Ya había entrado la noche cuando James llego a su mansión. Y para rematar, era luna llena.Había sido un dia agotar y había tenido mas que suficiente de números por el dia de hoy.Sentía ahora mismo, que los veía por todas partes.Lo único que lo aliviaba era el hecho de saber que cuando cruzara por aquella puerta, unos ojos amables le estarían esperando del otro lado.Se saco la corbata y la arrojo en su cama.Abrió suavemente la puerta del baño solo por si acaso cierta inquilina se encontrara durmiendo.No lo estaba -¿Qué tal te fue hoy?- sus ojos estaban bastante abiertos.-Fue un dia agotador -dijo-Luces cansado – menciono mirándolo apacible-Y tu muy despierta – dijo honesto-Me aburro mucho – confeso ellaJames nunca pudo llegar a pensarse que seguramente los días de Kaia debian de ser muy aburridos. Quizás él podría hallar la manera de descubrir cómo hacerlos diferentes. Darle algo o mostrarle algo con lo que entretenerse.-creo que a estas alturas solo espero a que llegues pa
El rey Kaito se encontraba sentado en su trono. Solo recordando aquel encuentro del pasado. Añorando unos ojos claros. Ahora era solo cuestión de días para su reencuentro, y aún estaba pensando en que le diría.Hace años atrás, ella había puesto un puñal entre sus manos- no te rindas.-había dicho- Y por sobre todo, se valiente. -el jamás había olvidado esas palabras, ni aquella mirada feroz en el rostro de la niña. Sus ojos se habían clavado en el cómo un recordatorio de todo lo que quería ser de grande.Seguramente ella no lo recordaba, pero el jamás se permitió olvidarla. Aquella pequeña sirena de ojos verdes. Como sus ojos parecían tan despiertos y alertas para el mundo.El como ella lo había confundido con un prisionero del reino enemigo. Y lo había tratado con compasión, aun cuando ella misma era la prisionera. Luego de su liberación, el jamás volvió a verla. Él podría traer del reino de Ula a cualquier sirena, pero… no a una que vivía directamente en el palacio. Y menos cuando
Quizás no todo el mundo conocía el sentimiento de no ser correspondido. Pero para aquellos que han estado bajo la piel de ellos, solo se espera consuelo, y la promesa de que algún dia aparecería su amor verdadero.“Siempre llega alguien mejor” le habían dichoTeles no estaba segura de esoLo admiraba desde lejos y admiraba su perfección. El era su complemente. Y admiraba que siempre se encontrara sonriendo en medio de tanta gente, como si la gente lo amara por el simple hecho de ser el, solo por existir. ¿Cómo alguien se ganaba la simpática de todos? Ella simplemente consideraba aquello como algo imposible, sobrenatural ¿Cómo kit había sido merecedor de aquel rasgo tan especial?Su sonrisa enamoraba a mas de una chica, y muchas iban tras él. Sin embargo, el las rechazaba a todas, era admirable la devoción que profesaba por su único amor. Por su amor imposible, por Kaia.Aquel nombre le causaba a ella conflictos internos, Teles no soportaba a Kaia, y ella quería creer que la razón por
-¡Morgawr a la vista! ¡Morgawr a la vista!Teles apenas pudo reaccionar cuando vio a la gran bestia marina chocar contra uno de los monumentos submarinos. El estruendo fue tan fuerte que ella sintió al mismo mar sacudirse, muchos tuvieron que apartarse para esquivar los escombros de piedra que caían. Esa cosa estaba dañando las estructuras del reino a diestra y siniestra.Era una gran bestia y estaba totalmente fuera de control. Los gritos de todos se escuchaban por todas partes, gente aterrada nadando fuera de sus casas.-¡Centuriones!- grito ella -¡A sus lanzas, ya ya!Ella nado rápidamente al interior de la armería, y apenas tuvo tiempo de ponerse una parte del uniforme. ¿Para que? Ya daba igual. Si se demoraba mas de lo necesario se perderían mas vidas. Decidió mejor agarrar una lanza y salir rápidamente, aun sin la protección adecuada. -¡Rápido!Cuando estuvo otra vez fuera trato de localizar con su visión la mejor estrategia para capturarlo.-¡Rodéenlo, ya ya!- ella era la je
