Hiz apareció sobre algo que la rodeaba. Podía sentir que la rodeaban por la cintura y unas manos anchas apretujaban su espalda. Había un jadeo cerca de su oreja derecha y un diminuto temblor.
Entonces logró abrir los ojos y parecía estar volando: se encontraba muy por encima del alto bosque. Sus ojos encontraban diminuta la ciudad de los Infinitos y todo el bosque oscuro se extendía bajo sus pies.
Reparó y vio que todo el panorama lo observaba por una pared de cristal. Dober era quien la abrazaba y jadeaba.
—¿Estás bien? —preguntó.
Hiz se dio cuenta que el temblor lo producía su propio cuerpo. Se aferró con fuerza a Dober y dejó salir el llanto, pero era por puro alivio.
—Hiz, ¿te hicieron daño? —preguntó Dober.
—S-sí… —intentó hablar, trató de calmar su voz—. Es
Hiz se dio cuenta que había llegado el momento en su vida de cambiar cuando llegó Dober a la nave, con ojeras y rostro pálido por el cansancio. Entró a la habitación y la abrazó, haciendo que los dos cayeran a la cama, acurrucándose en Hiz.—Gracias, Hiz —susurró.La misión demoró tres días. Todo ese tiempo Dober no llegó a la nave y Hiz estaba segura de que él no descansó. Por eso se veía vencido por el cansancio.—¿Por qué me agradece? —preguntó ella, acariciando su cabello lacio.—Pudimos terminar la misión gracias a ti con éxito —respondió.—No es tanto por mí, si Dane no le hubiera avisado a usted, yo habría muerto y ustedes no habrían llegado a la base, ¿no cree?—Sí, es verdad —respondió Dober co
Dober había sumergido una mano por debajo del vestido de Hiz y estaba tocando su entrepierna.—¡No, por favor! —pidió ella totalmente avergonzada.—Shu… tranquila, Hiz, relájate —susurró él—. Te va a gustar. No te imaginas lo que es capaz de hacer tu cuerpo para hacerte sentir placer.Ahora Dober sumergía su mano por debajo de la ropa interior y hacía masajes circulares en su sexo.Hiz comenzó a respirar agitado y abría su boca para dejar salir gemidos. Dober comenzó a besarla y sumergía su lengua en su boca. Después le besó el cuello con mucha pasión.Un dedo de Dober se introdujo en su vagina y la estaba estimulando. Hiz se sintió bastante húmeda y no dejaba de retorcerse y sentirse caliente.Nunca había experimentado tanto placer.Veía que la marca de Dober hab&iacu
Dober entró a la habitación y observó a la mujer desde lejos.—Hiz está bien, había despertado, pero la dormimos porque no dejaba de moverse —explicó con voz tranquila—. Solo duerme y se recupera. Le hemos puesto un parche nutricional para que su marca pueda nutrirse. Tuvo una descompensación nutricional, así que debe guardar mucho reposo.La mujer lo observaba fijamente, con la impresión que tendría una persona que acaba de conocer a un ser de otro mundo. Ella creía que él sería un hombre soberbio, como su hija lo llegó a describir y por todos esos rumores que se corrían entre los Infinitos: pero ahí estaba, tan humilde y respetuoso con ella, que no parecía ser un Pluma; de hecho, ¿era un Pluma de verdad? ¿Por qué tenía ese infinito en su marca?—Señora, por favor, levántese del
Definición de unión en la cultura de marcas: Pareja que comienza a vivir bajo el mismo techo, con la cual tendrá hijos. Esta unión suele prepararse meses antes de ser mostrada en sociedad. Si la marca de la unión es de alta alcurnia, generalmente la mujer vive unos meses en casa de su futura unión (pero también puede ser el hombre el que se mude a casa de la mujer) y convivan un tiempo para estar convencidos que podrán vivir en armonía antes de celebrar su unión, ya que, después de unirse no pueden separarse.Las parejas conviven alrededor de tres meses o más en la casa de la familia, hasta que quedan listos los preparativos para celebrar la unión y presentarse en sociedad como uniones oficiales. En esta celebración asisten las personas cercanas a la pareja. Los niveles altos como los Plumas, Diamantes y Trébol suelen ser muy discretos en la celebr
Llegaron a una esquina, donde había una puerta gris de cristal que se abrió cuando Hiz se plantó frente a ella; sorprendiéndose por completo por el sensor de la puerta. El doctor la esperó afuera y, Hiz, al ver el interior del baño, la golpeó un olor a rosas y abrió la boca al ver lo limpio y majestuoso que era aquel baño.Había un gran lavamanos rectangular de mármol blanco con un gran espejo donde podía verse a cuerpo completo desde donde se encontraba.Se acercó a las cabinas cuando sintió su estómago revolverse y la torturó las ganas de vomitar.Sintió que fue una pena el vomitar en un sanitario tan pulcro. Aparte que fue la primera vez que vomitó de forma tan elegante.Cuando sintió que las ganas de vomitar se calmaron, se sentó en el piso y apoyó su cabeza a la cabina de acero gris. Cuando a
—¿Qué es misionero?—Personas que cumplen misiones que le encomiendan. Pero en este caso son muy peligrosas, casi suicidas. Pero Dober siempre logró salir vivo de ellas —sonrió—. Siempre que llegaba de las misiones se quedaba a dormir en mi casa y me traía algo típico del lugar al que le tocó viajar. Y me hizo caso, trató de poner toda la distancia posible de su padre biológico.—Vaya, Dober entonces debe ser muy apegado a usted.—Me llamó papá hasta que creyó que tenía la edad suficiente para dejar de hacerlo —soltó una pequeña risita—. Pero, cuando estamos los dos solos llega a comportarse como un niño mimado, le gusta que le den arrunches.Hiz soltó una carcajada al ver que sí era cierto.—Es verdad, le gusta que le hagan mimos —aceptó ella.—
—¡Contesta, ¿cómo subiste hasta la nave?! —gritó el hombre y volvió a golpear la cabeza de Hiz.—¡Yo vengo con ustedes! —Gruñó Hiz— ¡Deja de pegarme!, ¡¿cómo es posible que no sepas de mí?! Solo estás buscando que te maten.Él soltó una carcajada de burla.—Así que vienes con nosotros y yo soy el que terminaré muerto —le dio una patada en el trasero y soltó una carcajada—. ¡Una Infinito faltándome el respeto!Ella se retorció en el suelo por el dolor del golpe. Ya había estado delicada por el malestar del viaje y ahora ese gorila la estaba golpeando.Pensó en Dober y en que quería que llegara a ayudarla. Si era cierto lo que decía el doctor, podían comunicarse y él sabría la situación que estaba pas&
Siguieron caminando y Jew hablaba sobre su vida: prácticamente se la contó toda a Hiz. Era hijo único; su padre era un alto funcionario de los Plumas; su madre era entrenadora personal (era algo así como la que enseñaba a los niños Plumas a luchar y desarrollar sus habilidades, por lo visto, no era un trabajo fácil y no todos podían tener el cargo). Él era un niño prodigio de los Plumas, fue avanzado de niveles a lo largo de su corta vida y tenía el concepto de alma blanca (algo que Hiz no entendió).—Son niños que nacen con almas de Tréboles —explicó Jew—. ¿Conoce a los Tréboles?—Claro que sí —respondió Hiz con obviedad.Recordó que en su aldea había nacido un niño con alma blanca. Ella llegó a enamorarse de él cuando pequeña porque le pareció que era