Dos semanas después
Aun no camino bien. A pesar de recibir ayuda médica para poder sanar mis heridas pronto, el dolor en mi espalda continua y todo es por el salvajismo con el que con fuerza me hizo suya Noah.‘Sigo pagando las consecuencias de mis malas decisiones.’ Me digo mentalmente.Es triste, después de todo, solo fue una noche de placer que me ha costado varios días en cama. Aunque no puedo quejarme, porque así como lo prometió Noah, he sido atendida por él y lo mejor de todo, no he visto a Nick.No sé si sabe que estuve haciendo con Noah y por eso, no ha venido a molestarme o si hay algo más, pero, lo bueno de todo es que no he tenido que preocuparme porque Nick me vea así de herida.Agotada de estar acostada a medio lado en la cama, intento levantarme antes que Noah aparezca con el almuerzo. Pero, como pasa siempre que lo intento, el dolor es insoportable y por eso, teUno a uno van cayendo los hombres que disparan para defendernos, por lo que, es evidente que estamos perdiendo. Desesperada, reviso las armas que están en el suelo para poder darle a Noah las que aún tienen balas.Pero, sé que no es posible ganar cuando son muchos los enemigos. Por eso, tomo un arma y comienzo a disparar para ayudarlo, ya que, está perdiendo muchos hombres. Mi cuerpo, duele más por la firmeza con la que agarro con una mano el escudo donde recibo las balas.— Solo ocúltate, Marcela. Yo me haré cargo de esto.— Puedo ayudar.— Vas a desmayarte si sigues así.— Ya esto no me sorprende. Los disparos ya se me hacen tan común de lo que quiero reconocer.— Entonces, gracias por ayudar. — dice Noah recargando su arma.Como el escudo es transparente, puedo ver a mis enemigos sin exponerme. Por eso, cuando veo que están recargando su arm
Lo empujo de inmediato, porque lo que menos deseo es que se burle de mí por algo que no debí mencionar, pero, el enojo y su descaro de intentar ser intimo conmigo teniendo a otra mujer, hizo que me descontrolara.‘Si son celos, estuve celando a uno de mis secuestradores.’ Me digo mentalmente.— Aléjate de mí, señor Thompson. — digo con enojo.— Tranquila, no vine a comerte.‘No, ya se la comió tu hermano y vaya que le dio muchas mordidas.’ Dice mi mente y yo me ruborizo por saber a lo que se refiere.— Aunque sea esa tu intención no lo voy a permitir, Nick.— ¿Ya no me deseas? Porque creo que con solo tocarte, estarás húmeda para recibirme. — dice él tan confiado que si no fuera porque tengo mis bragas húmedas por lo sexy que se ven él y su hermano disparando, me burlaría.‘Tonto c
Dos días despuésPasamos todo un día en el mar, aunque hemos cambiado de un yate a un barco y después a un crucero, duramos un día en el mar, para finalmente tocar tierra solo para subir a un avión que ha aterrizado en al menos diez aeropuertos durante un día hasta que finalmente llegamos a nuestro destino.‘Si no fuera por la ropa interior que me empacaron, estaría en graves problemas.’ Me digo mentalmente.— Dime que es la última vez que aterrizamos. — digo mirando a Nabil frente a mí.— Creo que sí. Pero, no sabría decirte, parece que se están tomando en serio eso de la seguridad y por ello, están jugando a confundir al enemigo.— Es momento de bajar — dice uno de los gemelos.— Por fin. — decimos Nabil y yo al unísono.Durante los dos días estuve casi todo el tiempo con Nabil y aun
