En los siguientes días se comenzó a extender rumores acerca de la unión oficial del Mando Superior.
Era una mujer de carácter fuerte: la personificación de Dober Momson. Decían uno de ellos.
Es una mujer estricta, pero con un carácter dócil. Decían otros.
Se conocen de niños, por eso Dober Momson no aceptó ninguna otra mujer, porque la estaba esperando a ella. Fue el rumor que Hiz sintió más acertado.
Dicen que ella vivió en el bosque como una salvaje, por eso no han mostrado su rostro, porque le están enseñando modales para poder quitarle lo salvaje. Fue el rumor que tuvieron que desmentir, ya que comenzaba a deformar la imagen de Hiz.
Mientras Hiz aprendía a bailar para poder estar en el baile oficial del Día del Sol, en simultáneo aprendía a perfeccionar su firma (según, debería firmar muchos p
Dober la observó con atención.—Por favor, trabaja con Jew en la creación de un proyecto para la restauración de esta marca —ordenó con tono serio—. Quiero que lo tengas terminado antes de la celebración de nuestra unión oficial.Hiz ensanchó una sonrisa de satisfacción.—¡Muchas gracias!Dober se levantó y apoyó las manos en la mesa, para poder inclinarse y darle un beso en los labios a Hiz.—Gracias a ti —dijo en voz baja—. Estoy más que seguro que harás un gran trabajo como representante femenina. ...—Para eso tendrás que ir a esa aldea o lo que sea en lo que vivan —comentó Dane a Hiz.La joven caminaba de un lado a otro de la habitación (lo hacía cuando quería pensar mejor). Jew estaba pasando las hojas de un libro, con los pies subidos a un sillón, llevaba varias horas de haberse quitado los zapatos y sus pies estaban cubiertos por unas medias negras que hacían parte de su uniforme.Hiz no supo en qué momento se hizo amiga de él y Jew había dejado a un lado los modales. Casi
La unión volvió a aparecer y brillaba en todo su esplendor. Parecía que, cada vez que Dober acariciaba a Hiz, a la unión parecía agradarle.Fue bueno que el doctor Ramson llamara a aquella atadura que tenían de la misma forma que las culturas llamaban a las relaciones de pareja: unión. Ya que era algo que no podían terminar y era de por vida.Dober estimuló a Hiz hasta que la joven se retorcía de placer y dejó de concentrarse en la idea de estar los dos desnudos. De hecho, ella ya había comenzado a besarlo y gemía por el placer.Él había notado que sentía mucho más placer con Hiz a cuando tuvo sexo con otras mujeres. Imaginó que, aparte de estar enamoradísimo de ella, también estaba la unión que los comunicaba y parecía que por allí también se transmitía el placer. Era por esa misma razón que ansiaba estar con ella y saber hasta qué límite podía llegar ese placer.Cuando notó que Hiz ya estaba dilatada, comenzó a introducirse a ella. La joven soltó un pequeño grito y, sorpresivamente,
—Hiz tiene un diez por ciento de raza Alma Blanca, lo que es una cifra muy baja a comparación de la Infinito que es el ochenta y cinco por ciento —explicó el doctor Ramson—. Curiosamente, el otro cinco por ciento es Pluma. Aunque, por los cambios que se están realizando en ella, los químicos de su marca que pertenecen a la raza Pluma, siguen mezclándose con los Infinitos, así que, debemos seguir revisándolos para ver su evolución.Dober estaba con la boca entreabierta por la impresión.—¿Y los químicos de la raza Alma Blanca están estables? —inquirió.—No, están en constante movimiento, pero se encuentran fusionados con el Infinito, lo que indica que ella nació con ellos, no los ha adquirido por la unión biológica que ahora se ha manifestado en ella. Los ha heredado de sus padres —el doctor observó a Hiz fijamente—. ¿Sabes si en tu familia hay un Alma Blanca totalmente puro?—No lo sé —contestó ella.—Entonces… ¿Hiz no es totalmente Alma Blanca? —indagó Dober algo ansioso.—No, solo t
