Tres días después.
Noticia importante: se acabaron los preservativos.Nos encontramos en la terraza observando la hermosa vista. Nick, observa el paisaje contándome muchas cosas interesantes de su vida y yo lo observo a él. Por lo que, ambos nos deleitamos con lo que vemos. Han sido tres días cargados de muchas emociones, ya que, hemos dejado que el deseo sexual tome el control de nuestros cuerpos y es por ello, que ahora mismo estamos heridos y agotados. Porque, tanto esfuerzo con descansos escasos, más la fricción durante el sexo, ha causado que nuestras intimidades queden muy sensibles y heridas.Debo reconocer que nos hemos detenido porque ya no quedan preservativos y no precisamente porque sintamos dolor, ya que, eso se nos olvidaba una vez que fuéramos uno solo.— Pero, nada de lo que he visto o deseado se compara con todo lo experimentado en estos días contigo. — concluyeTres días después El tiempo pasa y como todos estos días, cuando termino de cargar uno de los dispositivos electrónicos, comienzo a recorrer la casa en busca de señal. Sin intención de darme por vencida me subo incluso el techo en busca de una sola línea de señal. Pero, la respuesta sigue siendo la misma: no hay. Nick no ha regresado a casa desde que rechace su propuesta y por ello, he utilizado todo este tiempo para poder recorrer cada rincón de la casa y también cerca de esta para encontrar un poco de señal. Pero, hasta el momento no he obtenido ningún resultado favorable. — El muy idiota me vio la cara de tonta. Fingió darme un dulce y en realidad era un remedio amargo. — digo molesta. Decepcionada por haber caído en su trampa dejo los dispositivos electrónicos en cualquier lugar y salgo al balcón pensando cuál va a ser mi siguiente plan. Porque aunque él ganó al engañarme con los dispositivos electrónicos, yo logré engañarlo al someterlo por medio del sexo al punto en que men
Horas despuésEl hambre es más fuerte de lo que creía y es por ello, recorremos la casa mientras tenemos sexo salvaje, como tanto a él le encanta y yo disfruto complacerlo. Siendo sincera, no sé cuántas veces hemos tenido sexo, pero, no me importa.‘Si no me morí en la sesión pasada de sexo, mucho menos me voy a morir ahora que tengo experiencia.’ Me digo mentalmente.Aunque escasamente me había sanado de las heridas por tanta fricción eso ahora mismo me importa poco, porque mi interés es sentir satisfacción. Es por ello, que gimo sin algún tipo de vergüenza mientras toco, muerdo y araño el cuerpo del hombre que tanto he deseado estos días en soledad.Tanto es el deseo que nos tenemos mutuamente, que ni siquiera nos tomamos el esfuerzo por hablar. Ya que, esa energía podemos utilizarla para una nueva sesión de sexo. Porque a dife
Yo no soy capaz de mover mi cuerpo por lo agotado que está, ni tampoco intento gritar porque siento que tantas horas gimiendo y gritando cosas que no podía entender, han acabado incluso con mis cuerdas vocales.Pero eso no quiere decir que mentalmente esté teniendo una crisis donde corro por todos mis pensamientos lanzando todo a mi alrededor, porque nuevamente tropecé con la misma piedra, de la misma forma y causándome las mismas heridas.‘¡¿Cómo puede ser tan tonta, Marcela?!’ me quejo mentalmente.— ¿Qué pasa, querida? ¿Te molesta que me burle de mi hermano? — pregunta el hombre que ahora sé que es Noah y no Nick.‘¿Por qué no puedo aprender de mis errores?’ me pregunto mentalmente.Realmente deseo golpearme por ser tan estúpida, pero, no tengo siquiera energía para hacer algo así. Es por ello, que nada
‘¿Quién en su sano juicio, propone matrimonio de esta manera?’ Me preguntó mentalmente, deseando saber qué pasa por la mente de Noah. Pero no es eso lo que más me preocupa, sino como mi mente lujuriosa se emociona porque me ha propuesto matrimonio de una manera pervertida que mi ninfomanía aprueba. Es entonces cuando me doy cuenta que mi cuerpo existen dos Marcelas, una tan lujuriosa y pervertida que tiene todas las características de una ninfómana y la segunda, que es racional y pocas veces aparece porque la primera reprime la segunda. — ¿Qué opinas, mi querida mujer? — pregunta Noah. — Soy consciente de que tengo muchos motivos para pensar que ustedes están completamente locos, pero cada vez pasan ese límite de locura. — susurro aturdida. — Quiero hacerlo de una forma especial, Marcela. Sabes perfectamente que tengo todo el dinero para crear una escena digna de un cuento de hadas para pedirte que seas mi esposa. >> Pero, no quiero mentirte. Nuestra vida juntos no será como en