El miedo me invade completamente al pensar en que ellos ya saben mi secreto. Por eso, miro a mi alrededor en busca de una salida, pero, lo que encuentro son varios hombres mirándome desde el ascensor en el que apenas había salido.‘No hay salida. Estoy condenada.’ Me digo mentalmente.— Responde, Marcela, ¿Realmente lo hiciste?— ¿Qué quieren que les diga? Si están así porque ya lo saben, entonces, ¿Para qué me van a preguntar algo que ya ustedes conocen? Así que, saltemos a las consecuencias de mis actos y ahorremos este interrogatorio innecesario. — digo intentando verme segura y seria.— Parece que no estás arrepentida de lo que hiciste.— ¿Ustedes lo estarían en mi lugar? Inicialmente debo reconocer que no fue mi intención, pero ya al ver el problema en el que ya estaba metida, no tuve otra opción que continua
El alivio me invade completamente al comprender que no saben todavía que he tenido sexo con ambos.‘Tontos, me han asustado.’ Me quejo mentalmente.Pero, rápidamente desaparece el alivio que sentí porque descubrieran algo menos impactante de lo que realmente temo que conozcan, porque ellos me agarran del brazo y casi arrastrándome, me llevan hasta otro ascensor.— ¡¿Qué quieren hacer conmigo?! ¡Chicos, díganme, ¿a dónde me llevan?! — gritó al ver que ellos no hablan, pero sus rostros me dicen que están muy enojados.Sin intenciones de hablarme, entran conmigo al ascensor, donde por mucho que yo forcejeé con ellos, no soy capaz de liberarme de sus agarres. Todo está en completo silencio, pero, no es uno que me tranquiliza si no que me angustia.— ¿Ya decidieron matarme?— No vamos a matarte Marcela. Eso ser&iac
Algo parece llamarme en medio de la oscuridad y es por ello, que lentamente abro los ojos notando que estoy en un lugar agradable y no en la habitación donde perdí la conciencia. Justo cuando intentó moverme, Eva se despierta y de inmediato, me abraza llorando.— Oh, señora, pensé que iba a morir. No, pensé que estaba muerta. — dice Eva llorando.— ¿En dónde me encuentro?— En el pent-house, obviamente. — dice una voz masculina.— Nabil…— Por un momento creí que eras lo suficientemente tonta para enamorarte de los gemelos, pero, ahora comprendo que eres una completa estúpida al intentar comunicarte con los enemigos de nuestra familia solamente para vendernos.La mirada de Nabil muestra mucho enojo, pareciera que lo hubiesen traicionado a él. Aunque de cierto modo, también lo hice porque él es un Thompson.&mda
A pesar de no querer levantarme del suelo, al recordar lo que he olvidado, mi cuerpo parece recibir una energía inmensa que me hace levantarme del suelo como si fuera impulsada por un resorte y correr por el baño.Cómo estoy empapada por mi tiempo en la ducha, me resbaló y terminó arrodillada en el suelo. Pero, tan rápido como me caí, me levanto corriendo en busca de un calendario, porque sé que no me permitirán revisar un teléfono.— ¡Señorita, espera un momento, no corra así, tan empapada!— ¡Necesito un calendario! — gritó saliendo de mi habitación recorriendo toda con la mirada y aun así, no encontrar lo que necesito.— ¿Qué ha dicho? — pregunta Eva saliendo del baño, pero, yo no tengo tiempo de explicarle qué es lo que quiero.Como si mi vida dependiera de esto, comienzo a re
Sabiendo que debo averiguar si debo entrar en pánico o no, corro por la casa intentando encontrar a Eva, quien está arreglando la habitación donde desperté.— ¡Eva! — grito asustándola.— Por Dios, señora, ¿Cómo puede tener tanta energía cuando estuvo sin moverse por tanto tiempo? — pregunta Eva confundida.— Eva, por favor, dime algo, ¿tú has estado cuidándome todos estos días?— Sí, señora. Desde que el señor Thompson la trajo inconsciente, la he estado cuidando.‘Al menos sé a quién debería preguntarle lo que tanto me preocupa.’ Me digo mentalmente y de inmediato, cierro la puerta implorando que las cámaras no graven lo que voy a preguntarle.— Eva, ¿fue difícil para ti atenderme?— Claro que no, estuve preocupada porque no despe