Capítulo 2.

Sola

—Hannah, ¡Hannah!, ven aquí de inmediato. —Escucho la voz de mi madrastra mientras apenas y acababa de sentarme—

—Aquí estoy Valeria, no hace falta que grites. —Acomodo mi ropa— Llevo puesto un enterizo de jeans, y una remera debajo, de seguro huelo a los animales de la granja.

—Tu hermana, tendrá que salir a buscar un vestido, y bueno ya que ella dejó la universidad hace unos años, ahora la tuve que inscribir nuevamente, ya sabes es difícil que encuentre un buen hombre ya sea un lobo, o un mestizo noble. —Yo la observo atentamente, no entiendo a dónde quiere llegar con sus comentarios— Y me tomé el atrevimiento de pagar su universidad por todo un año, así en ese tiempo hacemos que pueda casarse con algún compañero de su Universidad o con su pretendiente de siempre; obviamente necesita ropa y zapatos, ya sabes. 

—Me parece bien, imagino que hiciste un préstamo para pagar todo eso… ¿O lo hizo mi padre?. —Frunzo el ceño— Pero él sigue pagando el préstamo para la remodelación de la habitación de Deisy. —Hago un gesto con las manos— Ella podría trabajar, al igual que yo y ahorrar para estudiar.

—Bueno, hablé con tu padre, y ya que él también puede hacer retiros de tus ahorros, entonces… —En  ese momento siento que mi respiración se acorta, utilizó mis ahorros de años de esfuerzo—

—U… Ustedes… —Mis lágrimas comienzan a caer— ¿Mi padre hizo algo como eso?, no es verdad…

—Es por el bien de la familia, ella es nuestra esperanza. —No dude en acercarme a Valeria, y le di un golpe muy fuerte en su rostro—

—¡Eres una salvaje!, además estás aquí de arrimada, ni siquiera es tu casa, jamás lograrás nada, morirás trabajando en esa granja apestosa, con esto si ya podrás largarte de esta casa, muy bien Hannah. —Exclama feliz—

En ese momento mi padre llega, y Valeria se acerca a él con sus lágrimas de cocodrilo, la única culpable sería yo, de eso no tengo dudas.

—Hannah, no esperé algo como esto de ti. —Mi padre me observa con desprecio—

—Papá, de verdad... ¿Tu fuiste por todos mis ahorros sin mi permiso?, sabes perfectamente lo duro que trabajé durante años, ni siquiera tuve una infancia normal, trabajo desde que tengo memoria, siete años de ahorro. —Me tiro al suelo, ya sin fuerzas para seguir llorando o quejándome— la única persona a quien creí importarle, me traicionó.

—¿Qué sucede hija?, Valeria me dijo que estuviste de acuerdo. No esta bien que ahora reacciones de esta manera.

—¡Jamás me consultaste nada Valeria!. —Ella sigue llorando, ni siquiera podía ver sus lágrimas—

—Te lo dije mi amor, ella busca separarnos. ¿Lo ves?, es tal cual la reacción que dije tomaría.

En ese momento ya no escucho, simplemente quiero encerrarme y olvidar todo lo sucedido, pero seria imposible.

—Papá… ¿Por qué haces una diferencia tan grande entre mi hermana y yo?, acaso soy un desastre o una persona inservible… —Digo en tono bajito—

—Levántate Hannah, y con el dolor de mi alma Valeria tiene razón, no puedes seguir viviendo bajo nuestro mismo techo, si ya accediste a dar ese dinero a Deisy, no puedes simplemente tomar esta actitud. —Evidentemente mi padre cree en esta mujer malvada, y no en mi— Lo mejor es que te vayas.

—No tengo a dónde ir, ya es de noche y me dejaron sin dinero. —No dejo de llorar—

—Lo debiste pensar antes de agredir  a Valeria, ella ha sido como tu madre todos estos años. —Mi padre me toma del brazo y me lleva a mi habitación— Cuando me arroja dentro, pierdo el equilibrio y caigo al suelo.

—Papá… —Le digo con un nudo en la garganta— Al menos deja que me marche mañana, cuando salga el sol me iré. —Más que una petición es una súplica—

— Lo siento Hannah, sabes que con mi trabajo apenas y podemos subsistir, si tu hermana logra su cometido, llegará muy lejos y podremos alquilar este lugar mientras tanto. —Observa mi pequeña habitación—

—Yo también puedo salir adelante, pero tu y esa mujer han truncado mis sueños, debo comenzar de nuevo. ¿Qué fue lo que te hice?. —Me pongo de pie, ya que seguir luchando seria en vano—

—La vida es asi Hannah, y el prometido de Deisy vendrá aquí, tú no estás ni un poco presentable. —Deisy se encuentra parada en la puerta sin decir nada— Es por el bien de todos.

—Bien, me iré. —Ni siquiera pude darme una ducha, en “mi casa” esperaban que me marchase de inmediato—

—Hannah… —Deisy como siempre se queda callada tras mencionar mi nombre—

—Bueno, tu rostro de sorpresa es falso, no pensaste en mí al comprarte todo eso con mi dinero. —Sigo llorando mientras voy guardando mis pertenencias en una mochila—

—Sabes como es mi madre, no puedo negarme —Hace gestos con su rostro, como de pena fingida—

«De verdad no tengo a donde ir» me decía mientras secaba mis lágrimas al caminar, eran como a las diez de la noche, Amaris no respondía  a mis llamadas, de seguro salió con el General, y así ella jamás recuerda que lleva un teléfono celular.

Caminé hasta el departamento de Amaris, ella me ofreció una copia de llaves, pero nunca acepté, puesto que para mi inocencia no creí que mi propio padre me haría algo como echarme de la casa.

«Hannah, espérame en el bar cerca de mi departamento, llego en una hora y media» Me sentí aliviada al leer su mensaje, le hice caso y fui hasta ese bar de mala muerte, al menos mi vestimenta y mi apariencia en general no llamaría la atención de los borrachos del lugar. Preferí quedarme sentada en un banco afuera del bar, fue entonces que escuche como dos hombres estaban discutiendo, uno de ellos suplicaba piedad…

«No me mate señor, le juro que no volveré a hacer algo que lo enfade. ¡Ayúdenme!, ¡Alguien!» Mi corazón latía sin cesar, no podía simplemente ignorar ese pedido de ayuda, caminé despacio hasta llegar al callejón, tome una roca como arma. De repente esos gritos ya no se oían…

«Hombres lobo» pensé cuando los vi, ambos se encontraban con su forma licántropa a medias, pues seguían de pie… quien estaba ganando era un lobo enorme, se veía muy fuerte, sus ojos grises casi verdosos notaron mi presencia a menos de tres metros de distancia, para cuando lo noté, sentí una respiración cálida muy cerca de mi cuello…