―Iremos a la casa de juntas para reunirnos con Giovanni y Caden ―suspiró Alastor ―Papá, tenemos que empezar a movernos, eso si queremos evitar una ceremonia de unión ―dijo antes de marcar un nuevo número― ¿Una ceremonia de unión? ―preguntó Neilan―Alastor, no me digas que Anna y Zeth… ――Así es papá ―interrumpió Alastor a su padre ―Keren me llamó hace un rato para informarme de lo que estaba pasando, por lo que he decidido que no voy a fallarle a mi cachorra, debo volver a Arcadia cuanto antes para poder proteger su vínculo ―― ¿Y qué tienes pensado hacer? ―preguntó Neilan―Empezar a mover a los aliados con los que ya he hablado, pero para eso, necesito toda la ayuda aérea que pueda conseguir ―explicó Alastor tras aclararse la garganta ―Valiant, comunícame con el alfa Dante, por favor ――Que… ¿Qué fue lo que te dijo Keren exactamente, hijo? ――Se los explicaré a todos esta tarde papá, la verdad es que aún estoy procesando lo que está pasando y estoy tratando de acomodar mi plan ―masc
En silencio, Alastor siguió el caminar de su padre con la mirada.Ese era el hombre que él recordaba antes de que su pesadilla comenzara.Aquel hombre, era el mismo que lo llevaba a pescar, el que lo encubría cuando él, Ragnar y Cole, hacían travesuras en los jardines del palacio.Aquel que se unía a él y a Ragnar cuando se les ocurría asaltar la alacena del palacio.El mismo que se transformaba para que él pudiese dormir en las noches de tormenta.―Papá ―lo llamó Alastor, provocando que el rey se girara hacia él con una amable sonrisa en el rostro.“¿Cómo pude ser tan idiota?” ―se preguntó Alastor, pues aquellos ojos cariñosos en el rostro de su padre no tenían nada que ver con los ojos fríos y llenos de desprecio que había visto en aquella mazmorra― ¿Qué sucede hijo? ――Lo siento mucho papá, nunca debí haber dudado de ti, cometí un terrible error ―dijo Alastor, cuya voz se rompió brevemente―Alastor, eras un niño, uno que se sintió traicionado por aquellos que se suponía debían pro
―Todo sobre ella, sobre todo, si hay alguna forma de revertirla ―dijo Alastor― ¿Revertir una ceremonia de unión? ¿Por qué? ―preguntó Chloe extrañada―Lo que sucede es que Arioch pretende que Anna y Zeth se unan para… ――Sabía que si necesitaba a Laisha no era para un tema cualquiera ―dijo Dante, quien había entrado utilizando la puerta del jardín― ¿¡Cuánto tiempo hiciste!? ―preguntó Alastor entre sorprendido y confundido ― ¿Sabes qué? No importa ―masculló al verlo fruncir el ceño ― ¿Dónde está Laisha? ――Ella… Llegará en un minuto ―dijo Dante al darse cuenta de que había dejado atrás a sus acompañantes― ¿Al menos entró al territorio? ―preguntó Máximus―Más bien, ¿llegaron a las fronteras? ―preguntó Alastor divertidoPor el tiempo que le había tomado llegar al territorio, Alastor sabía que Dante había corrido a toda velocidad, y como su yerno no era del tipo que dejaba que las hembras subieran a su lomo, Laisha debería venir con Lysander.―Por supuesto, Carlo y Lysander venían justo
Esa mañana, todos trabajaron en conjunto para investigar todo lo relacionado con la ceremonia de unión, y si bien no pudieron encontrar mucho, idearon un plan para intervenir a tiempo para que Anna y Zeth no fueran afectados por la magia de la ceremonia.Una vez tuvieron lo básico, Alastor, Dante y Máximus, se dirigieron a la casa de juntas, donde comenzaron a prepararse para comenzar a movilizar a sus aliados.Alastor, por su parte, se encerró en su oficina y continuó llamando a los aliados que Basil había conseguido para él, mientras que Dante, se encargaba de hablar con los alfas que sabía que podían comenzar a trasladarse.Máximus, por otro lado, se encargaba de planear el arribo de los alfas y de su traslado a Arcadia con Elián Manolis, quien se mostraba entusiasmado con la idea de atacar pronto.Gracias a su perfecta coordinación, los tres pudieron avanzar bastante hasta que por fin dieron las cuatro, y los invitados de Alastor, comenzaron a llegar.―Es un honor el poder hablar
