—Es el don de la tortura mental —explicó el doctor Ramson a Dober—. Había registros de este don en los libros, pero se creía que ya no había personas que pudieran usarlo. Es altamente peligroso, hasta para el propio portador si no sabe usarlo.
—Sabía que Hiz lo tenía —confesó Dober—. Varias veces lo usé para poder leer la mente de las personas.
Ramson abrió su boca del asombro.
—Claro, entonces por eso Hiz pudo usarlo con tanta precisión para atacar a Charles —soltó el doctor con impresión—. Tú lo desarrollaste y Hiz lo descubrió. Dober, eso es demasiado peligroso, ¿sabes lo irresponsable que fuiste? Hiz casi muere al caer del edificio porque las alucinaciones la estaban atacando. Si no hubiera sido por la unión, en este momento estaría muerta.
—No sabía que Hiz pudiera us
El doctor Ramson sabía que podían pasar dos cosas: que Jew muriera por un desequilibrio químico, producto de la alteración o que la mezcla resultara exitosa y comenzara a generarse en él una unión con alguien que no tenían ni idea en dónde estaría, pero que, al ser la unión una mutación tan poderosa, aunque estuviera en otra constelación, Jew sería capaz de saberlo. Entonces, su deseo de tener a alguien que lo amara, se cumpliría.Jew por un momento comenzó a quejarse de la incomodidad y después su cuerpo se retorcía del dolor. El doctor Ramson tuvo que tomarlo de las manos para que se quedara quieto.—Hey, chico, me dijiste que estabas de acuerdo con esto —soltó con algo de miedo—. Por favor, resiste, no me metas en un terrible problema…Entonces se dio cuenta que había sido un grave error tomar al comanda
La nueva moda de los Plumas:—Si tocas a una persona que se desmaya y le aparece la luz azul en el brazo izquierdo, podrás conseguir unión pronto.—¿Qué? ¿En serio crees en eso que están diciendo?Risa burlona. —Pero si es cierto… una tía vio a una chica que se desmayó al cruzar la calle y tenía la luz violeta en su brazo y la ayudó, así que tocó la marca violeta. Mi mamá me dijo que ahora anda con un chico sumamente guapo, y eso que todos jurábamos que se iba a quedar solterona.—Eso no es cierto. La luz violeta solo es la publicidad que le están haciendo a una marca de ropa deportiva.—¿En serio crees que eso es cierto? Si la ropa deportiva no tiene nada que ver con el conseguir pareja para formar una unión.
—El baile del Día del Sol —esbozó Mía con una amplia sonrisa—. Conmemoramos este día al sol, al ser nuestro imperio el noventa por ciento del tiempo con sol. Nos ha traído felicidad y turismo gracias a nuestras esplendorosas playas. Y la Casa Principal se abre al público una vez al año para recibir visitas de todo el planeta, especialmente para llegar a este baile. Pronto los invitados van a llegar y todo debe estar preparado para su visita y el baile.Hiz soltó un suspiro y notó que Mía realmente estaba entusiasmada, abanicándose la cara con un sofisticado abanico tejido con tela de seda y bambú.—Chicas, deberán verse gloriosas en esta nueva velada —caminó con airosidad por la habitación.Llevaba puesto un vestido pomposo de tela rosado, que ornaba su busto bronceado y mostraba sus hombros al ser de mangas cortas y caída
Era demasiado aburrido estar encerrada en su habitación. Sí, sabía que era la regla, que así no se crearía un malentendido. Pero los invitados se encontraban en el ala suroeste de la casa, así que ella podría caminar por ciertos lugares sin ningún impedimento. Además, era de noche y quería tomar un poco de aire fresco.En un principio quiso ir a visitar a Dane a su dormitorio, pero ella estaba viendo una película, acompañada de una nueva amiga que había hecho en sus entrenamientos (lo bueno de poder relacionarse), así que, por más que la invitaron a estar con ellas, se sintió excluida y prefirió estar sola.En momentos como aquel, si viviera en la aldea de los Infinitos, ella se iría a caminar por el bosque, acostarse en la fina yerba y observaría la naturaleza. Le encantaba encontrarse conectada con la naturaleza, escucharla y sentir que
Cuando Hiz llegó a la habitación, encontró a Dober durmiendo como piedra, llegó a escucharle un ronquido.—¿Tan cansado está? —musitó mientras se acostaba a su lado.Lo observó dormir; hasta cansado y con ojeras se seguía viendo tan guapo. Sus labios eran de un rosado oscuro y le parecieron provocativos.Se acomodó en la cama y se arropó con las sábanas.La mañana comenzó muy apresurada en la Casa Principal. En los pasillos iban y venían los empleados; se escuchaban susurros bajos y se sentía la tensión por la carga de responsabilidades.En cambio, Hiz se despertó con ganas de no salir de la cama. De hecho, si quería, podía quedarse todo el día allí.Cuando despertó, Dober ya se había marchado de la habitación. Así que pasó toda la mañan
A Hiz le habían acabado de recoger el cabello en un moño alto y le pusieron la tiara para que adornara su peinado. Demoraron alrededor de una hora peinándola y maquillándola. Ya se había preguntado Hiz el por qué la harían alistarse tan temprano, pero, cuando vio que demoraron tanto arreglándola, lo entendió.Fue bueno el que anteriormente la hicieran usar el vestido y los tacones, ya que, al vestirse, se sintió cómoda con ellos: los zapatos se habían adaptado al molde de sus pies y bueno, en el caso del vestido, psicológicamente sabía qué esperar.Cuando le terminaban de ajustar el vestido, Dober entró a la habitación y les pidió a los empleados que salieran; siempre hacía eso, ya que no le gustaba que nadie lo viera en paños menores.Dober siempre se vestía solo; todo lo contrario a Hiz, que tenía a su dispos
—Dane, bajarás primero, una vez el baile de inicio. —Explicó Mía—. Tendrás que esperar a que se haga el anunciado. Recuerda mantener el cuello erguido, de lo contrario se resbalará la tiara de tu cabeza.Mía estaba cambiada con un vestido blanco y pomposo, también llevaba una corona como ellas en su cabeza, pero era mucho más grande y hecha con perlas incrustadas. Al igual que Hiz, llevaba una capa roja en su espalda de algodón que se veía pesada. Lucía como toda una gobernante de un imperio. Con su edad y algunas arrugas en su rostro, se denotaba la sabiduría que llevaba consigo.—Después, se anunciarán a los Mandos Segundos, así que Hiz, deberás bajar con Dober. Debes esperar a que yo te diga cuando salgas, para que los dos lleguen al mismo tiempo a las escaleras y bajen juntos. Recuerda no pisar el vestido o estorbarle a él c
Dober se había acercado a Jusnes y conversaban junto a otros hombres. Por el lado de Mia, varias mujeres de diferentes edades se acercaron a ella para saludarla. Algunas Hiz y Dane la conocían por la reunión del té, como la princesa Einty.—Hiz, —llamó Dane casi a susurro—, tengo un problema.—¿Cuál? —inquirió la joven sin dejar de observar al público.—Me incliné cuando ustedes bajaron.—Lo sé, lo vimos.—¿Qué hago? —Dane parecía comenzar a tener ansiedad.—Nada, solo mantén la compostura de ahora en adelante. Seguramente nadie vio lo que hiciste.—E-está bien —Dane se forzó a sonreír y adoptar la postura de Hiz frente a los invitados.Mia llamó a las dos mujeres con la mirada y ellas se acercaron para saludarlas.La p