A la mañana siguiente, Nick fue el primero en levantarse, se fijó en el reloj sobre la mesita de noche y suspiró.Se había quedado dormido, él había tenido otros planes, pero ya ni llorar era bueno, por lo que se dio una rápida ducha y… ¿Qué se supone que iba a ponerse para ir al trabajo? No podía llegar con la misma ropa de ayer y dar la impresión equivocada, eso sí que no.Pero entonces, ¿Qué es lo que haría?...Nick salió de la habitación de Enrique lo más silencioso que pudo. Lo primero que hizo fue caminar a la sala esperando ver a Benjamín dormido en el sillón, no obstante, se llevó una desagradable sorpresa al no encontrar al señor oficial como él pensó que estaría.El joven caminó de regreso por el pasillo de las habitaciones y se detuvo frente a la habitación de Benjamín, debatiéndose en sí debía hacer un movimiento que podía ser un arma de doble filo. No obstante, si no se sacaba la puta espina de la duda en ese preciso momento, dudaba que pudiera tener tranquilidad durante
Benjamín liberó los labios de Nick con más dificultad de la que creyó posible, suspiró cuando Nick escapó del auto y lo veía correr al edificio.—¿Qué es lo que tienes, Nick, que me hace perseguirte de esta manera? —se preguntó bajando la cabeza sobre el volante.Benjamín jamás en sus treinta años de vida se había arriesgado tanto por un hombre; jamás había besado a nadie dentro de su auto. Sus encuentros habían sido privados, tan planificados que ninguno resultaba ser satisfactorio por la misma razón.No había nada espontáneo, nada era natural en sus citas o relaciones. Todo parecía un show bastante armado.Nick Turner, por el contrario, era como un veneno que fue consumiendo en pequeñas dosis y ahora estaba completamente intoxicado de él.Benjamín no quería renunciar a eso que sentía y aunque tenía el miedo de que Nick quisiera alejarse de él cuando descubriera alguno de sus gustos durante el sexo. Aunque si era necesario cambiarlo, él estaba dispuesto a hacerlo por Nick.El oficial
Benjamín decidió tomar el caso de Brooke como algo personal. Tenía la intuición de que algo más se escondía detrás de la situación del chico. Sobre todo, porque de una u otra forma estaba relacionado con la familia Astor.—Deja que me haga cargo del caso —pidió Richard acompañándolo hasta la patrulla.—Lo haré yo, Richard, ocúpate de los casos pendientes que aún tenemos en la oficina —ordenó, como jefe de la estación no encontraría ningún impedimento para tomar el caso y llegar al fondo de todo esto.—Si me necesitas ya sabes dónde estoy —dijo Richard girando sobre sus pies y dirigiéndose a su auto.Benjamín subió a la patrulla y siguió muy de cerca la ambulancia que llevaba a Brooke Gibson al hospital.El hombre hizo un repaso mental de la situación y frenó en seco al darse cuenta de que estaban en una zona de antros. El claxon de un auto que venía detrás del suyo sonó, pero no le dio importancia, manejó hasta girar en U y volvió al lugar de los hechos.Benjamín frunció el ceño al da
Benjamín no tenía una jodida idea de cómo había llegado a la habitación sin chocar contra algún mueble, cerró la puerta, aunque era innecesario, en el departamento únicamente estaban ellos dos. Caminó hasta depositar el cuerpo de Nick sobre una de las camas.Nick gruñó cuando sintió su cuerpo chocar contra las sábanas y la ausencia de los labios de Benjamín sobre su boca.—Mírame, Nick —pidió mientras apartaba la camisa de su cuerpo.Nick se mordió el labio al ver los tatuajes que marcaban el cuerpo de Benjamín, se pasó la punta de la lengua sobre sus secos labios.—¿Te gusta lo que ves? —preguntó con una sonrisa lasciva.—Me encanta —confesó Nick incorporándose y sentándose en la cama.El joven metió los dedos en la cinturilla del pantalón y lo haló para acercarlo a él.Benjamín gimió al sentir la mano de Nick abrir sus pantalones y dejarlo caer al piso seguido por el bóxer.La dura polla de Benjamín saltó a la vida cuando las manos de Nick acariciaron el pedazo de carne, subió y baj
