ellos, pero, lo que estoy haciendo es entrar más profundo a este pozo donde ya no intento salir.— ¿Qué es este lugar?— Mi lugar secreto. He habilitado ciertas casas donde hay un espacio oculto para poder hacer lo que tanto me gusta. — dice Noah, dejándome sobre una mesa de madera.Intento ver que hay a mi alrededor, pero, todo esta oscuro. Por lo que, me sorprende que Noah no haya tropezado mientras m
Estoy completamente loca, de eso, no hay duda. Pero, soy una loca que está siendo complacida y eso es suficiente para mí. Por eso, mientras mi cuerpo se estremece, me imagino en todas las cosas que podríamos experimentar y que sin duda, me ayudarían a olvidarme de Nick.‘Esa es mi prioridad ahora.’ me digo mentalmente.Noah no me decepciona. Estimulando mi cuerpo con cosas frías o calientes, húmedas o secas, hace que yo comprenda que no conozco mi cuerpo, per, él sí o al menos, sabe cómo explorarlo mientras lo conoce.— Que chica tan fuerte. Aún no has dicho la palabra clave. — dice Noah mientras yo ya he grito porque no me he recuperado de un orgasmo cuando sus estímulos me vuelven completamente loca, al entrar completamente en mí.— Por favor…— ¿Qué sucede, Marcela? — pregunta él y yo siento que en cualq
Alguien me carga y camina conmigo, lo que no sé es quien puede ser ni tampoco, porque su calor corporal calma tanto mi cuerpo. Es como si estuviera impregnada de un olor que relaja todo el cuerpo aunque este me duela tanto.— ¿Estás consciente ahora? — pregunta una voz que suena muy dulce para ser uno de los gemelos.— ¿Quién eres? — pregunta mientras me coloca sobre una cama que solo hace que mis heridas duelan.— El hombre que te folló hasta que te desmayaste. — susurra él.— Eres un…— Tenías una palabra, Marcela, ¿Por qué no la usaste?Por curiosa. Esa es la respuesta, no la usé porque fui muy curiosa y por eso, terminé desmayándome.Aunque quiero responderle, mi garganta está seca e incluso mis labios están muy agotados para poder usarlos. Por lo que, solo observo al causante de tanto c
Dos semanas despuésAun no camino bien. A pesar de recibir ayuda médica para poder sanar mis heridas pronto, el dolor en mi espalda continua y todo es por el salvajismo con el que con fuerza me hizo suya Noah.‘Sigo pagando las consecuencias de mis malas decisiones.’ Me digo mentalmente.Es triste, después de todo, solo fue una noche de placer que me ha costado varios días en cama. Aunque no puedo quejarme, porque así como lo prometió Noah, he sido atendida por él y lo mejor de todo, no he visto a Nick.No sé si sabe que estuve haciendo con Noah y por eso, no ha venido a molestarme o si hay algo más, pero, lo bueno de todo es que no he tenido que preocuparme porque Nick me vea así de herida.Agotada de estar acostada a medio lado en la cama, intento levantarme antes que Noah aparezca con el almuerzo. Pero, como pasa siempre que lo intento, el dolor es insoportable y por eso, te
Uno a uno van cayendo los hombres que disparan para defendernos, por lo que, es evidente que estamos perdiendo. Desesperada, reviso las armas que están en el suelo para poder darle a Noah las que aún tienen balas.Pero, sé que no es posible ganar cuando son muchos los enemigos. Por eso, tomo un arma y comienzo a disparar para ayudarlo, ya que, está perdiendo muchos hombres. Mi cuerpo, duele más por la firmeza con la que agarro con una mano el escudo donde recibo las balas.— Solo ocúltate, Marcela. Yo me haré cargo de esto.— Puedo ayudar.— Vas a desmayarte si sigues así.— Ya esto no me sorprende. Los disparos ya se me hacen tan común de lo que quiero reconocer.— Entonces, gracias por ayudar. — dice Noah recargando su arma.Como el escudo es transparente, puedo ver a mis enemigos sin exponerme. Por eso, cuando veo que están recargando su arm
Lo empujo de inmediato, porque lo que menos deseo es que se burle de mí por algo que no debí mencionar, pero, el enojo y su descaro de intentar ser intimo conmigo teniendo a otra mujer, hizo que me descontrolara.‘Si son celos, estuve celando a uno de mis secuestradores.’ Me digo mentalmente.— Aléjate de mí, señor Thompson. — digo con enojo.— Tranquila, no vine a comerte.‘No, ya se la comió tu hermano y vaya que le dio muchas mordidas.’ Dice mi mente y yo me ruborizo por saber a lo que se refiere.— Aunque sea esa tu intención no lo voy a permitir, Nick.— ¿Ya no me deseas? Porque creo que con solo tocarte, estarás húmeda para recibirme. — dice él tan confiado que si no fuera porque tengo mis bragas húmedas por lo sexy que se ven él y su hermano disparando, me burlaría.‘Tonto c
Dos días despuésPasamos todo un día en el mar, aunque hemos cambiado de un yate a un barco y después a un crucero, duramos un día en el mar, para finalmente tocar tierra solo para subir a un avión que ha aterrizado en al menos diez aeropuertos durante un día hasta que finalmente llegamos a nuestro destino.‘Si no fuera por la ropa interior que me empacaron, estaría en graves problemas.’ Me digo mentalmente.— Dime que es la última vez que aterrizamos. — digo mirando a Nabil frente a mí.— Creo que sí. Pero, no sabría decirte, parece que se están tomando en serio eso de la seguridad y por ello, están jugando a confundir al enemigo.— Es momento de bajar — dice uno de los gemelos.— Por fin. — decimos Nabil y yo al unísono.Durante los dos días estuve casi todo el tiempo con Nabil y aun
El miedo me invade completamente al pensar en que ellos ya saben mi secreto. Por eso, miro a mi alrededor en busca de una salida, pero, lo que encuentro son varios hombres mirándome desde el ascensor en el que apenas había salido.‘No hay salida. Estoy condenada.’ Me digo mentalmente.— Responde, Marcela, ¿Realmente lo hiciste?— ¿Qué quieren que les diga? Si están así porque ya lo saben, entonces, ¿Para qué me van a preguntar algo que ya ustedes conocen? Así que, saltemos a las consecuencias de mis actos y ahorremos este interrogatorio innecesario. — digo intentando verme segura y seria.— Parece que no estás arrepentida de lo que hiciste.— ¿Ustedes lo estarían en mi lugar? Inicialmente debo reconocer que no fue mi intención, pero ya al ver el problema en el que ya estaba metida, no tuve otra opción que continua