Pasadas algunas horas y algo cansado de la vista, Arioch decidió salir a fumar un cigarrillo junto al joven encargado de vigilarlo, el cual, solo lo seguía al exterior de la finca.Esto, lo había descubierto la tarde anterior, cuando él y su compañera habían optado por comer en la terraza, pues para él, aún era difícil comer junto a toda su familia pese a que Iva y Petra, habían insistido en que se uniera a ellos.― ¿Cuál es tu nombre? ―le preguntó al joven guerrero que estaba de pie no muy lejos de él―Jared Wood ―respondió el joven sin mirarlo― ¿Cuántos años tienes? ――Cumplí veintidós la semana pasada ―― Mier da, Jared, ¡lo olvidé! ―dijo una voz a sus espaldas―Lenguaje ―la regañó Iva, quien justo pasaba por la puerta―Lo siento mamá ―masculló Anna antes de correr hacia Jared, quien la atrapó en un cálido abrazo ―Muchas felicidades mi querido guardián, perdona que lo olvidara, prometo compensártelo ―masculló la joven ―Ah, de hecho, justo ahora voy a la ciudad, prometo traerte alg
―Por cierto, Gabrielle, tú y Marcia optaron por quedarse en la casa de Ragnar ¿cierto? ―le preguntó Keren con curiosidad―Mas que optar, mamá Iva prácticamente le ordenó a mi mamá que nos quedáramos con él ―explicó Gabrielle ―Admito que al principio fue raro, pero ya nos hemos acostumbrado, sin duda, eso ha servido para conocernos mejor, lo cual, es algo bueno, pues papá Ragnar dice que está listo para presentarnos a su familia y amigos en Arzeth ――Pareces emocionada ―dijo Nero con una suave sonrisa en los labios―Lo estoy ―asintió Gabrielle ―Sobre todo, porque mi mamá luce más feliz que nunca, no la había visto sonreír así desde que mi papá falleció ――Si de algo sirve, creo que al mayor Ragnar le pasa igual ―dijo Nero ―Recuerdo que, cuando la señora Mina murió, él se apagó bastante, pero, ahora, con la gama Marcia a su lado, bueno, él luce bastante contento ――Ambos se merecen esta segunda oportunidad ―asintió Gabrielle ―En fin, olvidémonos de mi historia familiar, dime, Nero, ¿a d
―Vamos a acercarnos ―dijo Keren aferrándose a su sombrero de paja al mismo tiempo que se abría paso entre la gente―Por la Diosa, ¿ya viste eso? ―le preguntó un hombre a una mujer al mismo tiempo que señalaban a Anna sin ningún tipo de discreción―Que descaro ―gruñó la mujer ―No será lo que esperábamos, pero la princesa Judith sigue siendo nuestra princesa ――Aunque, esa joven es más bonita ―dijo el hombre―Con que Judith ―dijeron Anna y Keren en voz baja―Ah, esto se va a poner bueno ―dijo Elizabeth divertida― ¿¡Cómo se atreve!? ―gritó una joven que se encontraba en el mostrador ― ¿Qué acaso no sabe quién soy yo? ――Lo-Lo siento señorita, yo…―― ¡Nada de señorita! Soy la princesa Judith Nicolaou, soy la hija del príncipe Alastor ―dijo la joven mirando al vendedor con desprecio― ¿Enserio? ¿Ni siquiera saben mi nombre? ―preguntó Anna en voz baja―No, papá pidió a los criados y a los alfas que estuvieron en el palacio que no revelaran nada de la familia real hasta que él lo hiciera of
Mientras que Elizabeth se encargaba de llamar a Dante, Anna y Keren caminaban cerca de Judith, quien no apartaba la mirada de Anna.― ¿De dónde sacaste esa ropa? ―preguntó Judith finalmente ―Parece muy cara, sobre todo, esos pantalones cortos, ¿acaso son exclusivos? ―“Un exclusivo Elizabeth Manolis, sí” ―bromeó Keren con Anna por medio de su enlace―Se podría decir que sí ―dijo Anna con la voz temblorosa por la risa ―Verá, en realidad, el kimono me lo prestaron y los… ――Ah, no digas más ―dijo Judith con una sonrisita socarrona ―Seguramente fue ella ―dijo señalando a Mirabella ― ¿Verdad? ――No, en realidad, fue ella ―respondió Anna señalando a su tíaEn silencio, Judith observó a Keren de pies a cabeza. Desde el principio, algo en ella la había inquietado.Tal vez, era el hecho de que la loba hacía lo posible por ocultar su rostro con el sombrero.O tal vez, eran las lobas que las acompañaban, las cuales, hacían lo posible por mantenerse cerca.Sintiéndose repentinamente inquieta por
