Las mañanas al lado de Dober Momson cambiaron.
Hiz se despertaba mucho más temprano que antes, bueno, de hecho, era Dober quien la despertaba.
Para esas horas, aún no salía el sol, pero ellos ya se cambiaban con ropa deportiva y se iban a los patios traseros de la Casa Principal, cerca del lago, para ejercitarse y Dober la entrenaba.
Le enseñaba a controlar su habilidad mental, así como desarrollar las de la marca Pluma.
Como Hiz terminó casi volviendo loco a su antiguo entrenador, Dober pensó que, si la entrenaba él mismo, Hiz no tendría excusa para atacarlo.
Por más que era su compañera sentimental, Dober la trataba con mucha seriedad y le exigía resistencia. Practicaban lucha y en varios casos le sacó uno que otro moretón en la piel de la joven.
De hecho, una vez, Hiz se enojó tanto que intentó atacarlo mentalmente, pero
—Debo partir al día siguiente de la unión oficial de los Mandos Segundos —afirmó Gost—. Lo siento, amor, no puedo sacar más tiempo, ya llevo varias semanas aquí y mi padre está furioso porque no he acatado sus órdenes.El silencio inundó la habitación. Llovía y por el balcón se podía ver las gotas del sereno que hacían una especie de capa blanca en el aire.Se escuchó un trueno.—No quería contarte esto —sus dedos índice y medio tamborileaban la mesa de madera, donde estaban tomando café—, pero mi padre me ha estado pidiendo que me quede por más tiempo si le llevo información confidencial de lo que pasa en la Casa Principal.La barbilla de Dane se alzó un poco y sintió una corriente de adrenalina recorrer su cuerpo.—¿Cómo…? —Intent&oac
Jew volvió al trabajo el mismo día que el doctor Ramson le dijo que su vida ya no corría peligro y que se estaba recuperando satisfactoriamente. Si bien no le habían dado de alta, Jew lo entendió como luz verde para volver a sus responsabilidades.Decidió acercarse para hacer un monitoreo a su equipo del Escuadrón de Resistencia, seguramente, cuando vieron que Jew estaba faltando, decidieron hacer fiesta y dejar sus trabajos a un lado.Para poder marcharse de la clínica, tuvo que escaparse por una ventana. Para ese momento, tanto el doctor Ramson como Betsy, deberían estar buscándolo. Por lo mismo, debía darse prisa y tomar por sorpresa a su equipo para darles una gran reprimenda. Además, tenía que adelantar todo el trabajo y dejar listo lo que necesitaría para la misión que Dober Momson le encomendó.El único problema de Jew era su adicci&oacut
Los guardias y agentes así lo hicieron. Volteó a ver hacia atrás y el grupo que había salido de la sala corrió hacia el interior.Cuando pudieron estar totalmente solos, Jew se relajó un poco.A Betsy le impresionaba la seriedad que ponía Jew en su trabajo, era como estar con otra persona. No se parecía en nada al chico dulce e ingenuo que se mostraba en la privacidad. Ahora tenía totalmente claro cómo es que pudo escalar a un rango tan alto como ser la mano derecha de Dober Momson.—¿Jew, es cierto que el Mando Segundo vino a verte? —preguntó Betsy con voz desesperada.—Es cierto.—¿Qué te dijo para que vinieras corriendo al trabajo? —la joven tragó saliva.—Es información clasificada, Betsy.Ella lo tomó de la camisa en un arrebato de rabia y desesperación.—&i
—Con todo respeto, Mando Segundo, no dejaré que Jew vaya solo —protestó Betsy—. Sería un suicidio, tanto como para él, como para mí y una misión fallida.—Señorita Betsy, usted no está preparada para una misión de tan alta peligrosidad —espetó Dober.Hiz hizo señas a un guardia para que se acercara. Todos hicieron silencio y la observaron, cuando el hombre se acercó e inclinó un poco la cabeza.—Dígale a la señorita Dane que venga y traiga consigo al joven Gost —ordenó.—Sí, señorita —aceptó el guardia y salió de la sala de reuniones.—Hiz, ¿por qué hiciste eso? —preguntó Dober con entera molestia.—Nos será bastante útil —explicó—. Dane me ha pedido hablar con ella en priva
Dober se levantó del sillón y se abalanzó a ella para besarla y abrazarla:—¡Amor, eres una genio, una genio! —soltó.Betsy estaba sorprendidísima al ver que Dober se mostraba tan amoroso con su pareja. Era como si hubieran reemplazado al serio y demandante Dober por uno amoroso, cariñoso y alegre.Volteó a ver a Jew. Él la tomó de una mano y le mostró una sonrisa.—Vamos a poder ir juntos a la misión —le susurró el joven.Ella sonrió con cariño e hizo pequeños sí con su cabeza.Entonces, la puerta de la habitación se abrió y a la vista apareció Dane y Gost.Hiz se apartó de Dober y la sala entró en silencio tensionante.Las pisadas de los zapatos de Gost se escuchaban como un ritual de alguien que acababa de entrar al momento exacto donde se establecer&
—Pero, le confieso con toda honestidad, Mando Segundo, —declaraba Gost— yo nunca intentaría traicionar a la raza Pluma. Di esas declaraciones a mi padre porque era la única forma de poder librarme de sus amenazas. Además, cabe resaltar que esos no eran secretos de estado: todas las personas en el territorio Pluma saben que hay una moda de uniones llamadas “Uniones biológicas” y que los Mandos Segundos se unirán oficialmente.Dober tenía un semblante tranquilo y, una vez finalizada la declaración de Gost, soltó un suspiro.—Si has hecho todo correctamente, ¿por qué estás nervioso? —le preguntó.Gost se notó un tanto confundido con aquella pregunta, además, había usado un tono bastante pasivo.—Bueno… —trató de hablar—. Bueno, yo…—Su padre le pidió que f
—Porque lo envenenaron antes de que se escapara —respondió—. Todos lo vieron cuando lo envenenaron, después que lo inyectaron, desapareció. Por eso me sorprende tanto que siga con vida, era un veneno letal que lo mataría en cuestión de minutos, era su última oportunidad para confesar dónde había dejado los planos de la tecnología de teletransportación. En esos días se murmuraba muchísimas especulaciones sobre qué estaban haciéndole a ese hombre y ahora el gran tesoro está escondido en esa casa. Mi padre se ha obsesionado con obtener esos planos. Un paso en falso de ustedes y él atacará enseguida; de hecho, cuando se enteró cuál era la casa, ordenó que la atacaran, pero todo su gabinete se opuso y son los que no han dejado que la ataquen. Yo estoy seguro que eso es lo que estallará la guerra.Ahora todo tení
No supieron bien qué fue lo que Jusnes vio, pero, al volver, pidió que nadie lo molestara y se encerró todo un día en su habitación, acompañado de Mia. Ella solo pudo decir que Jusnes estuvo llorando por largas horas y no dejaba de repetirle que la amaba y que, cuando terminaran su mandato, quería que se mudaran a su casa en el bosque y vivir en paz el resto de años que le quedaba de vida.Se creó un proyecto de modernización y restauración de razas aliadas vulnerables, donde se incluía crear centros de entrenamiento, que, cuando se veían los planos, realmente eran megacentros de entrenamiento militar de alta potencia con puestos de inteligencia y bases aéreas equipados con la última tecnología. Pero nada de eso se registró en los documentos y mucho menos se puso en las noticias donde solo se mostraba a la raza Pluma como progresista.Para las dem&aacu