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4. Un compromiso de honor

 — No puedes obligarme a cambiar lo que pactamos desde el principio por el que dirán. 

En la esquina de la habitación, los dos están discutiendo.

 — No se trata de mí, es una sugerencia de mi padre pues rápidamente desde los vecinos hasta el personal de servicio podrían crear un rumor, en fin, no te daré más explicaciones, si no lo haces olvídate de la operación de tu hermano.

 — Eres un desgraciado manipulador, yo tuve palabra y cumplí con mi parte del trato, ¿ahora me sales con esto?, entonces el lunes presentaré a primera hora la anulación de este parapeto.

Claro que quería romper el acuerdo inmediatamente, pero hoy era sábado, así que tenía que tener paciencia.

Alexa salió del hospital pero de pronto la tomaron por el hombro para detenerla y al girarse para saber quién era se encontró con el rostro desencajado de Oliver su ex jefe y a quien agradecía profundamente.

 — Disculpa, hija, te veo alterada y antes de que te arrepientas de tu decisión permíteme un par de palabras.

En el transcurso de un año se había convertido en una especie de padre quien solía aconsejarla sobre su desarrollo profesional y algunos aspectos personales aún sin saber por lo que había pasado.

 — Está bien, le escuchó.

Oliver afligido y un poco avergonzado le entregó un reporte a Alexa.

— No....eso no podría ser...

— Sí, hija, ya no tengo mucho tiempo, tengo Cáncer en estado avanzado, no quiero manipularte, sé que posees inteligencia y talento para salir adelante, sin embargo, espero que no rompas ese acuerdo.

 — Lo siento mucho, Oliver, pero creo que esto es un error y terminará mal.

 — Temo por la salud mental de mi hijo, es un hombre que ha perdido todo en tan solo unos días y necesita aferrarse a algo, ayúdalo a conseguir el puesto de director, algo para lo que se ha preparado para toda su vida.

Unas lágrimas humedecieron el rostro lleno de dolor de aquel padre que solo deseaba que su hijo estuviera bien.

— Más que la estabilidad laboral que intenta conseguir con el matrimonio contigo yo creo que necesita una amiga fuerte a su lado, alguien como tú. 

 — No puedo ser responsable de algo así, de sus emociones y manera de ver la vida a partir de ahora.

 — Lo sé, no te pido que sacrifiques todo por alguien que ni siquiera conoces en realidad, sería demasiado darte esa carga, pero quizá al compartir contigo haga que se abra.

 — ¿Y si ambos salimos heridos? 

"Si un matrimonio era difícil entre los que se amaban sería un infierno para los que no"

 — Te pido como un favor personal que lo sobrelleves mientras se calman las cosas, sé que mi hijo te habló sobre un año de matrimonio pero te doy mi palabra que si se hace intolerable haré lo necesario para disolver está unión antes de esa fecha.

Alexa pensó unos minutos y suspiró. 

— De acuerdo, lo haré por usted, no quiero que se preocupe más por su condición. 

— Una cosa más, hija, por favor ayúdame a mantener el cáncer en secreto.

— No se preocupe…

El domingo pasó sin prisa y sin gloria, no intercambiaron mensajes ni llamadas y Alexa lo prefirió así, pero cuando el lunes a las 7 de la mañana recibió una llamada de un número desconocido, por su mente pasaron un millón de cosas.

 — Señorita Weber, le habla el doctor de Daniel para decirle que ya se encuentra todo preparado para realizar la cirugía a su hermano en la clínica en que se encuentra su amigo, en fin es a las 10 am apresurese.

Tenía que ser Patrick sin duda pero luego aclararía las cosas con él, rápidamente se levantó a preparar todo.

Alexa tenía la lista del protocolo a seguir así que una hora antes de la operación ya se encontraba junto a Daniel y Melanie.

Una vez que lo llevaron al quirófano Alexa comenzó a caminar de un lado al otro.

— Sé que estás nerviosa pero vas ha hacer un surco en el piso, por favor siéntate, iré por un té para ti.

 — Te lo agradezco.

Al quedarse sola cerró los ojos y comenzó a orar por Daniel para que todo saliera bien.

"Mamá, papá, si logran escuchar mis plegarias les pido que lo protejan en su operación y como siempre me den inteligencia para continuar guiando sus pasos."

