— No lo hagas, Alice, deja que Oriedreh se encargue.— Patrick, por favor suéltame!El curandero sostuvo a la hembra tratando en todo momento de convencerla de que era una mala idea, seguir a la multitud que clamaba por su cabeza, el alboroto era tanto que era posible que gritaran a Nask afuera.Alice miró el rostro del curandero y se dio cuenta de que él solo quería su bien, pero no deseaba causar más tantos problemas para el Alfa y su compañera, y definitivamente no deseaba que James se involucrara nuevamente en problemas por causa de ella.Sin embargo, no pudo pasar por Patrick, que estaba tan comprometido y la dejó donde Oriedreh le ordenó.Empezó a pensar en un plan alternativo.— No voy con ellos Patrick, necesito estar en mi cuarto, sola...Patrick la miró evaluando su expresión.— Por favor, sólo necesito estar sola en mi habitación...Él soltó sus brazos y suspiró.— Quédate sola aquí. estaré afuera.Ella asintió y se sentó en la cama, las lágrimas comenzaron a descender y el
Alice se dejó envolver por sus brazos, eran fuertes y cálidos y todo lo que ella sentía era un frío y vacío desesperado, que la paralizaba de tal manera que todo lo que James preguntó sobre su salud ella solo saludó negativa o positivamente con la cabeza.Después de unos minutos se levantó y se fue.Alice se acostó y permaneció así durante días, no quería levantarse, su madrina la visitó algunas veces, sin embargo ella permanecía bastante en reposo a causa del embarazo.Los rituales fúnebres de las hembras tuvieron lugar dos días después de encontrar sus cuerpos, ella no apareció para dar el adiós a Jenny, aunque su cuerpo no fue encontrado sus padres la declararon muerta. Toda la banda fue encontrada después de unos días, todos fueron ahorcados en la plaza pública, Alice tampoco asistió.Su líder se llamaba Gian y nunca dijo por qué lo había hecho, y cuál fue la razón para devolver los cuerpos, cuando se le preguntó sobre Jenny dijo que había caído en un acantilado entre Armeni y el
Alice caminó entre los árboles hacia el río donde todo sucedió, estaba cerca de la puesta del sol, y cada paso suyo, era pesado y difícil, no quería volver al lugar donde todo sucedió, pero cuando James dijo que la estaría esperando en ese momento ella supo lo que él deseaba de ella.Necesitaba volver al lugar donde todo sucedió, necesitaba seguir caminando hasta pasar por el punto donde abandonó a Jenny, ella respiró fuerte y vio el punto en el bosque donde ambas se quedaron abrazadas esperando la muerte. Alicia sintió el nudo en su garganta formándose y luego las lágrimas bajaron, ella se arrodilló y murmuró: "Me perdonas Jenny"Es todo lo que quería decirle, perdón...Ella se levantó y continuó su camino hasta llegar al río y avistar a James parado con los pies en el agua de espaldas a ella, su mirada estaba en la puesta del sol en el horizonte, aunque él percibió su presencia no se volvió para mirarla.Alicia caminó lentamente hacia James y se detuvo a su lado, mirando todos los
Alicia sintió su corazón apretarse, a su alrededor era como si una cortina negra estuviera levantando la que impedía ver la luz, las palabras de él se repetían en su mente cada vez más profundamente, hasta que se clavaron en su corazón como una espada enterrada.Ella percibió vagamente que se retiraba para lejos de él, buceando en el bosque denso y oscuro, dejando para atrás todos los días pasado encerrada en su cuarto teniendo solamente él por compañía, siendo por primera vez cuidada por un macho.En su momento más oscuro James estuvo con ella, sin embargo ahora sintió las duras palabras de él trayéndola de vuelta a su realidad.Mientras caminaba por el bosque un trueno retumbó en el cielo y ella corrió aún más hasta comenzar a caer las primeras gotas de lluvia, antes de llegar al castillo oyó la voz de James.Ella se volvió hacia él, mientras la lluvia se intensificaba.James corrió hacia ella, paró a una corta distancia y miró en el fondo de sus ojos:— ¡Soy un maldito Alice! ¿No p
