Un hermoso collar brillaba en su cuello escrito con Matilda sobre él. El sonido de la tormenta se podía escuchar en el silencio. Ella miró por la ventana. Sus expresiones eran más frías.

"¿Lo extrañas? ¿Todavía?" preguntó. Ella lo miró.

"Me rompió el corazón", dijo en un susurro. Sintió pena por ella. Algo se iluminó en su cabeza y se levantó y fue hacia su equipaje. Cogió un suéter de punto rojo, estaba muy bien tejido. Se lo puso y caminó frente a ella. Había árboles de Navidad y caballos grabados sobre él. Ella lo miró y se echó a reír.

"¿Que es esto?" preguntó mientras se reía.

“Mi abuela me hizo esto, me pidió que lo usara sobre carismas”, dijo mientras señalaba el suéter.

“Te juro que me moriré de la risa” dijo ella riendo, él la miró.

“Al menos esto te hizo reír” dijo mientras se quitaba el suéter.

"Tu abuela es una mujer tan grande y encantadora, ella hizo esto para ti", dijo sonriendo.

"¿Tienes Granna?" preguntó. Esta fue otra pregunta dolorosa.

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