Todo el pueblo se sentía como una película en blanco y negro. Las calles estaban bloqueadas por nevadas. Escuchó que los inviernos de Canadá son completamente blancos. La gente estaba estacando sobre un charco helado. Se sentía muy deprimida.

"¿Qué pasó?" preguntó mirando hacia adelante. Entrega el helado de vainilla y en cuanto a él, trajo chocolate.

"¿Cómo sabes que me gusta Vanilla?" ella preguntó.

"Suerte adivina", dijo brevemente.

"Espera, ¿cómo pudiste adivinar tan bien?" ella preguntó. El sonrie.

“Gatito con sentido común, al 70 por ciento de las niñas les gusta Vanilla”, dijo con una voz desordenada y desordenada. Ella lo miró al instante.

"¿Qué tal otros 30?" ella preguntó.

"Bueno, les gusto", dijo encogiéndose de hombros. Ella pone los ojos en blanco y él se rió entre dientes.

"¿Ahora te sientes mejor?" preguntó.

"¿Hiciste esto para animarme?" ella preguntó.

“Por supuesto que hice esto por ti, para animarte” dijo sonriendo. "Ahora vamos, vamos