Han pasado dos semanas y del pequeño Toni no han tenido noticias, sus raptores han sido muy cautelosos. El día que buscaron el auto con el satélite sí lo encontraron en aquella colonia, pero, el bebé no estaba, no había nadie dentro de él, ellos fueron a dejar el maldito auto allí para que José Luis les perdiera el rastro, ellos son muy astutos y saben que José Luis también es muy listo y por eso tienen mucha precaución con lo que hacen.Aún no se sabe nada de nada, ni siquiera una llamada de teléfono para pedir por su rescate, por lo que las autoridades policiales descartaron que sea un posible secuestro y ahora han optado por relacionarlo con que tal vez algún familiar se lo ha llevado sin el consentimiento de los padres del menor.Ellos no han dejado de buscarlo, ya es un caso de relevancia que ha trascendido a nivel nacional e internacional, incluso las alertas rojas migratorias y el FBI están activadas para que nadie intente sacar al bebé del país.Claro que en casos como este se
La autopsia se les realizó a los tres familiares de Clara Isabel; su hermano y sus dos padres descansan en el mismo lugar y eso les facilitó el trabajo a los médicos forenses y miembros de la policía nacional que asistieron.Clara Isabel aún no entiende el motivo por el cual los han sacado de sus tumbas, ella le suplicó a su marido para que no permitiera que lo hicieran, pero José Luis no le dijo nada y la alejó del lugar por órdenes de los agentes porque la chica ya se les estaba descontrolando.Ya cuando iban de regreso a su casa de habitación, le llamó el oficial Gamero, y le comunicó que han recibido una llamada telefónica anónima en donde les notifican sobre un bebé que anda caminando por las calles y que al parecer anda desorientado.—Ahora mismo voy para allá, Señor Oficial. —Dijo, el hombre a quien se le han devuelto las esperanzas de encontrar a su hijo, ya que han pasado más de dos semanas y aún no se sabe nada de su paradero.—¿Para dónde vas, José Luis? ¿Qué te ha dicho e
Al no obtener respuesta por parte de Clara Isabel, la joven Yeni optó por marcar el número de teléfono de la señora que trabaja en la mansión de su amiga. La señora respondió y al enterarse de lo que ha sucedido se apresuró a ir a la habitación de la chica, donde la encontró aún tirada sobre el duro suelo.Corrió al cuarto de baño y buscó en el botiquín de primeros auxilios algo que le sirva para regresar el espíritu de la chica, ella con mucho amor y cuidado le aplicó alcohol sobre la nariz y en las muñecas, de inmediato reaccionó la chica y la señora le ayudó a levantarse del suelo y a recostarse sobre la cama. Al recordar la llamada de su amiga Yeni, Clara Isabel se puso a llorar nuevamente y desesperada marcó el número de su marido, pero él no le respondió.—¿Por qué voy a estar pendiente de contestarle el teléfono a una mujer que es la culpable de que mi hijo esté sufriendo? —el hombre se formuló esa pregunta en su mente, pues, está muy molesto y le duele ver como su hijo está co
Clara Isabel ya está harta de estar llamándole a su marido y que este no le quiera atender las llamadas. Se comunicó con Alberto y le comentó sobre el problema que tiene con su marido y que el mencionado, por eso, no le quiere atender.El joven Alberto se mostró sorprendido cuando ella le comentó que su marido la acusa de estar involucrada con el desaparecimiento de su propio hijo. Sin embargo, él ya conoce esa historia.—Bueno José Luis, yo intenté ayudarte, pero la verdad es que me duele ver a una madre que se desvive por su hijo y ahora sufre porque no le permiten verlo. Lo siento mucho mi hermano del alma, pero aunque tú me odies como la odias a ella, yo me arriesgaré y la llevaré hasta la otra ciudad donde están ustedes, no quiero que en el futuro mi sobrino me cuestione y se vuelva mi enemigo. — Esas son las palabras que Alberto le manda a decir en un mensaje de texto a José Luis, pero este no lo vio porque su teléfono ahora sí se le ha quedado sin batería de verdad.—En unos