Era totalmente diferente el estar adaptándose a un lugar porque vas a vivir allí a estar viviendo en un lugar nuevo y esperar a que comience una guerra.Ahora que Hiz sabía que Dober se preparaba para una guerra segura contra los Diamantes, le parecía que toda su realidad se transformaba en algo gris. Imaginaba que habría problemas con los Diamantes por lo ocasionado con los Exterminio y Triángulos; pero no le gustaba pensar en una guerra, le parecía una palabra muy oscura.Pero ahí estaba, sentada en un sillón en el cuarto de estudio privado de Dober, escuchando todas las confesiones de su unión. Cuando lo escuchó hablar sobre que los Diamantes habían atacado la nave donde Ben estaba apresado y logró escapar, sintió que su mundo tambaleó. Menos mal estaba sentada, porque habría desfallecido por el impacto de la noticia.—Hiz, necesito que me ayudes —pidió Dober—. Necesito que vuelvas a hacerlo. Hiz estaba sin aliento. Quería devolver el tiempo y estar en el día anterior, allí, estud
—Eran sus recuerdos —confesó Hiz—. Yo lo vi. Ben estaba siendo torturado por los Diamantes para que completara la tecnología de teletransportación. Asesinaron a su madre para torturarlo. —Sollozó—. Fue horrible. Podía sentir todo lo que sentía Ben en ese momento.Dober dejó salir un suspiro y sus ojos se concentraron en la marca en el cuello de Hiz. Hace horas atrás, él había sentido su marca arder y supo que Hiz estaba en peligro. Nunca imaginó que fuera porque un prófugo de la justicia se había infiltrado hasta su habitación.—¿Y cómo te mostró sus recuerdos? —indagó el doctor Ramson.—Me tocó un tobillo, fue ahí donde grité y después perdí la consciencia. Pero yo estaba dentro de sus recuerdos en todo este tiempo. Podía sentir su tortura, lo veía correr para escapar de ellos y también estaban los golpes. Todo pasaba muy rápido, fue horrible, horrible —Hiz soltó el llanto.Solo se escuchaban los sollozos de Hiz en la habitación del hospital en el área norte de la Casa Principal.Hab
Jew era el encargado de cuidar la habitación en la que tenían a Ben. Solo podía entrar en la habitación el doctor Ramson. No dejaban que nadie se acercara al área donde estaba dicha habitación, era totalmente prohibido acercarse al menos un poco, así como hablar sobre lo ocurrido.Dober y Hiz rara vez hablaban sobre Ben. A Hiz le daba miedo tocar el tema y Dober se sentía sumamente incómodo y algo contrariado.Prefirieron concentrarse en sus rutinas. Ni siquiera pensaron en tener sexo; no había muchos ánimos para pensar en cosas que ahora se volvían banales.Se avecinaba una guerra y había una pieza clave a espera de hablar y detonar el inicio de esa guerra. ¿Cómo podían pensar en otra cosa que no fuera en las expectativas de lo que podía pasar?Dober solía hablar mucho con Jusnes sobre su plan. El cómo podrían oculta
—Hiz, ¿qué le hiciste?La chica parpadeó dos veces. Ya sus ojos habían dejado de llorar sangre.—Hiz, ¿por qué el entrenador Charles perdió la cordura?Miró el ventanal que daba una vista al lago artificial de la Casa Principal.—¿Fuiste tú quien le hizo daño? Él no deja de repetir que no le hagan daño y solo se encontraba contigo. ¿Qué le hiciste?Hiz decidió encarar al doctor Ramson, el cual era quien le hacía preguntas y después pasó la mirada por Dober.—No lo sé —respondió—. Él comenzó a gritar y a arrancarse la piel de su calva.Ella no podía ocultar una sonrisita de satisfacción en su rostro, así que, al hablar, la mostraba.Dober sentía que le habían reemplazado a su compañera, ¿
—Es el don de la tortura mental —explicó el doctor Ramson a Dober—. Había registros de este don en los libros, pero se creía que ya no había personas que pudieran usarlo. Es altamente peligroso, hasta para el propio portador si no sabe usarlo.—Sabía que Hiz lo tenía —confesó Dober—. Varias veces lo usé para poder leer la mente de las personas.Ramson abrió su boca del asombro.—Claro, entonces por eso Hiz pudo usarlo con tanta precisión para atacar a Charles —soltó el doctor con impresión—. Tú lo desarrollaste y Hiz lo descubrió. Dober, eso es demasiado peligroso, ¿sabes lo irresponsable que fuiste? Hiz casi muere al caer del edificio porque las alucinaciones la estaban atacando. Si no hubiera sido por la unión, en este momento estaría muerta.—No sabía que Hiz pudiera us