Alicia le miró a los ojos y se dio cuenta exactamente de lo que deseaba, se dio cuenta de que deseaba lo mismo desesperadamente.Cada parte de su cuerpo lo quería, ella deseaba ser de él de todas las maneras y no había forma de negarlo para sí misma, aun sabiendo que él no sería de ella, aun sabiendo que despertar al día siguiente sin tenerlo a su lado sería doloroso, casi insoportable, aún así, Ella deseaba eso, no porque necesitaba ser deseada por un macho, sino porque siempre deseaba estar en sus brazos, aunque la idea pareciera imposible.— No me importa.Él la miró aturdido y dijo:— No puedo estar a solas contigo después de confesarte lo que siento.Se retiró y gotas de lluvia caían de su ropa y de su cabello en el suelo de piedra, ella avanzó y sostuvo en su mano manteniéndolo prisionero de su tacto.— Sólo una noche, Jamie. — susurró.James vio todo muy claro sobre su futuro si entraba en aquel cuarto con ella, si la tomaba en sus brazos y su sabor ya no fuera solamente de su
Alice no quiso pelear, decidió abandonar la cocina y limpió la sangre en su boca.Corrió hacia el área de los baños y los limpió ignorando toda la humillación y desesperación que intentaba dominarle, no dejaría que nadie la viera en su debilidad llorando y lamentándose por su mala suerte.Después de limpiar todos los baños del castillo tomó otro baño y fue a recoger plantas que podría usar para un té para su madrina, mientras estaba arrodillada en los jardines sintió demasiado tarde el olor de Vlad, ella se dio la vuelta y se dio cuenta de que estaba parado apoyado en una columna mirándola.El macho llevaba en la cintura su espada y estaba de brazos cruzados, su expresión era una incógnita.Alice se levantó rápidamente temiendo estar en ese espacio, aunque fuera un espacio abierto, no se sentía bien estando sola con él.Ella esperó a que él dijera alguna ofensa, pero cuando él habló la dejó aturdida:— Pronto regresarán con los juegos de los lobos, ¿estarás allí?Alice solo podía pensa
Diez días habían pasado desde el encuentro con Vlad en los jardines y más tiempo que ese encuentro en el río con James, Alice no sabía qué pensar de ninguno de los dos, sólo sabía que debía mantener distancia.El sabor amargo del rechazo de James aún la lastimaba, aún ardía en su corazón como si le prendieran fuego.Ella continuó su camino por los pasillos y observó como una criada salía de los aposentos de su madrina, así que la sierva se alejó Alice corrió para entrar en los aposentos de la señora del Alfa, ella cargaba una infusión de hierbas que dejarían el cuarto más aromatizado, y también había traído un té que calmaría el estómago de Katherine.— Alice, mi dulce niña... — murmuró Katherine mientras Alice cerraba la puerta.El cuarto olía a enfermo y eso solo empeoraba con todas las ventanas cerradas, Alice caminó hasta la mesa y depositó la infusión que ya comenzaba a cambiar el olor ambiente y llevó el té para la otra hembra que estaba acostada de lado.Alicia se arrodilló del
Alice gritó y terminó cayendo hacia atrás, rápidamente se dio cuenta de una sombra masculina mucho más grande que ella parada a pocos metros de distancia, la figura misteriosa se movió en la oscuridad hacia ella y Alicia rápidamente se levantó, el pánico invadiendo todo su cuerpo, Ella intentó correr hacia la puerta, pero manos grandes y fuertes la sujetaron por la cintura impidiéndole huir.Ella luchó contra él, maldiciendo a quien fuera que había invadido su cuarto cuando oyó la voz en su cuello profunda y urgente:— Deja de pelear conmigo, o pensarán que te hago daño.Alice esta vez reconoció la voz de James y se paralizó en sus brazos, unos segundos después ella volvió la razón y lo pisó en el pie con toda su fuerza, James aflojó su apretón y Alice se deshizo de él rápidamente.Un trueno retumbó en el cielo y las ventanas fueron abiertas con la fuerza del viento, una tempestad se acercaba, Alice vio el rostro de James en la media luz de la noche y fulminó:— Salga de Oriedreh!Ell