Capítulo 3.
Entrometida.
Hannah permaneció quieta con la respiración agitada, no tenía idea de sí debía voltear o simplemente quedarse quieta hasta que aquel lobo se encargara de hacer con ella lo mismo que con aquel otro lobo más pequeño. ¿Qué podría perder?, ya no le quedaba nada más que la traición de su “familia”.
—Dime… ¿Te agrada lo que ves?. —Su voz era gruesa, Hannah sintió que sus palabras le atravesaron el cuerpo—
—Escuche unos gritos, y quise ayudar… —Aquel lobo no pudo evitar reír ante el comentario de la mujer, ya que ella jamás podría ser de ayuda, puesto que a simple vista se notaba que no tenía fuerza física.—
—¿Utilizas algún tipo de magia?. Ahora quiero saber la manera en que ayudarías a ese otro inútil de allá. —El lobo sigue detrás de Hannah, la toma del cuello con una de sus manos, y con la otra la sostiene de la cintura, con un simple movimiento, podría partir en dos a la mujer quien se atrevió a interponerse en su camino sin hacer, lo lograría sin mucho esfuerzo—
—No, no poseo magia. —Ella responde con su voz entre cortada, el miedo se había apoderado por completo de sus sentidos, en el fondo la joven no deseaba que su vida acabara en ese momento, pues lo que nunca perdía, era la fe, creía firmemente en que todo mejoraría en un futuro cercano— Por favor déjeme ir. —exclama la chica tras el silencio de aquel hombre lobo—
—Tú eres quien vino hasta aquí, sin poder o fuerza alguna para ayudar a un completo extraño. —La mujer dejó de sentir las garras del hombre lobo en su piel, las cuales dejaron una marca en su cuello, el dolor de la cortada que le produjo hizo que emitiera un leve gemido— Y tienes una voz muy suave, no asustarías a nadie. —Vuelve a clavar sus garras en el cuello de la chica—
El hombre lobo la arroja al suelo y se aleja con lentitud, Hannah trata de ponerse de pie, pero su cuerpo no dejaba de temblar, tampoco volteó a ver a aquel lobo, simplemente observó la sombra que dejó atrás su cuerpo ya con forma humana, el cual se veía grande, bastante robusto.
—No vuelvas a aparecer en mi camino, si no tendré que enseñarte modales por las malas, dime tu nombre. —Ordena— y más vale que no mientas.
La mujer sintió cómo su sangre resbalaba dentro del atuendo que llevaba puesto, ese hombre le acababa de dar una orden sin siquiera acercarse.
—Ha… Hannah —Responde apenas—
—¡Hannah qué! —Aquel hombre sabía como asustar, y lograr su cometido para obtener lo que desea, en este caso lograr que la joven sintiera tanto temor como para volver a hacer algo tan impulsivo—
—Hannah Gracia —Sigue intentando ponerse de pie—
Por intentar ayudar a una persona en aparente peligro, Hannah sabía que podía estar en peligro, pero aun así no le importó, según la historia que le contó su padre, ella heredó esas agallas vanas y poco justificadas de su madre, una elfa noble y siempre predispuesta a ayudar. Cuando ya no visualizó la sombra del actual dueño de sus futuras pesadillas, al fin se puso de pie.
—Señor —Se acerca temerosa al otro lobo quien la mira con desprecio mientras acomoda su ropa ya completamente rota, son intenciones de huir de aquel lugar—
—Tonta, ese hombre es peligroso, no se olvidará de tu nombre —suspira— seguía con los rasgos de su forma licántropa.
—Ya es tarde, vine porque me deje llevar. —Ella sentía temor, y su intuición le decía que debía alejarse lo más rápido posible—
—Digamos que merecía lo que me estaba haciendo, porque le robé, el dinero es ya insignificante en la vida de ese asesino, tengo ganas de desquitarme con alguien. —El lobo la observa de pies a cabeza antes de seguir hablando— Pero digamos que gracias a ti sigo con vida, asique también perdonaré la tuya.
