- ¿Desperdiciaron toda la comida de un mes, solo por un juego? - Kader se empezaba a indignar - Deja la amargura Caramelo, mañana mandaré a que les compren la despensa para todo un año - comentó Maia - Que seas rica no significa que puedas estar mal gastando el dinero en tonterías - la regañó - No es una tontería cuando eso implica la felicidad de los que me importan - dijo acercándose con firmeza - y si tengo que despilfarrar todo lo que tengo para tener un momento de alegría y paz con los míos no dudes en que lo haré - Esa eran la clase de cosas que alteraban las emociones de Kader y hacía que su corazón se confundiera al grado de ni siquiera saber cómo debía latir. ¿En qué momento esa chiquilla caprichosa e interesada se había convertido en la mujer que prefería a una banda de ladrones antes que a su dinero? No tenía una respuesta para eso, pero sabía que ese cambio en ella lo hacía feliz de una forma que no sabía cómo explicar. - No sé qué le hiciste a la Maia que conocí, pero
Eso era más que suficiente. Tenían un plan, tenían una motivación y lo más importante, se tenían a ellos. Kader no podía negar que las palabras de la Cobra habían hinchado su pecho de orgullo y de algo más que no sabía cómo describir, o al menos no estaba dispuesto a aceptarlo. Pero lo que hizo enseguida bien podía dar una idea de lo que estaba sintiendo, dio dos pasos hacia ella, tomó su rostro entre sus manos y sin más la besó. Fue un beso suave, tierno y fugaz, pero con eso bastó para llenar sus corazones incluso por los próximos siglos.- Ya la oyeron chicos, ese bebé nos necesita y no le vamos a fallar - llamó la atención de los demásY con eso todos se movilizaron dispuestos a acatar cada orden que se les
Eran las tres de la mañana y alguien tocaba a la puerta. Kader no tardó en despertar, lentamente y con pistola en mano se dirigió a la puerta donde se encontró con una muy sonriente Maia, que lo miraba ansiosa, tierna y hasta nerviosa.- ¿Qué haces aquí Cobra? - preguntó soñoliento- Viene para llevarte a un lado - le respondió- ¿Ahora? - cuestionó- Si ahora, así que ve a vestirte que se nos hace tarde - ordenó mirando su pecho descubierto- Maia, son las 3 de la mañana, ¿A dónde podríamos ir a esta hora? Además no creo... -Iba a decir algo m&aacu
Pronto llegaron a las afueras de la ciudad, donde había una casa humilde, pero amplia y con un terreno increíblemente espacioso. Maia se estacionó en la entrada y junto a Kader se acercaron a la puerta. El camino a ella era un poco largo, por lo que Maia tuvo tiempo para pensar en lo que estaba haciendo y saber que era necesario dar un pequeño preludio para preparar el terreno. Por esa razón se detuvo a unos pasos de la puerta y se giró para mirar a Kader a los ojos.- Sé que la forma en la que nos conocimos no fue la mejor y que a lo largo de estos meses he hecho cosas que les han afectado - jugó con sus dedos nerviosa - pero quiero que sepas que me arrepiento. Lamento haberte metido en mis absurdos caprichos, lamento haber usado a tu familia para ello y también lamento haberte mentido. No sé lo que vaya a pasar después de esto,
- Me abandonaron - aseguró más para él que para sus acompañantes- Sé que debes estar muy dolido por cómo se dieron las cosas - le habló Zara con pena - pero ahora que estás aquí es momento de que sepas como se dieron las cosas -Los cuatro tomaron asiento una pareja en frente de la otra. Y después de unos segundos que a todos les parecieron eternos Zara volvió a hablar.- Tu padre era un gran chico, pero con una vida muy difícil - comenzó su relato - solo tenía 10 años cuando sus padres murieron en un accidente de tráfico, en ese entonces ellos eran nuestros vecinos y esa noche sus padres nos pidieron cuidar de él y me alegra que así haya sido ya que eso salvó su vida. Tus abuelos pat
Ya había anochecido, y después de haber pasado todo el día junto a la familia que ahora Kader sabía que tenía, él y Maia decidieron volver a casa. Esta vez fue Kader quien tomó el volante, para que Maia pudiera descansar. Mientras recorrían su camino de vuelta ambos se entretenían escuchando un poco de música y conversando de todo lo que habían vivido en ese día. Cabe decir que el más emocionado era Kader, a pesar que nunca se volvió a sentir solo después de haber conocido a Gillian y Felicie, ahora que conocía a su verdadera familia y quiénes fueron realmente sus padres, se sentía mucho mejor.Para él fue como si le quitarán un peso de encima que lo dejaba ser libre, una bocanada de aire que le permitía respirar. Y todo eso gracias a la Cobra que ten&iacu
- ¡No quiero oír que vuelvas a decir algo así! - la reprendió - sabes que nada de eso es verdad -- Pero… -- ¡Nada Maia! - la interrumpió tomando su rostro entre sus manos para llamar toda su atención - los errores de tus padres no tienen por qué perjudicarte y mucho menos ser culpa tuya. Así que por favor no vuelvas a decir que tu existencia solo ha causado daño porque eso no es verdad. El que estés con nosotros muchas más alegrías que cualquier otra cosa en la vida, los niños están recibiendo una mejor educación que ninguno de nosotros, muchos en el Clan tienen más confianza en sí mismos, se aceptan más allá de ser simples ladrones y yo… -Sé contuvo un mom
Apenas escuchó esas palabras Kader sintió como si el piso le quemara. Como rayo se incorporó dejando sus rodillas en el piso y manteniendo cierta distancia de Maia.- ¿Qué… qué dijiste? - tartamudeo- Lo que escuchaste, me enamoré de ti - insistió - sé que es difícil de creer, incluso a mi me costó aceptarlo, pero es la verdad. Me enamoraste con tu coraje, tu valor, la forma en la que ves por los tuyos, esa sencillez y a la vez orgullo con el que enfrentas cada situación. Te amo -- No - dijo de inmediato - ¡No! No puedes amarme -- ¿Pero por qué no? - lo cuestionó- Para empezar porque hasta hace poco cre&iac