Capítulo XV
Otaiwa.
Melinda Milet.
No había necesidad de más nada, conocía a Neptuno lo suficiente. Caminé en dirección a la puerta, debía de cumplir con la misión que me habían asignado, debo de entrar en contacto con los vampiros que aún quiere unirse a nosotros, salí de la sala. Observé que los autos estaban esperando, los guerreros que mi padre me había dado estaban listos, uno de ellos se me acercó.
–Señorita, ya todo está listo. Tenemos muchas municiones de balas de plata, además de algunas fluorescentes.
– ¿Fluorescentes? –Cuestioné estupefacta.
–Sí señora, su padre estaba trabajando en un tipo de munición que ha sido capaz de acabar con la vida de los vampiros, ya no solo es necesaria una estaca en el pecho, también podemos usar
Capítulo XVIEl nuevo Consejo de razas establecido.Neptuno Wolf–Bien, debido a toda la situación que ha acontecido, y a las diferencias que puedo ver en sus rostros, estableceré un nuevo consejo, dónde los líderes de cada ejército tendrán voto, más sin embargo, la decisión final sigue siendo mía, quiero que eso quede claro. –Dije para dejarle a todo el mundo claro que aún era yo el único que mandaba en ese lugar. –Señor Wolf, su cultura no le permite gobernar como un verdadero licántropo. –Dijo uno de los viejos conejeros de mi padre, me miraba de una forma altiva, como si quisiera discutir conmigo, lo miré. Con eso bastó, nadie más me quiso decir nada. Estoy seguro de que mi mirada dijo todo lo que tenía que decir y más, sin embargo noté una levé molestia en los ojos de todos, todos se habían visto comprometidos y estaban un tanto nerviosos por la forma en que miré al licántropo.Seguí mi mirada hasta Morgana quien estaba de nuevo más pálida que ninguna otra persona dentro de la r
Capítulo XVIILos caídos en Otaiwa.Melinda Milet.En mi vida como princesa, era la primera vez que había viajado con alguien tan molesto a mi lado, esta chiquilla de los Clifford lo único que hizo de bueno fue fastidiarme, hasta que cuando estábamos cerca, decidí parar los coches, y establecer el plan de entrada, igual la chiquilla no paro ni un solo segundo en cuestionar cada una de las ordenes que yo daba, todo porque yo era simplemente la princesa, para ella esa era la mejor razón para hacerme la vida imposible hasta que llegáramos a cualquier lugar, así fue hasta que llegamos a Otaiwa, a cierta distancia de la ciudad oculta de los vampiros nos detuvimos, el camino a partir de este momento sería a pie y con el mayor silencio posible. Nos armamos todos, una cantidad de armas que daban mucho que desear, mi padre siempre estaba preparado para cualquier eventualidad, todos estábamos listos, esperando mi orden; –Vamos. –Ordené en silencio a través del auricular, todos escucharon, el m
Capítulo XVIIILa lucha en el consejo.Neptuno Wolf.Después de haber establecido el consejo, lo hice después de los aplausos, además les dije a cada cual la raza que iba a representar y asigné puestos y cargos, luego empezaría la primera reunión del consejo, algo que casi todo el mundo estaba pidiendo, le pedí a los presentes que no se encontraban dentro de los respectivos cargos que estuvieran al fondo y además les prohibí inmiscuirse en la conversación.–Bien, inicia la primera sesión del consejo. –Dije.Todos asintieron y empezó la sesión.–El primer punto. –Empezó la secretaria del consejo que no era otra que mi hermana menor Nerea –. La información aportada es que varios de los vampiros del Este y Sur habían atacado a las tropas de algunos tranfigurativos en e
Capítulo XIXLas ruinas de Otaiwa. Melinda Milet. Ya habían pasado más de tres horas desde que habíamos llegado al lugar, yo no había tenido más remedio que regresar a la batalla de la frontera con el bosque, después de lograr ayudar a que pasaran varios hombres logramos hacer una especie de emboscada a los lobos, logrando acabar con ellos en unos pocos minutos. Luego de eso caminamos por la ciudad, ahora estaba mucho más desolada que antes. –Los vampiros que estaban cerca, me dijeron que la mayor parte de la batalla se estaba desarrollando en el centro, para allá vamos a ir. –Di órdenes. –¿Así? ¿Sin ningún plan? –Volvió a intervenir la Clifford. –Niña, ya cállate si no quieres que te acabe con tu vida en este mismo lugar, estoy harta de tus cuestionamientos cuando se está haciendo algo. Son mis órdenes y yo soy la primera al mando así que tu opinión solo vale tres hectáreas de estiércol de vaca, ¿entendiste? –Le dije en tono amenazante, ya estaba harta de sus comentarios. –Bi…