Cuando Hannah desvió su mirada por unos segundos, ese hombre lobo desapareció, de repente ya estaba sola en medio de la oscuridad, fue corriendo hasta la casa de Amaris, a quien tuvo que esperar por casi una hora más en un estado de shock inimaginable.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, su cuerpo cansado por su arduo trabajo ya ni siquiera dolía o molestaba, pues el dolor en su corazón era más fuerte, tras unos minutos se dio ánimos para olvidar lo sucedido. La noche estaba perfectamente estrellada, la belleza de la luna iluminaba aquella oscura noche un tanto extraña, ella no entendía por qué presentía que volvería a encontrar a ese hombre lobo quien le dejó una cortada en su cuello, eso dejaría marca, y posiblemente una cicatriz. Se colocó un pedazo de tela en la herida, ya que no dejaba de sangrar, las garras del lobo fueron unos milímetros profundos, no era grande, pero si lo suficientemente profunda como para causar dolor.
—Oye Hannah. —Amaris se acerca a su amiga, quien la abraza— Ya, todo estará bien amiga, lo resolveremos.
—¿Cómo pudieron robarme?, trabajé mucho. —Su voz sonaba quebrada—
Amaris la ayudó con esa herida en el cuello, quedó sorprendida, ya que le hubiese encantado ver a dos hombres lobo pelear, por allí no era común verlos en su forma de licántropa, normalmente visitaban ese pueblo para buscar sirvientes.
—No lo puedo creer Hannah, nunca debes acercarte a intentar ayudar a alguien medio de la noche, eso es como condenarte a ti misma. —La regaña—
—Lo sé, no volveré a hacerlo, dormiré un rato, ya no quiero seguir en este pueblo; mañana hablaré con el general, cobraré mi dinero e iré a Mikros, trabajaré de lo que sea, aunque deba dormir bajo un puente, y seré enfermera como lo he soñado siempre.
—Lo serás amiga, mañana iremos juntas, yo terminaré unos pendientes y te alcanzaré en esa ciudad. —Hannah se alegra ante su comentario—
—¿Iras conmigo?.
—¡Claro!, somos como hermanas, yo tengo unos ahorros, y nos irá mejor si vivimos juntas y compartimos los gastos, también estoy harta de este pueblo. —Suspira— tu padre es un idiota, esas dos lo botarán a la calle cuando se vuelva anciano y ya no pueda mantenerlas.
—Pues fue su decisión, es que soy muy ingenua, no debí agregar el nombre de mi padre en la cuenta de mis ahorros, pero no imaginé un acto tan vil departe suya.
Esa noche pareció más corta que cualquier otra, al día siguiente la vida de Hannah cambiaria por completo, pues ella misma lo había decidido.
En la granja:
El General y patrón de ambas amigas se veía más molestó que de costumbre, arrojo al suelo la comida de los animales.
—¡Ese maldito!, ¿Cómo pudo traicionarme de esa manera?, inclusive le di trabajo a su estúpida hija en mi granja. Pero le cobraré todo de alguna manera. —Se queja bufando—
—Buenos días señor, —Hannah se acerca a el sin saber que ese hombre de quien hablaba se trataba de su padre—
Él voltea hacia la chica, y tiene ganas de desquitar su furia por la enorme deuda que generó su padre, pero el sabía bien que la favorita de ese malnacido era Deisy, después de todo Hannah trabaja con honestidad y nunca ha sido irresponsable.
—Que necesitas. —Pregunta con un suspiro lleno de enfado.
—Hoy es el último día que vengo a trabajar, decidí ir a la ciudad. —El hombre nota que ella lleva una mochila.
—¿Y esa decisión tan repentina? —Sigue observándola—
—Bueno, me echaron de la casa y decidí ir a Mikros para trabajar. —Le responde cabizbaja—
—Vaya, tu padre, sí que es un completo idiota, tú eres la única persona productiva en esa casa, pero sabes; es lo mejor que puedes hacer niña, inclusive puedes irte ahora mismo, te pagaré el dinero pendiente.
La chica quedó sorprendida, pero eso la hizo feliz, su cuello aún dolía, no podía moverlo con total normalidad.
—Gracias, señor, en verdad le agradezco la oportunidad que me dio. —Toma la mano de su ahora ex patrón—
El hombre quita su billetera del bolsillo trasero de sus jeans, inclusive le da un poco más de dinero de lo que debía, en el fondo sintió algo de pena por la muchacha, él se encargaría de cobrar la deuda utilizando a Deisy.