«Ubicación: Arcadia.»Tras dos días enteros de tormenta, el sol por fin volvía a brillar sobre la hermosa isla, sin embargo, se pronosticaba que eso era sólo la calma antes de la verdadera tormenta, por lo que, todos los habitantes de Interlunio se preparaban para la peor tormenta en años, y por supuesto, para la unión de su futuro rey con su reina.Pese al mal clima que habían tenido los días anteriores, todo parecía ir viento en popa en cuanto a la ceremonia se refería. El banquete, el traje, el vestido, el salón, incluso, el sacerdote, que, para sorpresa de Anna y de Zeth, no sería Mendel.―Para ser alguien que va a unirse a su compañero, usted no parece muy contenta, señorita Anya ―se escuchó una familiar voz masculina detrás de Anna, quien se encontraba sentada bajo la sombra de una wisteria en el jardín delantero del palacio―No es que no me entusiasme joven Michel ―dijo Anna sin mirarlo ―Es sólo que, no esperaba que las cosas se dieran así ―suspiró la joven al ver como un par d
Confundida por sus palabras, Sandrine observó a Anna unos instantes antes de responder.―Yo… No lo he visto mi señora, me parece que él y el joven beta han estado muy ocupados desde muy temprano ―dijo Sandrine antes de bajar la voz ―Hasta donde sé, siguen ocupados con la seguridad de la capilla ――Entiendo… ――Mi señora… ¿Está segura de qué no podemos hacer nada por evitarla? ――No Sandy ―susurró Anna ―Me quedé aquí con un solo propósito, si me echo atrás ahora, no habría valido para nada, así que, planeo llegar hasta el final ――Pero… ¿Y su promesa? ―preguntó Sandrine deteniéndose frente a ellaAnte la pregunta, Anna apretó los labios en una delgada línea.Quería cumplir su promesa más que otra cosa, sin embargo, sabía que, si se negaba a realizar la ceremonia, Mendel comenzaría a sospechar aún más de ella, por lo que quedarse, habría sido en vano.Sin decir nada, Anna suspiró y continuó su camino en dirección a la habitación de Idylla.―Mi señora… ―murmuró Sandrine―Las cosas se est
El resto de la tarde, Tamara y Ruby trabajaron en el cabello de las tres mujeres, quienes decidieron tomar como jurados al pequeño Ares y a sus criadas.Para Anna, la opinión más importante fue la de Ares, quien la conocía perfectamente, además de que, curiosamente, su opinión siempre coincidía con la de Dante.Pensar en su compañero, hizo que el humor de Anna mejorara, pues comenzó a imaginarse a Dante entrando fúrico a la capilla del palacio exclamando cosas del tipo, “yo me opongo”.Si bien aquello era imposible, pues Dante no debía de tener idea de qué era lo que estaba pasando en Interlunio, Anna optó por aferrarse a aquella idea y confiar en su tía, por lo que renunció a su mal genio y decidió unirse al buen humor que se había apoderado de la habitación, pues Tamara y Ruby, eran dos mujeres sumamente ocurrentes y alegres.― ¿Qué tal este? ―le preguntó Anna a Ares cuando Tamara, terminó de colocar la última flor en el moño que acababa de hacerle― ¡Me gusta! ―exclamó Ares con emo
Sin decir nada más, Anna se apresuró a la habitación que compartía con Zeth siendo acompañada por Sandrine, quien lucía ligeramente pálida.― ¿Qué va a llevar mi señora? ―preguntó la joven sacando una mochila de un armario―Sólo lo necesario para mi hermano Sandy, a mí, sólo guárdame un cambio nuevo por favor ―pidió Anna mientras que ella rebuscaba entre sus cosas el teléfono que Elián le había dado ―Oh, y tal vez algo de desmaquillante ――Oh, pero mi señora, luce hermosa ―dijo Sandrine con voz temblorosa― ¿Estás bien? ―le preguntó Anna, quien soltó un suspiro al notar que, aquel teléfono, continuaba sin señal―Estoy algo nerviosa… ―― ¿Nerviosa? ―preguntó Anna apresurándose a tomar una almohada de la cama―Por Dánae y por la tía Helen, me preocupa que Aeris se vea involucrado ――El problema es en contra del palacio, los rebeldes no tendrían por qué tomarla en contra de la ciudad y el resto de los isleños ――Tal vez los rebeldes no, pero, mi señora, ¿qué hay de los soldados? ―Ante s