-¡Morgawr a la vista! ¡Morgawr a la vista!Teles apenas pudo reaccionar cuando vio a la gran bestia marina chocar contra uno de los monumentos submarinos. El estruendo fue tan fuerte que ella sintió al mismo mar sacudirse, muchos tuvieron que apartarse para esquivar los escombros de piedra que caían. Esa cosa estaba dañando las estructuras del reino a diestra y siniestra.Era una gran bestia y estaba totalmente fuera de control. Los gritos de todos se escuchaban por todas partes, gente aterrada nadando fuera de sus casas.-¡Centuriones!- grito ella -¡A sus lanzas, ya ya!Ella nado rápidamente al interior de la armería, y apenas tuvo tiempo de ponerse una parte del uniforme. ¿Para que? Ya daba igual. Si se demoraba mas de lo necesario se perderían mas vidas. Decidió mejor agarrar una lanza y salir rápidamente, aun sin la protección adecuada. -¡Rápido!Cuando estuvo otra vez fuera trato de localizar con su visión la mejor estrategia para capturarlo.-¡Rodéenlo, ya ya!- ella era la je
-¿Te has estado divirtiendo?Kaia lo miro – no creo que esa sea la palabra adecuada.-¿No?-Bueno…- miro a su alrededor – he estado explorando la habitación. Pero esta tiene un límite. Creo que ya he visto mas que suficiente.James sonríe – que bueno que lo digas, porque te he traído algo para solucionar aquello-dijo mientras colocaba una gran bolsa sobre la mesaKaia miro con curiosidad al objeto que había sobre esta. Apenas estaba tratando de ver que era hasta que James abrió el cierre sacando un montón de cosas mas -¿sabes lo que es?- le pregunto mientras sostenía uno en el aireLa muchacha asintió – un libro-Todos lo que he leído- menciono– a lo largo de toda mi vida-No son muchos- se atrevió a decirJames negó – hay más bolsas afuera de la puerta. He reunido una cantidad generosa de 450 libros leídos. Aparte tengo muchos otros que no he leído aun.Ella abrió muchos los ojos – eso es bastante- admitió ella.-Ni que lo digas, créeme, no quieres ver mi lista de libros pendientes-
Aiden jamás había visto a James ser posesivo con alguien. O con nada.¿Por qué lo estaba siendo con Kaia?Una parte de el empezaba a preocuparse. ¿Por qué su amigo se estaba encaprichado tanto con esta sirena? ¿Acaso estaba olvidando lo que ella era?James le había contado, todo lo que Kaia le informaba, su vida bajo el mar, su pasado, y sus circunstancias. Si bien es cierto, ambos parecían tener cosas en común, y compartían ciertos dolores.El no entendía muchas cosas de aquella relación entre James y Kaia, pero quizás si entendía una, solo una, Kaia era el reflejo de su propio corazón. Y cuando un corazón se identificaba con otro. Para bien o para mal, era imposible no crear una relación allí. Y eso era lo que le estaba sucediendo a James Blake.Estaban formando una relación, y una relación podía convertirse en muchas cosas.Una sirena y un humano.Un amor prohibido.Uno que quizás acabaría en desastre.-¿Disculpen?- cuando la voz de Aiden se filtra en el aire, ellos dos rompen cont
Tres días ya habían pasado. Y eso marcaba el fin del plazo para Jaladi y Dorian.-¿Estas segura de que nos esta siguiendo?- pregunto el muchacho de ojos verdes mientras miraba disimuladamente hacia atrás-Tu confía en mi, y sigue nadando-¿Segura?-No te detengas- le indica – y por sobre todo, no mires hacia atrásDorian no estaba seguro de Teles, pero estaba seguro de Jaladi. Así que confió en sus decisiones y su inteligencia.Nado sin preocuparse mas de mirar si alguien mas los seguía o no.Ambos hicieron su rumbo hasta entrar en el reino maldito. Territorio prohibido.-Espera – dijo esta vez la muchacha-¿Qué sucede?- pregunto ellaEntonces lo vieron nadar – un pez mensajero. Dorian sintió un escalofrió recorrer su espalda – brbrbr esas cosas me ponen de los nervios. Siempre son un mal augurio-Si no encontramos pronto a Kaia, - dijo- eso si que será un mal augurio-Entonces será mejor darnos prisa- indico mientras su vista se dirigía a lo lejos. Justo hacia el palacio de la corte