Tres semanas después Durante todos estos días me he mantenido encerrada en mi habitación. Aunque al principio Noah tocaba mi puerta una y otra vez pidiendo que habláramos, después de pasar todo un día encerrada en mi habitación, terminó avisando que se marchaba para dejarme descansar como yo quería. El mismo día en el que Noah se marchó, Eva apareció y por ello, en cada momento en el que tenía que alimentarme, ella aparecía tocando mi puerta. Para después abrirla y dejarme la comida sobre la mesa al lado de mi cama. Mi cabeza seguía siendo un caos y no encontraba alguna solución al problema en el que yo misma me metí. Por lo que, solo veía cómo pasaban los días estando yo encerrada mientras escasamente me alimentaba, porque tanta preocupación impedía que tuviera hambre. — Señorita, debe levantarse — dice Eva entrando a mi habitación a una hora donde no tiene que entregar comida. — No quiero levantarme. Déjame morirme en mi propia miseria. — Entiende que quiere estar encerrada, p
Pensando en todo lo que podría suceder si realmente los Cassano me ayudan, retrocedo, para seguir con esta farsa de ser vestida para la fiesta, sin embargo, unas detonaciones se escuchan y de inmediato, los gemelos corren hacia mí y sacando sus armas, apuntan a su alrededor.Mi corazón se acelera ante la posibilidad que esté nuevamente en un enfrentamiento. Pero, de cierto modo, me siento con menos miedo porque los gemelos se encuentran aquí.‘¿Qué rayos te sucede, Marcela? Ellos son tus secuestradores, no tus salvadores.’ Me dice mi mente.— ¡¿Qué rayos está sucediendo?! — grita uno de los gemelos, mientras varios de sus hombres salen sin decirle algo.— ¡Señores Thompson!— ¿Quién se ha atrevido a atacarnos en nuestra propia casa?— Son sus hermanos, señor Thompson.— ¿Sus hermanos? &
Mi corazón late frenéticamente porque sé que Nicolás no está bromeando con lo que acaba de decir. Con todo lo que he experimentado, soy consciente que los Thompson no necesitan una excusa para ser crueles, pero Nicolás tiene todo en mi contra para causarme todo tipo de daño por lo que vivimos en la isla. Por lo que, por nada del mundo debo marcharme con él. El problema es que una cosa es lo que quiero y otra cosa es lo que puedo realizar con mi limitada experiencia en estas confrontaciones, porque los chicos están heridos y sin ningún tipo de escolta. — Por mucho que sueñes en tener el poder, no te lo vamos a permitir. Así que, detente antes de que acabe con tu vida. — dice uno de los gemelos. — Ustedes son inteligentes chicos, así que, deben saber que están en una situación muy desventajosa en la que deberían suplicar por su vida, en vez de mostrarse como los malnacidos que siempre han sido. — ¿Cuándo has visto una montaña inclinarse porque hay un temblor o algo peor? Ahora mismo
Realmente no comprendo lo que acaba de decirme, pero, no puedo quedarme simplemente a preguntarle a Nicolás a qué se refiere cuándo sé que mi vida está en riesgo y él es el causante de ello.— ¡Ahora, Marcela! — gritan los gemelos, asustándome por breves segundos.Aunque mi mente está en un choque, por lo que acaba de decir Nicolás, no dudó en moverme rápido y dispararle al hombre que me acaba de dar una información muy valiosa.Cuando creo que voy a ser la única que disparará, los gemelos sacan sus armas y disparan a tres personas tan velozmente que quedó aturdida. Por lo que, tan rápido como comenzó, terminan las ocho personas heridas, aunque diría que solo Nicolás es quien puede hablar o salvarse si lo atienden de inmediato.Pero, antes de decirle algo a los gemelos relacionado con Nicolás, ellos actúan tan rápido que no hay manera de que quede con vida, porque los gemelos se concentran en descargar las balas de sus armas en el cuerpo de su hermano mayor.— ¿Qué acaba de suceder?—