Hannah volvió a la casa de su amiga, decidió ir caminando como prefería, no pudo evitar pasar frente a lo que alguna vez fue su casa, pues no podía llamarlo hogar, inclusive en las festividades de navidad, para no hacer quedar mal a Deisy, ella tenía que hacerse pasar como una sirvienta, esto sucedió durante los últimos tres años, desde que aquel Elfo noble decidió cortejar a su hermana, no querían dar la impresión de que vivir con lo justo no les permitía contratar a personal de servicio. Aunque esta situación fuera de incomodarla, le agradaba, ya que prefería eso antes que compartir la mesa con dos mujeres que a simple vista la detestaban por ser una Edhil sin gracia; según ellos, eso también la tenían sin cuidado, a veces sí le dolía un poco la manera en la que se referían a su persona.
Aunque se concentraba en mentalizar su viaje hacia un mejor futuro, cada vez que recordaba la voz de aquel lobo, la piel se le erizaba...
Capitulo 4Nueva vida.Barack.Cuando volví a mi forma humana, mis puños estaban manchados de sangre, perteneciente a ese maldito quien se atrevió a robarme, le brinde mi apoyo e inclusive le di un trabajo, pero él decide agradecer robando mis relojes en conspiración con una de mis amantes, de quien también me encargué, volvió al sucio burdel de donde la quité para tan solo un par de noches, ella creyó que la dejaría quedarse, eso no ocurriría jamás.—Señor, su padre solicita verlo. —Uno de los betas más fieles de mi familia se acerca——Leandro, sabes a la perfección que no deseo verlo, no ha dejado de persuadirme con lo del matrimonio y la empresa, puedo hacerlo sin necesidad de un estorbo a mi lado, además planeo seguir en al milicia. —Respondo con enfado——Veo que se ha metido en problemas nuevamente, señor Barak, debe cuidarse, usted es el único heredero de la familia Zaphardi, y su hermana por supuesto, pero usted es el mayor. —Acomoda su corbata—Leandro es un Beta con dotes imp
Capítulo 5. Encuentro. Barack —¡Cómo puede ser posible que no encuentre a nadie capaz aquí de hacer bien las cosas!. —Sigue gritando a medida que habla con Chandler— —Barack, sabes cómo son estas mujeres, muchas de ellas ni siquiera controlan sus pésimos poderes y terminan haciendo escándalos innecesarios. —Chandler intenta calmar a su jefe puesto que una de las empleadas encargadas de atenderlo era mitad hada, y no controlaba para nada sus poderes, tiró todo lo que estaba en la oficina con un simple estornudo, esto molestó en demasía a Barack, quien no poseía ni un poquito de paciencia, el consideraba que cualquiera que no fuese un lobo Alfa sin lugar a dudas seria tonto. Cuando la siguiente mujer entra a la oficina, él se queda parado observando en la ventana, su traje se veía totalmente manchado por el café. Chandler comienza a hablar. —Señorita Hannah Gracia. ¿Es correcto?. —Pregunta a la chica— ¿Cuáles son tus rasgos?. —Si señor, es correcto, yo soy Edhil. —Hannah notó al ot
Capítulo 6Un aroma exquisito.Barack es conocido por ser un hombre cruel, quien solamente utiliza a las personas para sus propios fines, y luego se deshace de ellas y las ignora por completo, pero en pocas ocasiones alguien se atrevía a hablarle irrespetuosamente, como el único heredero Alfa de losZaphardiél siempre fue educado en medio de estrictas reglas, ni siquiera tuvo una infancia feliz, los demás lobos le temían, él nunca pudo controlar sus instintos de supremacía, la única a quien cuidaba bajo cualquier circunstancia era a su hermana Grecia.Estaba enfadado por notar su traje completamente sucio, y odiaba admitir que esa humana mal vestida tenía razón con respecto a la ineficiencia de sus empleados. Ordenó que la detuvieran justo antes de que la mujer saliera del prestigioso Club Diamante, los guardias la hicieron dormir util