Capítulo XXLa ciudad de los Hombres Rinocerontes del Este. Neptuno Wolf. Salí de la reunión, era importante mantener el orden en cada detalle de lo que iba a hacer en adelante. Luego de deleitarme con la luz de la luna, me fui a preparar, ya todos estaban listos solo me esperaban a mí. Fui a mi casa, me puse una ropa mucho más cómoda, aunque no era estrictamente necesario. Después de cambiarme en menos de tres minutos salí en dirección de uno de los vehículos que se encontraban en el lugar esperándome. –Señor. –Se dirigió a mí el mismo vampiro que había enviado a que hiciera las adecuaciones necesarias para que el ejército estuviera listo lo más pronto posible –. Señor, ¿está seguro de que usted quiere ir?–Me verás luchando, espero que con eso sea suficiente para que empieces a confiar en mis habilidades, por otro lado ¿dónde está el mapa de la ciudad de los rinocerontes? –Cuestioné, tenía un plan en mente, pero debía de ejecutarlo con mucho cuidado, por eso era necesario tener u
Capítulo XXIOtaiwa ¿Destrucción o salvación?Melinda Milet.Ya habíamos tomado gran parte del centro, faltaba poco para exterminar aquellos que habían venido con intenciones nefastas a destruir la pobre ciudad de Otaiwa, ya habíamos acabado con los cabecillas, sin embargo aún quedaban retrasos de sus fuerzas en algunas parte de la ciudad, ya me había instalado en el despacho del gobernador en el centro de la ciudad, habíamos tomado el ayuntamiento, el gobernador yacía muerto con una estaca en el pecho a pocos metros de mí.–Retiren ese cadáver lo más pronto posible del despacho, no soporto verlo. –Dije mientras que volteaba la silla del cadáver que se encontraba en el suelo, cubierto con una sábana blanca, mientras que una mancha de sangre relucía en su pecho. Mis hombres lo tomaron y lo sacaron del lugar rá
Capítulo XXIILa batalla contra los hombres rinocerontes…Neptuno Wolf. Recuerdo que aquel día llegamos todos rápido a nuestro lugares, primero que nada el plan consistía en averiguar cómo estaba la ciudad, específicamente cómo se encontraba la parte central de la misma, que era de las autoridades que estaban al mando de la ciudad antes que los vampiros y algunos otros licántropos tomarán la ciudad. Miré a mí alrededor, tenía a algunos vampiros y licántropos alrededor mío. Todos me prestaban atención, era la primera vez que sucedía esto después de mucho tiempo, es decir, que ambas razas estaban reunidas. Lo había logrado, a pesar de por una guerra, y estar en una situación que no me gustaba para nada, estaba en medio de un lugar y una situación que no iba conmigo, pero yo era el eje central de la misma.Pensé durante un par de segundos que tal vez esto que estaba sucediendo era lo mejor que podía sucederle al Mundo Ocultó, porque así estaríamos mejor, aquellos que dividen serán venci
Capítulo XXIIILa vuelta a la ciudad de los lobos. Melinda Milet.Después de salir de Otaiwa, con la victoria en toda la ciudad, sin embargo el pueblo no me quería, todos decían que sus vidas habían sido arruinadas por la guerra que yo había causado, y además que ahora los vampiros habíamos alcanzado el punto más bajo de cada uno de nosotros, me señalaron como la culpable de la guerra, como la manzana de la discordia, como la Helena de Troya, la causante de la guerra, pero nada de esto era mi culpa, ¿O sí? Allí empezaron mis dudas. Ver a todas esas personas mirándome de forma escrutadora, mientras que yo no quería ser aquella mujer que era señalada, como la causante de las desgracias tan grandes que habían tenido muchas personas encima, yo no quería ser aquella que fuera señalada como la asesina de vampiros, y aún menos la asesina de los lobos, a pesar de todo lo que sentía por ellos desde hace años, había empezado a querer a Neptuno, quien me había demostrado ser un hombre increíble