Y tenía razón. Fue a peor.Cuando vio a la figura ya antes conocida aparecer por ese umbral todo se volvió frio.Era algo en su mirada, algo que ponía a raya a todos. Incluso a ella.El rey Kaito guardo silencio mientras la observaba, él ni siquiera había tocado la puerta, lo cual sería ridículo que lo hiciera, después de todo, se suponía que Teles era una “prisionera” y este su palacio.Quizás había llegado su momento. Quizás Kaito había querido darle unos segundos de piedad y comodidad antes de morir. Quizás estaba aquí para ejecutarla. Pues, si bien era cierto, el rumor sobre su crueldad era tan conocido como el de su propia reina.Ella sabía los riesgos y asumiría las consecuencias. Estaba dispuesta a hacerlo. Su vida a cambio de muchos, un precio justo.-¿Puedo estar de pie mientras lo haces?- su pregunta no tuvo ningún sentido para el reyAlzo una ceja mirándola con suspicacia -¿Qué es lo que quieres hacer de pie?- indago-Quiero morir como una guerrera- exclamo y fue firme.- no
La gran reunión había empezado. Aquellas fiestas y lujos podrían cegar a cualquiera. Pero no a James Blake. No a aquellos que siempre han sabido donde colocar su mirada. Aquellos corazones intocables que el dinero no corrompía.James Blake apareció de la mano con, según dice la gente, una hermosa chica que parecía sacada de los mismísimos cuentos de hadas.Todo el mundo se había maravillo al verlos entrar por aquellas puertas. Eran una de las parejas más atractivas que habían allí en ese preciso momento. Pero tanto para Kaia, como para James, ser atractivos no significaba nada.Aun así, cuando se toparon al joven de ojos grises – vaya, vaya, James Blake, - sonrió a la chica de su lado, fue el primero en recibirlos – tal parece que esta noche si que te esforzaste en tu compañía-dijo impetuosamente.Kaia encontró aquel gesto y aquella mirada de notable deseo hacia ella repulsivo, ni siquiera se habia tomado la molestia en disimular que le estaba recorriendo todo el cuerpo descaradamente
Mientras ambos muchachos estaban sentados conversando, una tercera figura se estaba acercando. No alcanzo a visualizar a la chica, ya que James era mas alto, y su cuerpo estaba cubriendo el suyo.Sin embargo, cuando escucharon su voz -James.-llamoEl muchacho casi como un acto reflejo, tomo el chaleco que le había colocado a Kaia sobre los hombros y lo subió un poco más. Solo lo suficiente para cubrirle la cabeza y el rostro, casi como si se tratase de una capa. Una acción un poco disimulada y que pretendía ser naturalUna de las manos del muchacho se mantuvo suavemente apoyada en la nuca de la chica, solo con la intención de que no se levantara, que no elevara el rostro, y ella lo entendió.Kaia hubiera reconocido a esa voz en cualquier parte ahora.-Jessica- saludo James. Y aquel joven dirigió su mirada hacia ella. Sus ojos azules resplandecían con la noche, y la chica del vestido rojo sintió que se desarmaba. James era ridículamente guapo.La mirada de ella cayo en el cuerpo pequeñ
Los preparativos para la misión de rescate habían tardado un poco mas de lo esperado. Habían pasado dos semanas.Kit había sido encargado para liderar al grupo de centuriones que debían traer de regreso a su verdadera líder.Por días habían revisado los limites de su reino para saber la posición de los guardias del otro lado, habían tratado de ser discretos, y a los pocos que habían detectado habían tratado de parecer disimulados. Era usual que se vigilara la frontera, nadie sospecharía que se trataba de un rescate.Nadie cruzaba las barreras entre sus mundos. Eso estaba prohibido. El océano tenia reglas, y a pesar de ser un lugar libre, también era un sitio peligroso.-¿Listos?- pregunto el jovenLa noche tan esperada para el asalto dio inicio. Y kit cruzo junto con su grupo al otro lado. A aquel sitio prohibido alejado de la mano de la reina.-¡Rápido! ¡Rápido! Que no los vean. De espaldas al muro. – indico mientras hacia señales con las manos para que cruzaran en grupos de tres.-¡d