La famosa noche de la fiesta había llegado. En la gran ciudad de Nueva York, las fiestas elegantes y despilfarradoras de dinero eran bastante común de ver. Y mucho más entre la gente de elite, como lo era James Blake. Y vaya que el ofrecía una de esas famosas fiestas descritas, realizada todos los años y en toda su gloria. El no escatimaba en gastos. Solo lo mejor se serviría esta noche en su mesa, y solo lo más lujoso se exhibiría en su salón.« En algo se tiene que ir tanto dinero » pensó el muchacho mientras se ajustaba el botón de su manga.Una vez listo se miro en el espejo del baño admirando su reflejo. Quizás… no reconociéndose en él.Objetivamente hablando, James era bastante atractivo. Alto y de ojos azules. Ante los ojos de cualquier mujer era un sueño dorado, el gran premio a obtener. Un trofeo único para cualquier chica. El era aquello que muchas quisieran presumirle al mundo.¿Pero cuanto valía James Blake bajo sus propios ojos?Escucho unos golpes en la puerta.Parpadeo
James había estado pensando en Kaia desde que era niño. Lo hacía incluso desde mucho antes de siquiera conocer su nombre. Y aun así, había estado soñando con ella. había deseado tenerla a toda costa, y ahora... la tenia.Sus ojos recorren la mejilla de la sirena, el corte es notorio. Una belleza marcada. ¿Cómo era posible que ni siquiera un corte notorio en el rostro la hiciera lucir menos atractiva?« Ni siquiera un poco » pensó « La belleza viene de adentro, no de afuera » se recordóSi tan solo ella le diera motivos para sospechar que era un monstruo por dentro esto seria mucho mas fácil. Sus frases no estaban sirviendo de mucho todavía.Kaia solo había demostrado piedad hasta ahora. Pudo haberlo matado cuando este tuvo la estúpida idea de entrar en el agua con ella; y no lo hizo.« Pero lo intento » se recordó. Él no debía olvidar eso.No debía dejarse nublar por estos nuevos sentimientos jamás antes descubiertos.El había tratado de acceder a una tregua, a que ella le explicara
James había cuidado de ella dos semanas completas. Era diligente con su trabajo, con referente a todo lo que requería alimento y cuidado. De alguna forma el pensaba que complaciéndola obtendría mas de sus palabras. Kaia, por otra parte, pensaba que al abrirse un poco más hacia el ganaría su confianza, quizás solo la suficiente para hallar pistas sobre este lugar y sus posibles salidas. Conversaciones inofensivas que escondían la verdad.El juego había iniciado.Ambos se creían los listos aquí. Sin saber, que cada quien estaba dando algo, porque ambos querían algo a cambio.La libertad, una sola verdad.-Una semana -más le prometió el chico – luego estará instalado todo de nuevo, y podrás estar mas a gusto. – él nunca lo admitiría, pero estaba gastando mucho dinero al tratar de acortar el tiempo para la reconstrucción de aquello.La sirena le respondió con un leve asentimiento. Luego de que Kaia le hablara por primera vez, el, nuevamente, le había pedido revelaciones sobre aquella noch
-¿Por qué quieres ir a verlo?-Es el único que quizás tenga pistas más claras que nosotros.-¿Tu crees?-Es el único a parte de nosotros dos que la esta buscando. El nos puede decir sus avances, y nosotros los nuestros. Unir fuerzas para acortar caminos y ahorrar tiempo.-Te odia, -le suelta Jaladi diciéndole lo obvio -¿acaso lo olvidas?-si- acepta Dorian – pero no odia a Kaia.Jaladi hace una mueca escéptica-Y además- sus ojos verdes se fijan en ella – algunos dicen que tengo un don para hablar con el mundo -sonríe – la gente lo llama…-mueve sus manos fingiendo atraer la palabra hacia si - carismaJaladi puso los ojos en blanco – deja de jugar – le pide– que seas el hijo de un lord de la corte no te garantiza la vida ante un centurión-Kit nos ayudara- le aseguro rápidamente-No le agradas – dijo Jaladi mientras lo detenía del brazo impidiéndole irse – no lo hacia antes, no lo hará ahora-¿Dudas de que puedo apelar a su extraño, raro y deforme corazón?-Eres el prometido de Kaia.-
