Cuando Hiz llegó a la habitación, encontró a Dober durmiendo como piedra, llegó a escucharle un ronquido.
—¿Tan cansado está? —musitó mientras se acostaba a su lado.
Lo observó dormir; hasta cansado y con ojeras se seguía viendo tan guapo. Sus labios eran de un rosado oscuro y le parecieron provocativos.
Se acomodó en la cama y se arropó con las sábanas.
La mañana comenzó muy apresurada en la Casa Principal. En los pasillos iban y venían los empleados; se escuchaban susurros bajos y se sentía la tensión por la carga de responsabilidades.
En cambio, Hiz se despertó con ganas de no salir de la cama. De hecho, si quería, podía quedarse todo el día allí.
Cuando despertó, Dober ya se había marchado de la habitación. Así que pasó toda la mañan
A Hiz le habían acabado de recoger el cabello en un moño alto y le pusieron la tiara para que adornara su peinado. Demoraron alrededor de una hora peinándola y maquillándola. Ya se había preguntado Hiz el por qué la harían alistarse tan temprano, pero, cuando vio que demoraron tanto arreglándola, lo entendió.Fue bueno el que anteriormente la hicieran usar el vestido y los tacones, ya que, al vestirse, se sintió cómoda con ellos: los zapatos se habían adaptado al molde de sus pies y bueno, en el caso del vestido, psicológicamente sabía qué esperar.Cuando le terminaban de ajustar el vestido, Dober entró a la habitación y les pidió a los empleados que salieran; siempre hacía eso, ya que no le gustaba que nadie lo viera en paños menores.Dober siempre se vestía solo; todo lo contrario a Hiz, que tenía a su dispos
—Dane, bajarás primero, una vez el baile de inicio. —Explicó Mía—. Tendrás que esperar a que se haga el anunciado. Recuerda mantener el cuello erguido, de lo contrario se resbalará la tiara de tu cabeza.Mía estaba cambiada con un vestido blanco y pomposo, también llevaba una corona como ellas en su cabeza, pero era mucho más grande y hecha con perlas incrustadas. Al igual que Hiz, llevaba una capa roja en su espalda de algodón que se veía pesada. Lucía como toda una gobernante de un imperio. Con su edad y algunas arrugas en su rostro, se denotaba la sabiduría que llevaba consigo.—Después, se anunciarán a los Mandos Segundos, así que Hiz, deberás bajar con Dober. Debes esperar a que yo te diga cuando salgas, para que los dos lleguen al mismo tiempo a las escaleras y bajen juntos. Recuerda no pisar el vestido o estorbarle a él c
Dober se había acercado a Jusnes y conversaban junto a otros hombres. Por el lado de Mia, varias mujeres de diferentes edades se acercaron a ella para saludarla. Algunas Hiz y Dane la conocían por la reunión del té, como la princesa Einty.—Hiz, —llamó Dane casi a susurro—, tengo un problema.—¿Cuál? —inquirió la joven sin dejar de observar al público.—Me incliné cuando ustedes bajaron.—Lo sé, lo vimos.—¿Qué hago? —Dane parecía comenzar a tener ansiedad.—Nada, solo mantén la compostura de ahora en adelante. Seguramente nadie vio lo que hiciste.—E-está bien —Dane se forzó a sonreír y adoptar la postura de Hiz frente a los invitados.Mia llamó a las dos mujeres con la mirada y ellas se acercaron para saludarlas.La p
Dober se acercó a Hiz, cuando vio la oportunidad. Ella tomaba una copa de vino blanco mientras observaba a los visitantes bailar. Habían pasado tres horas después de la presentación y todo salía muy bien, justo lo acordado.Dane estaba bailando con Gost y Hiz comenzaba a notar el interés de ambos. Parecía que tenían una química especial.Dober se plantó a su lado, también con una copa, pero de champán.—Dober, ¿el doctor Ramson ya encontró el por qué las uniones se están propagando? —preguntó ella con tono bajo.—Dice que tal vez es la influencia de las uniones cercanas a las personas, las que podrían estimular los químicos de las marcas y así producen la mutación.—¿Podría un Infinito y un Diamante unirse?—¿Qué? —Dober volteó
Jew abrió los ojos y notó que aún seguía en la habitación blanca, rodeado de aparatos pegados a su cuerpo.Intentó pasar saliva, ya que sentía su garganta seca. Pero estaba sediento y el sentir su paladar tan rasposo, le provocó más necesidad de tomar agua.Llevaba varios días en aquella habitación durmiendo sin cesar, ya no sabía qué día era. Si había pasado una semana o más. Pero, por alguna razón, no se sentía ansioso por salir de allí, de hecho, se caracterizaba por ser una persona sumamente paciente, así que, esperó a que algún enfermero o el doctor Ramson llegaran para que le dieran agua.Supuso que había pasado una hora desde que había despertado y la puerta de la habitación se abrió, mostrando el rostro del doctor Ramson, cargaba una tableta de
¿Qué era el amor? ¿Cómo podría saber si estaba enamorada?Dober se lo había dicho “te amo”. ¿Ella algún día podría decirlo? ¿Podría correr a él para abrazarlo y gritarlo, estando totalmente segura?¡Dober, te amo, te amo con todas mis fuerzas! ¿Podría decir algo parecido?Una vez su mamá le dijo que, cuando era una adolescente y recién se había unido a su padre, a él se lo llevaron preso al haber estado en medio de una revuelta. Ella se sintió tan desesperada de pensar que podrían asesinarlo e intentó salvarlo, colándose en medio del grupo que se iban a llevar, pero los agentes del Gran Grupo la vieron y la apartaron.Su madre comenzó a gritar y su padre se dio cuenta, así que volteó y le gritaba que estaría bien. Pero ella seguía gritando y llo
Dane se había levantado a eso del medio día y corrió a arreglarse. Su plan era poder salir a dar un paseo por los jardines de la Casa Principal y ver si tenía la fortuna de encontrarse con Gost.Se cambió con un vestido rojo de tela lisa, no era esponjoso y la hacía sentir muy ligera. Dejó su cabello suelto, pero adornado por un broche que recogía una parte superior de su cabello, dándole un toque delicado. Se calzó con unos zapatos plateados con tacón bajo; como era alta, se veía bastante bien con un vestido largo y zapatos bajos.Después de comer un poco en la intimidad de su habitación, salió a dar el tan esperado paseo por los jardines.Después de caminar por una hora, comenzó a perder la esperanza de encontrarse con Gost. Seguramente estaba cansado por la larga noche y seguía durmiendo.Sin embargo, cuando volvía de los
A veces la pareja con la que debemos estar el resto de nuestras vidas, termina siendo todo lo contrario a lo que una estábamos pidiendo.Jew quería tener una unión biológica, por esa misma razón decidió ser voluntario para que experimentaran con su marca. Si era la única forma de conseguir pareja, estaba dispuesto a pagar el precio.Cuando Betsy entró en la habitación y sus miradas se encontraron, la unión apareció en sus manos izquierdas y la cadena comenzaba a materializarse desde las puntas de sus dedos meñiques, hasta viajar por el aire y conectarse, dejándolos atados.Los dos estaban vestidos con ropa blanca (camisa de mangas largas y pantalón largo). Con la habitación blanca y lisa, lo único que resaltaba era el violeta de la unión biológica, que los conectaba desde la distancia.Sus ojos se escudriñaban y parecí