«Se ha marchado»«Se ha marchado»«Se ha marchado»Benjamín sintió que su mundo estaba hundiéndose bajo los pies, por un momento no supo qué decir y qué pensar. Sin Nick esta casa no sería jamás la misma, pero la vida de Nick era mucho más importante que el dolor que sentía en ese momento.—Es lo mejor —murmuró.—¿De qué mierd4 estás hablando? —le cuestionó Steven—. Creí que Nick era diferente.—Nick es diferente de todos los hombres que he conocido en mi vida, Nick es la única persona por la que yo iría al infierno —aseguró Benjamín con decisión.—Entonces no comprendo lo que quieres decir.Benjamín miró a su primo.—Dime que tú no tienes nada que ver con lo que pasó.Steven arrugó la frente.—Si tienes algo que decirme, dilo y no juegues conmigo a los acertijos, ninguno de los dos es un niño para evitar hablar con las pelotas bien puestas —gruñó Steve.—Mi padre encontró a Nick y ha estado vigilándonos todo este tiempo, el muy canalla se hizo con mi arma persona y es el cañón que am
Tres meses, tres putos meses, habían pasado desde que Benjamín se había unido al grupo criminal de su padre.Tres meses desde la última vez que había visto a Nick y eran sin duda los tres meses más desastrosos de su vida, un infierno al que pronto iba a ponerle fin.—No sé por qué sigues poniendo trabas a la boda, Benjamín —dijo Franklin molestó por la nueva negativa del ex jefe de la policía para casarse con Claudia Robinson.—Quizá porque te he demostrado en tres meses lo efectivo que soy actuando solo, haciendo las cosas a mi manera. ¿De verdad necesitas que me casa con ella? —preguntó mientras se bebía un trago.Benjamín y Franklin se habían citado con George Robinsón en el antro que él estuvo investigado meses atrás en el caso de Brooke Gibson, por lo que asumió que el hombre con quien se encontraría no era otro que Gary Astor, el dueño del antro.—Le di mi palabra a George y no voy a romperla…—Por favor, papá, a otro perro con ese hueso. Tú sabes que no lo necesitas, estoy al f
Benjamín sostuvo el cuerpo de Nick antes de caer al piso, acarició las mejillas del muchacho y limpió la traviesa lágrima que rodó de sus ojos.—Lo siento, Nick, lo siento tanto, pero todo esto ha sido necesario, no puedo exponer tu vida, no podría vivir sabiendo que pude hacer algo y no lo hice. Fui un tonto, debí tenerte más confianza y contarte la verdad. Pero tomé decisiones apresuradas, solo pensé en ponerte a salvo. Esa ha sido mi culpa —le susurró al oído mientras dejaba un beso en los labios cerrados del muchacho.Benjamín lo llevó al sillón, para buscar algo con que cubrir el cuerpo de su joven amante.—Tengo que sacarte de aquí, Nick, o todo se irá a la mierda y tú no mereces vivir con miedo y tampoco vivir huyendo —continuó, antes de echárselo al hombro y buscar una salida de emergencia.Sin embargo, la suerte no estaba de su lado, Benjamín maldijo al escuchar la voz de su padre dirigirse a él.—¿Qué es lo que haces? —preguntó Franklin cortándole el camino.—Salvándote el t
Nick sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, abrió los ojos y se dio cuenta de que se había quedado dormido en el piso, con el rostro pegado a la puerta.Aquella puerta que golpeó y pateó para que se abriera, aquella puerta que lo retenía en el sótano, lejos de Benjamín.—No te atrevas a dejarme —susurró con la nota aferrada en su mano.Nick se puso de pie, estaba agarrotado por la posición en la que se había quedado dormido toda la noche, pero poco le importó, él solo quería salir de ahí y buscar a Benjamín, asegurarse de que estuviera bien.—¡Benjamín! —gritó.Nick golpeó la puerta un par de veces, gruesas lágrimas se derramaban de sus ojos y sus nudillos estaban rojos a punto de sangrar.—Abre la puerta, ¡déjame salir! ¡Benjamín! —gritó—. Abre la maldita puerta —sollozó.Nick se dejó caer al piso, se recargó contra el metal y esperó, esperó, no supo cuándo tiempo, el silencio de la habitación era su única compañía, sus sollozos fueron apagándose, mientras deja escapar un par de su