Teles se hallaba confundida. Pero quizás esto podía usarlo a su favor.¿Qué hacían Dorian y Jaladi reunidos?Los estaba observando desde lo lejos, no podía escuchar lo que hablaban, pero sí que podía ver su cercanía.Últimamente los había visto más juntos que nunca. ¿Cuándo siquiera se habían conocido?Ella sabía que ambos podían tener intereses comunes por encontrar a Kaia, pero… aun así… ¿eso era suficiente para unirlos tanto? ¿Tanto como ahora parecían estarlo?¿O es que acaso se escondía algo más allá en toda esa amabilidad?Un paso en falso, y ella podría aprovechar la oportunidad para ser una heroína y delatar a los traidores. Una traición al corazón era lo mas bajo y deplorable que podía hacer una sirena. Se supone que el amor era algo apreciado y verdadero bajo el mar. Ella solo esperaba verlos caer a todos ellos.Su corazón estaba corrompido, y mientras la envidia la llenase, ella jamás podría volver a ver la luz de su propio corazón.***-¿y? ¿Qué tal te fue?- los ojos cast
Ya había entrado la noche cuando James llego a su mansión. Y para rematar, era luna llena.Había sido un dia agotar y había tenido mas que suficiente de números por el dia de hoy.Sentía ahora mismo, que los veía por todas partes.Lo único que lo aliviaba era el hecho de saber que cuando cruzara por aquella puerta, unos ojos amables le estarían esperando del otro lado.Se saco la corbata y la arrojo en su cama.Abrió suavemente la puerta del baño solo por si acaso cierta inquilina se encontrara durmiendo.No lo estaba -¿Qué tal te fue hoy?- sus ojos estaban bastante abiertos.-Fue un dia agotador -dijo-Luces cansado – menciono mirándolo apacible-Y tu muy despierta – dijo honesto-Me aburro mucho – confeso ellaJames nunca pudo llegar a pensarse que seguramente los días de Kaia debian de ser muy aburridos. Quizás él podría hallar la manera de descubrir cómo hacerlos diferentes. Darle algo o mostrarle algo con lo que entretenerse.-creo que a estas alturas solo espero a que llegues pa
El rey Kaito se encontraba sentado en su trono. Solo recordando aquel encuentro del pasado. Añorando unos ojos claros. Ahora era solo cuestión de días para su reencuentro, y aún estaba pensando en que le diría.Hace años atrás, ella había puesto un puñal entre sus manos- no te rindas.-había dicho- Y por sobre todo, se valiente. -el jamás había olvidado esas palabras, ni aquella mirada feroz en el rostro de la niña. Sus ojos se habían clavado en el cómo un recordatorio de todo lo que quería ser de grande.Seguramente ella no lo recordaba, pero el jamás se permitió olvidarla. Aquella pequeña sirena de ojos verdes. Como sus ojos parecían tan despiertos y alertas para el mundo.El como ella lo había confundido con un prisionero del reino enemigo. Y lo había tratado con compasión, aun cuando ella misma era la prisionera. Luego de su liberación, el jamás volvió a verla. Él podría traer del reino de Ula a cualquier sirena, pero… no a una que vivía directamente en el palacio. Y menos cuando
Quizás no todo el mundo conocía el sentimiento de no ser correspondido. Pero para aquellos que han estado bajo la piel de ellos, solo se espera consuelo, y la promesa de que algún dia aparecería su amor verdadero.“Siempre llega alguien mejor” le habían dichoTeles no estaba segura de esoLo admiraba desde lejos y admiraba su perfección. El era su complemente. Y admiraba que siempre se encontrara sonriendo en medio de tanta gente, como si la gente lo amara por el simple hecho de ser el, solo por existir. ¿Cómo alguien se ganaba la simpática de todos? Ella simplemente consideraba aquello como algo imposible, sobrenatural ¿Cómo kit había sido merecedor de aquel rasgo tan especial?Su sonrisa enamoraba a mas de una chica, y muchas iban tras él. Sin embargo, el las rechazaba a todas, era admirable la devoción que profesaba por su único amor. Por su amor imposible, por Kaia.Aquel nombre le causaba a ella conflictos internos, Teles no soportaba a Kaia, y ella quería creer que la razón por