Mientras el bebé duerme muy tranquilamente porque está seguro de que ambos padres vigilan su sueño de niño, su padre tomó del brazo a su mamá y la arrastró hasta el cuarto del baño, le está reclamando porque está molesto de que se haya presentado ante su hijo sin antes consultarlo con él.—Yo no tengo que pedirle permiso a nadie para poder ver al hijo que yo misma di a luz, y si tú me lo quieres impedir, te recomiendo que no pierdas tu tiempo porque no lo vas a lograr. —ella está muy segura de sus palabras, ella ya no está dispuesta a seguir doblegándose ante él.—¿Me estás amenazando? —le interrogó el hombre rechinando los dientes y viéndola de reojo.—Te lo estoy advirtiendo José Luis, nadie me va a impedir que esté junto a mi hijo, y mucho menos tú. — ¿Te queda claro pedazo de machista?—Ja, ja, ja, no te equivoques conmigo, tus amenazas o advertencias como tú les llamas no me asustan. —Y claro que sí te voy a impedir que estés cerca de mi hijo.—José Luis, suéltame, pareces un ván
Como a la velocidad de un rayo, el joven Alberto bajó de su auto, dejándolo mal estacionado en la carretera, pero eso no le importó y corrió detrás del hombre que carga el cuerpo de Clara Isabel.Su esposa Yeni no se quedó atrás y salió corriendo junto a él, ella llora desesperada al ver que un líquido rojo se escurre del cuerpo de su amiga y cae directo al suelo, dejando una hilera de esa mancha, en el camino hacia la emergencia ella va rezando para que papá Dios le permita a la chica vivir mucho más y que su bebé en el vientre se encuentre bien de salud.—Alberto, llámale al esposo de ella para que esté al tanto. —Suplica la chica mientras caminan a paso apresurado detrás de aquel hombre. —Sin embargo, él no le quiere avisar por teléfono, él quiere ir personalmente para decirle unas cuantas cosas en su cara.El muchacho que carga a la chica la colocó en una camilla que le dieron las enfermeras y estas se la llevaron para una habitación. Yeni fue la que dio los datos y Alberto el que
Alberto llegó donde su esposa está sentada y le preguntó que como iba el asunto, ella le dijo que aún no le han dicho nada, pero que ya pronto espera que lo hagan porque ya ha pasado bastante tiempo. La chica le preguntó por el paradero de José Luis, pues, esperaba que fuera él quien viniera.Sin embargo, Alberto no le quiso decir que es que él no quiere ver a su esposa, entonces le dijo que el bebé está despierto y que no se quería separar de su padre, que él se ofreció a cuidarlo por mientras, pero que el bebé no lo aceptó.—Ya me doy cuenta de que ese muchachito es rebelde como tu amigo. —Dijo la chica con una sonrisa a medias. —Ella está muy triste por su amiga, y lo peor que todavía no le dan mayores detalles sobre su estado de salud.—Al parecer será idéntico a él. —comentó José Luis, con una sonrisa de lado.—Familiares de la señora Clara Isabel Mejía Villanueva… —anunció el hombre de bata blanca.—Aquí estamos sus amigos, doctor.—¿No ha venido ningún familiar de ella? —pregun
—¿Qué pasó José Luis, a quien te mencionan ellos en el documento? — Preguntó Alberto, al ver que su amigo se ha puesto tan pálido como una hoja de papel en blanco.—Es… es mi tío… aquí menciona que hay un testigo que asegura que mi tío lo contrató para que secuestrara a mi hijo. —el hombre está confundido y a la vez dolido, pero aun así se niega a creer lo que esas letras dicen.—No lo puedo creer, tu tío no haría eso. —Desde que el joven recuerda a ese señor, lo recuerda como una persona cariñosa y amable, incapaz de hacerle daño a alguien y mucho menos a un pequeño de apenas tres años de edad y encima que es su sobrino.—Sí, yo estoy seguro de que él no tiene nada que ver y más bien se han equivocado los elementos del cuerpo policial.—Pero ¿y los resultados de la exhumación como salieron?—Aquí dice que los difuntos sí son las personas que se les mencionó. Los resultados confirman la teoría de Clara Isabel, sus familiares están muertos y con muchos metros bajo tierra.—¡Ves José Lu