Nick corrió por los pasillos del hospital, cuando el médico le llamó, por un momento llegó a pensar lo peor, Benjamín no había despertado en muchas semanas y pensó que… El muchacho negó, no tenía sentido recordar lo que se había llegado a imaginar. Lo importante era que Benjamín había despertado y estaba completamente fuera de peligro.El corazón de Nick latía acelerado como una locomotora a toda velocidad y solo se detuvo frente a la puerta de la habitación a donde había sido trasladado Benjamín.El joven miró la barrera que lo separaba del hombre.—¿Qué pasa Nick? —preguntó Steven llegando junto a él.—No lo sé, no sé qué voy a decirle —susurró.—¿Sigues molesto con él? —cuestionó el rubio.Nick se encogió de hombros…Debía admitir que le había dolido terriblemente el engaño de Benjamín, la poca confianza que le había tenido, pero… ¿Qué podía esperar?Benjamín era el jefe de la policía y lo que hizo fue parte de su trabajo, se infiltró en una organización que pudo terminar con su vi
—Parece que estás sosteniendo una bomba —dijo Benjamín, sonriéndole desde donde estaba apoyado contra la columna.Nick lo fulminó con la mirada.—No es una bomba, es una jodida pistola —refutó el muchacho con molestia.Benjamín negó, se acercó a él hasta colocarse a su espalda.—No te he escuchado quejarte ni una sola vez cuando sostienes mi pistola en las manos —le susurró.Nick le dio un codazo entre las costillas que provocaron que el jefe de la policía se carcajeara.—No te quejes, cariño, esto lo decidiste, tú no yo —le recordó Benjamín.Nick dejó escapar un suspiro.Exactamente, había sido él quien le solicitó que le enseñara a disparar y dar clases de defensa personal, Nick quería aprender a defenderse en caso de llegar un día a necesitarlo, pero también quería enseñarle a Brooke todo lo que aprendieran, sin saber que Richard se había tomado muy en serio su papel de custodio personal.—Presta atención, Nick —dijo Benjamín, cogiendo una pistola de la mesa, apuntó el objetivo y s
El chico parpadeó un par de veces, él arrugó el entrecejo al intentar abrir los ojos, la luz de la habitación le hizo gemir, le llevó unos segundos poder adaptarse a la luz, mientras se preguntaba ¿Qué es lo que había sucedido?El sonido de un disparo se abrió paso por su cabeza y el recuerdo de la bala abriéndose paso por su carne le hizo gemir, un tono lastimero.—¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? —la voz fuerte y fría le hizo dar un pequeño susto, ladeó la cabeza ligeramente para encontrarse con el dueño de aquella voz. Su sorpresa fue mayúscula al reconocer al jefe de la policía, Benjamín Davis, el hombre por quién él había recibido un disparo.Y el hombre no parecía nada contento, su mirada le hizo temblar e incluso hizo que la piel se le erizara, él no sabía si era de miedo, o de…—No estoy muerto —murmuró para apartar los pensamientos de su cabeza mientras el jefe de la policía gruñía como si fuese un animal herido.Nick Turner se rio de su pensamiento, el único herido aquí era él
Nick miró la espalda ancha del hombre, Benjamín era lo más parecido a la mole, tenía un cuerpo de infarto y un puto humor capaz de congelar el infierno.Llevaba solamente una tarde viviendo con el hombre y lo único que deseaba era salir corriendo lo más lejos posible de él.—Deja de mirarme como si fuera a saltarte encima de un momento a otro —dijo Benjamín.—¿Cómo mierda sabes que estoy mirándote? —preguntó Nick con tono ofendido.—Siento tu mirada taladrándome el cuello. Lamento no ser una buena compañía, pero no estoy acostumbrado a tener extraños en mi casa —dijo con una puta honestidad capaz de matar.—No tienes por qué tenerme aquí, te dije que soy muy capaz de cuidarme por mi cuenta Davis, pero tú eres quien quiere ir por ahí con aires de hombre responsable. Puedo irme a casa y continuar con mi vida y olvidarme de toda esta mierda —soltó cruzándose de brazos.Nick se arrepintió de su acción y no pudo evitar dejar escapar un gemido de dolor al sentir la herida de su operación es