Nick se movió en busca del calor de su amante, no obstante, la cama estaba vacía y el lado donde Benjamín debía estar, estaba frío.El joven abrió los ojos y por un momento se sintió utilizado, pensó que Benjamín solo había tomado lo que deseaba de él y luego se había marchado sin despedirse. Pero la idea se borró de su cabeza al darse cuenta de que había una nota sobre la almohada.Delicioso pecado…Perdóname por marcharme sin despedirme, pero te veías demasiado lindo dormido que creí sería un crimen despertarte, pasaré por ti a la hora de salida. Hay una emergencia en el caso de Brooke Gibson.Piensa en mí.Tuyo. Benjamín Davis.Nick sintió mariposas en el estómago al leer la nota, era breve pero muy sustanciosa. Con la sonrisa más grande y tonta del mundo, Nick se dirigió al cuarto de baño, debía ir a la oficina y esperar una eternidad para volver a ver a Benjamín mientras él no iba a olvidarse de él, su dolorida entrada no se lo permitiría.Mientras tanto, Benjamín entró como un
Benjamín cerró los ojos al escuchar la confesión de Nick, ¿creía que se estaba enamorando? ¡Joder! Él estaba seguro que ya estaba enamorado del muchacho imprudente.—¿Crees que te estás enamorando? —preguntó.Nick por un momento pensó que su confesión echaría a perder lo que sea que tenían, no sabía si responder con la verdad o inventar alguna mentirilla que le permitiera salir indemne del asunto.—Sí, eso creo —confirmó.—¡Oh! Creo que no estoy haciendo las cosas bien, Nick —dijo con un tono de voz bajo y ronco.—¿Qué cosas? —preguntó el muchacho retrocediendo paso a paso hasta que su cuerpo chocó contra la pared de su habitación.—No me he esforzado lo necesario para que estés seguro de lo que sientes. Quizás… una nueva ronda de placer te haga reconsiderar ese “creo” por un “estoy enamorado” —pronunció mientras apartaba la camisa de uniforme de su cuerpo.Nick tragó el nudo que se formó en su garganta. Ver a Benjamín desnudo, era sin duda una de las cosas más hermosas del mundo mund
Nick gruñó mientras era arrastrado por Benjamín escaleras abajo, el vibrador en su interior se movía con ímpetu, Nick pensaba que iba a explotar de placer de un momento a otro. Sin embargo, Nick se quedó de piedra al ver el sótano, el lugar que él catalogó como “inhabitable” pocos días atrás.Benjamín se paró detrás del muchacho, llevó sus dos grandes y fuertes manos a los hombros del joven y le susurró a su oído.—Bienvenido a mi mundo, Nick…Nick tragó el nudo formado en su garganta, deslizó la mirada por el sitio. Todo parecía sacado de una película erótica.—¿Tienes miedo Nick? —la voz de Benjamín se escuchó casi lejana mientras el muchacho continuaba inspeccionando el sitio con la mirada.Había fustas, consoladores de todos los tamaños. Nick apretó las piernas y el vibrador se movió en su interior… ¿Era ese pequeño artefacto parte del arsenal de Benjamín?, la respuesta llegó a Nick de manera instantánea. Sí.«Ponte en cuatro, Nick», el muchacho tembló al recordar la orden del ofi
Benjamín apartó los recuerdos y la mirada de la puerta por donde había salido Gary Astor, de momento el tipo no era su prioridad, pero solamente por el momento…—¿Cómo estás? —preguntó Benjamín.El policía sabía que era la pregunta más estúpida que pudo hacerle al hombre…—Bien, supongo —respondió sin verlo.—No soy tu enemigo, Brooke, puedo ayudarte —se ofreció.Brooke le devolvió la mirada. Benjamín tuvo que hacer acopió de toda su fuerza de voluntad y de su entrenamiento para no gemir de dolor.El hombre tenía el miedo y el dolor tatuados en el rostro y en sus ojos una devastación total.Benjamín dio un paso atrás, aquella mirada solamente lo había visto una vez, una puta vez en la vida y esa fue la última vez que había visto a Darío con vida.El dolor casi le hizo tambalearse…—Supongo que… ¿Sabe lo que pasó? —preguntó Brooke apartando la mirada.Benjamín no había abierto el resultado de los análisis, pero por el rostro del muchacho no tenía que ser un genio para deducirlo.—¿Fue