-¿Te has estado divirtiendo?Kaia lo miro – no creo que esa sea la palabra adecuada.-¿No?-Bueno…- miro a su alrededor – he estado explorando la habitación. Pero esta tiene un límite. Creo que ya he visto mas que suficiente.James sonríe – que bueno que lo digas, porque te he traído algo para solucionar aquello-dijo mientras colocaba una gran bolsa sobre la mesaKaia miro con curiosidad al objeto que había sobre esta. Apenas estaba tratando de ver que era hasta que James abrió el cierre sacando un montón de cosas mas -¿sabes lo que es?- le pregunto mientras sostenía uno en el aireLa muchacha asintió – un libro-Todos lo que he leído- menciono– a lo largo de toda mi vida-No son muchos- se atrevió a decirJames negó – hay más bolsas afuera de la puerta. He reunido una cantidad generosa de 450 libros leídos. Aparte tengo muchos otros que no he leído aun.Ella abrió muchos los ojos – eso es bastante- admitió ella.-Ni que lo digas, créeme, no quieres ver mi lista de libros pendientes-
Aiden jamás había visto a James ser posesivo con alguien. O con nada.¿Por qué lo estaba siendo con Kaia?Una parte de el empezaba a preocuparse. ¿Por qué su amigo se estaba encaprichado tanto con esta sirena? ¿Acaso estaba olvidando lo que ella era?James le había contado, todo lo que Kaia le informaba, su vida bajo el mar, su pasado, y sus circunstancias. Si bien es cierto, ambos parecían tener cosas en común, y compartían ciertos dolores.El no entendía muchas cosas de aquella relación entre James y Kaia, pero quizás si entendía una, solo una, Kaia era el reflejo de su propio corazón. Y cuando un corazón se identificaba con otro. Para bien o para mal, era imposible no crear una relación allí. Y eso era lo que le estaba sucediendo a James Blake.Estaban formando una relación, y una relación podía convertirse en muchas cosas.Una sirena y un humano.Un amor prohibido.Uno que quizás acabaría en desastre.-¿Disculpen?- cuando la voz de Aiden se filtra en el aire, ellos dos rompen cont
Tres días ya habían pasado. Y eso marcaba el fin del plazo para Jaladi y Dorian.-¿Estas segura de que nos esta siguiendo?- pregunto el muchacho de ojos verdes mientras miraba disimuladamente hacia atrás-Tu confía en mi, y sigue nadando-¿Segura?-No te detengas- le indica – y por sobre todo, no mires hacia atrásDorian no estaba seguro de Teles, pero estaba seguro de Jaladi. Así que confió en sus decisiones y su inteligencia.Nado sin preocuparse mas de mirar si alguien mas los seguía o no.Ambos hicieron su rumbo hasta entrar en el reino maldito. Territorio prohibido.-Espera – dijo esta vez la muchacha-¿Qué sucede?- pregunto ellaEntonces lo vieron nadar – un pez mensajero. Dorian sintió un escalofrió recorrer su espalda – brbrbr esas cosas me ponen de los nervios. Siempre son un mal augurio-Si no encontramos pronto a Kaia, - dijo- eso si que será un mal augurio-Entonces será mejor darnos prisa- indico mientras su vista se dirigía a lo lejos. Justo hacia el palacio de la corte
Y tenía razón. Fue a peor.Cuando vio a la figura ya antes conocida aparecer por ese umbral todo se volvió frio.Era algo en su mirada, algo que ponía a raya a todos. Incluso a ella.El rey Kaito guardo silencio mientras la observaba, él ni siquiera había tocado la puerta, lo cual sería ridículo que lo hiciera, después de todo, se suponía que Teles era una “prisionera” y este su palacio.Quizás había llegado su momento. Quizás Kaito había querido darle unos segundos de piedad y comodidad antes de morir. Quizás estaba aquí para ejecutarla. Pues, si bien era cierto, el rumor sobre su crueldad era tan conocido como el de su propia reina.Ella sabía los riesgos y asumiría las consecuencias. Estaba dispuesta a hacerlo. Su vida a cambio de muchos, un precio justo.-¿Puedo estar de pie mientras lo haces?- su pregunta no tuvo ningún sentido para el reyAlzo una ceja mirándola con suspicacia -¿Qué es lo que quieres hacer de pie?- indago-Quiero morir como una guerrera- exclamo y fue firme.- no