 — ¿Estás dormida esposita? 

La voz varonil de Patrick la sacó de concentración.

 — ¿Cómo crees que puedo dormir?, claro que no… Espera, ¿Cómo me llamaste?

 — ¡Mi…querida…esposita! —pudo ver que la cara de Alexa se puso roja de inmediato, y rápidamente dijo con seriedad—. ¿Cómo está tu hermano?

 — Recién entró al quirófano —sintió satisfacción al verlo allí así fuera solo por amabilidad, —Me has sorprendido, estaba esperando que Daniel saliera de la operación para ir a tu habitación a agradecerte…

 — Soy un hombre de palabra y solo cumplo con mi parte del trato no tienes que agradecerme, vine en persona a decirte que lo siento y a hacer las paces, sobre tu hermano estoy seguro que todo irá bien.

 — También quiero pedirte disculpas por perder los estribos —ante el gesto hacia su hermano y la gentileza de acercarse cambió de opinión, —Y sobre lo de vivir juntos, quiero decirte que me parece bien, hagámoslo.

 — ¿Estás segura? —Alexa miró a sus ojos y asintió—. Vale, todavía me quedan algunos días antes de salir de aquí, así que puedes dedicarte tranquila a la recuperación de tu hermano.

 — Gracias Patrick, con esta operación le cambiarás la vida a mi hermano.

"Y tú ya estás cambiando la mía", pensó él.

 — Luego volveremos a la rutina en la oficina, creo que por ahora debemos intentar mantener en secreto el matrimonio y esperar a que pasen unos meses.

 — Me parece bien.

Una semana más tarde…

 — Vamos Alexa, tenemos una reunión importante, no es posible que yo esté listo primero que tú —dijo Patrick impaciente al ya sentirse de nuevo en su terreno, había comenzado el día anterior y a pesar de las incomodidades iniciales ya era el mismo jefe exigente.

 — Ya estoy lista, solo buscaba mi laptop, ya te envié el archivo anoche, quise anticiparme pues no he trabajado con este cliente.

 — Excelente, siempre asignan al señor Williams, es mayor pero muy amable.

 — Vale.

Llegaron a la sala de reuniones y les esperaba un joven alto, de cabello oscuro con porte de actor de cine y una sonrisa atrapante.

 — Buenos días, sr Mcallen mi nombre es Robert Jones y a partir de ahora trabajaré con ustedes el señor Williams se jubiló.

 — Mucho gustó —extendió su mano con amabilidad pero de inmediato se fijó con incomodidad como el hombre prestaba especial atención en Alexa.

 — Señorita Weber, un placer, me alegra verla de nuevo.

 — ¿Me conoce?, ¿De dónde?

 — Le ví en una conferencia de auditoría, realizó unas preguntas muy interesantes, en fin me alegra poder trabajar con usted.

Sus frases entrecortadas le dejaron claro a Patrick que aquel era un fan y por primera vez se sintió territorial.

 — Mi esposa es fascinante, la verdad me siento orgulloso de ella, es excelente en todo lo que se propone, hermosa e inteligente, ahora pongámonos mano a la obra porque podríamos pasar el día entero enumerando sus virtudes.

Alexa lo miró a los ojos intentando preguntar por qué había revelado aquello que acordaron guardar como un secreto, mientras el joven contador se notaba incómodo y un poco decepcionado.

Una hora más tarde al entrar en la oficina Alexa lo abordó de inmediato.

 — ¿Por qué le dijiste que estamos casados al contador?

 — ¿Por qué te gusta?, ¿sientes haberlo desilusionado o perder un pretendiente quizá?

 — ¿Estás loco?, no lo conozco, no me puede importar menos lo que piense o sienta, ¿Qué te pasa?

En ese momento sonó el teléfono fijo de la oficina era la extensión de su secretaria y Patrick respondió de inmediato.

 — Siento interrumpirlo señor pero le llama el capitán Rodríguez de la policía…

 — Pase la llamada, gracias Britney.

 — Señor Mcallen, seré breve porque sé que es una persona ocupada pero creo que es importante que sepa que el accidente que tuvo fue premeditado.

Patrick sintió un escalofrío que le recorrió la espalda como si se repitiera en su mente aquella noche.

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