― ¡Judith! ―la llamó una joven loba irrumpiendo en el vestidor― ¿Qué sucede Betty? ――Debes venir a la tienda, allá afuera, está el hombre lobo más sexy del mundo ――Por la diosa, no lo sé, tus gustos en lobos son horribles ――Ya lo sé, pero te juro que esta vez no me equivoco ―dijo Betty con emoción ―Es guapísimo, creo que ambos harían buena pareja ――Vale, iré, pero si es una pérdida de tiempo, juro que me las vas a pagar ―gruñó Judith al mismo tiempo que se quitaba el vestido para, sin si quiera dudarlo, tirarlo al suelo inmediatamente después―Pero, princesa… ―sollozó la modista al ver que todo su trabajo se había arruinado―Ya no lo quiero, no me sirve ―dijo Judith despreocupadamente, lo que provocó que Anna y Keren fruncieran el ceño irritadas ―Saldré a buscar uno que sea de mi talla ―dijo tras colocarse una bata blanca que Betty le había dado―Tranquila, síguela, yo me quedo con ella ―le dijo Keren a Anna una vez que Judith dejó el vestidor―Está bien ―gruñó Anna al ver que, p
― ¿Y cómo esperas que se trate a una impostora? ―preguntó Elizabeth, quien comenzó a jugar con la peluca en sus manos―Por favor, ten algo de dignidad ―gruñó Amelia―Tu actuación ha llegado a su fin ―dijo Gabrielle ―Tienes ante ti al antiguo mayor de las fuerzas imperiales, Ragnar Alexiou ――Sin mencionar al futuro gran beta, Nero Fotia ―dijo Alice cruzándose de brazos―Y si aún así no nos crees, agreguemos un extra ―dijo Keren saliendo del vestidor con la modista que había estado trabajando en el vestido de Judith ―La encargada de la tienda, ha trabajado cinco años en el palacio de Interlunio, cualquiera de los aquí presentes la conoce ―Ante las palabras de Keren, Sophie se acercó a ellas y realizó una profunda reverencia antes de dirigirle una mirada llena de desprecio a Judith.―Usted no es mi princesa ―gruñó la loba ―Mi princesa y la hija del príncipe Alastor, es ella, Anna Nicolaou, nieta de su majestad, Máximus Nicolaou ―dijo con seguridad, provocando que todos los espectadores
En medio de una horrible tormenta, sentada en el suelo de un refugio, una joven loba de cabello castaño y ojos color avellana, intentaba protegerse del frío con una delgada manta mientras observaba como, en una pequeña mesa de madera, su hermano jugaba al ajedrez con un atractivo joven de cabello oscuro y ojos dorados como el sol.Desde que lo había conocido, el tipo le había parecido pedante y sumamente molesto, pues este, se dedicaba a acosarla a diario, sin embargo, en ese momento, el joven no tenía ojos para nadie más, solo para el pequeño que se estremecía con cada trueno que resonaba en la distancia.―Tranquilo, ponte estos ―dijo el joven sacándose unos audífonos bluetooth de su bolsillo ―No sé si te guste el tipo de música que escucho, pero, creo que será mejor que los truenos ――Gracias… ―masculló el niño mientras se colocaba los audífonosSintiendo curiosidad porqué tipo de música escucharía aquel joven presumido, la castaña mantuvo sus ojos clavados en su hermano, el cual, s
Eran alrededor de las ocho de la mañana en la hermosa isla de Arcadia, donde sus habitantes, iban y venían por las calles de los diferentes distritos para cumplir con sus deberes diarios.Al igual que los civiles, en el sagrado palacio de Interlunio, todos sus habitantes habían comenzado a realizar sus tareas desde muy temprano, sobre todo, el ejército imperial, el cual, cumplía con su rutina diaria de entrenamientos y vigilancia, pues, tras el secuestro del rey, esta se había endurecido.Pese a que habían capturado al culpable, el paradero del rey era aún desconocido, por lo que, el palacio, se vigilaba incluso tras sus murallas.Los encargados de aquella tarea, eran los nuevos cadetes, los cuales, eran supervisados por los soldados más experimentados.― ¡Oye! ¡Damián! ―le gritó un joven de tez morena a un joven de cabello oscuro que tenía algunas mechas grises ―Deja de distraerte con las criadas, te meterás en problemas si Aidée te descubre ―― ¿Qué sucede? ¿Acaso te gusta la nueva?