Capítulo 7Nuevo trabajo.Hannah fue hasta la parada de autobuses, sintió un poco de esperanza porque había recibido una segunda oportunidad para iniciar su nueva vida en Mikros. Buscó en su maleta unos productos de limpieza que había empacado, pues tendría que lavar su ropa a mano hasta poder comprar comodidades como un lavarropas. Se sintió feliz ya que pudo encontrar un preparado especial para quitar manchas, lo adquirió de una vieja hada cerca de la granja, las utilizaba especialmente con su ropa, las cuales siempre se llenaban de barro e inclusive pinturas. Tal y como lo prometió al día siguiente fue nuevamente al Club Diamante, Chandler quien tenía la misma edad que Adrien, su anterior jefe. Éste la observó con desagrado, por lo ocurrido anteriormente.—Eres tú, Barack me dijo que te daría trabajo, pero aquí
Capítulo 7.¿Sexy?.Hannah siguió con su trabajo hasta que llegó la noche, unas personas llegaron para colocar luces, en poco tiempo construyeron un bar en medio del jardín, una de las mujeres se acercó a ella a fin de darle las instrucciones que debía seguir en la noche.—Señorita Hannah, al igual que cualquiera de nosotros, usted debe estar vestida acorde al nivel de la fiesta que se realizará en este lugar en la noche. Yo me encargaré de usted. —La mujer lobo la observó de pies a cabeza haciendo gestos denotando desacuerdo—Hannah no tuvo opción más que aceptar, fue a darse una ducha y vistió la ropa que le habían dado, era una falda corta, sus piernas se veían desde unos centímetros arriba de su rodilla, y una blusa que levantaba su busto, la maquillaron e hicieron unas ondas hermosa
Capítulo 9.Una reunión complicada.Barack ignoró lo ocurrido con Hannah, esa noche fue larga y se divirtió con unas lobas con curvas perfectas, él siempre fue posesivo, y ahora su presa es la Edhil a quien planea hacerla respetar a los de su especie, ya que a pesar de quedarse muda tras un susto, en otras simples situaciones no dudaba en decir lo que piensa sin importarle a quien se dirige, como si todos fuesen iguales. Para la calma del Alfa, los labios de la chica y parte de su cuerpo habían sido recorridos por él, por lo tanto, otro lobo no se le acercara hasta que desapareciera su aroma de la piel de Hannah. Normalmente, las damas de compañía se daban una ducha antes de atender a otro cliente, pero la ignorancia de Hannah con respecto al tema era un alivio para él, se encargó de apresurarla a cambiarse de ropa y nada más.Luego
CAPÍTULO 10ElegidaBarack intentaba no quejarse, no lo haría delante de nadie, con más razones frente a una de sus empleadas. Ella limpió las heridas del rostro del Alfa con un paño y una medicina especial, lo hizo con tanta suavidad que el hombre comenzó a sentir sueño, una sensación un tanto reconfortante.—¿Por qué tu piel tiene ese color? —Hannah lo observa con sorpresa, no esperó aquella pregunta——Bueno, si te refieres a lo tostadito es porque siempre trabajé en una granja y el sol se encargó de dejarme la piel así, aunque normalmente es un poco más clara.Ella tiene la piel bronceada, la mayoría del tiempo trabajaba bajo el sol, su cabello castaño y sus ojos cafés sin duda llaman la atención, puesto que los mestizos en su mayoría heredan ojos claros o muy oscuros, los tonos intermedios se consideran escasos..—¿Y tus ojos?, nunca había visto ese color de ojos, —Hannah comenzó a incomodarse, puesto que precisamente ese rasgo la hacían foco de bromas en su pueblo, desde pequeña—
Capítulo 11Sin salidaAmaris seguía en el pueblo, no pudo dejar su antiguo trabajo, por ese motivo Hannah se sentía muy sola puesto que aguardaba llegase el momento de volver a ver a su amiga, asi ambas vivirían juntas y las cosas resultarían más fáciles; con el trabajo de ambas los gastos también se dividirían, ella charlaba con el jardinero o la cocinera, en la casa privada del Alfa casi nunca había nadie, y las veces en las cuales ciertas personas asistían, lo hacían simplemente para organizar y ultimar los detalles estéticos de las fiestas de Barack.Luego de transcurrido un mes, las ansias la carcomían, pues necesitaba saber si seguiría con el trabajo, considerando el cansancio de trasnochar seguido.—Amaris, hoy sabré si sigo aquí; o voy a trabajar al club. Pero no recibí ninguna queja, considero que eso es algo muy bueno. —Acomoda su cabello y camina a pasos no muy rápidos——¡Claro que lo es!, no sabes cuánto te extraño amiga, pero no estoy pudiendo dejar a Adrien. —Ríe tra