La madre de Gabriel se sentía avergonzada con el caballero que apenas comenzaba un romance pero a la vez llena de furia hacía su hijo, ambos habían ido a la habitación a vestirse y para tratar de calmarse antes de dar la cara.

— Creo que la debilidad por las cocinas es algo familiar— , bromeó recordando que ellos también habían sido encontrados infraganti por Patrick y Alexa durante el viaje de paseo que realizaron y dónde seguramente habían concebido a su nena.

— No estoy para chistes Melanie.

— Pero ¿no te parece que exagera?, no solo quien para juzgarla, además tu madre es una mujer joven, vive sola y es responsable de sus decisiones, todo esto ocurrió por no avisar e irrumpir sin permiso.

— No la defiendas, hablamos todos los días, me pudo haber confiado que salía con alguien sabía que no la juzgaría.

— Quizá la relación está comenzando y no quería comentártelo hasta estar segura.

— ¿Metí la pata verdad?

— Un poco amor, deben estar muy avergonzados total no son unos chicos para te