A diferencia de Arcanis, Arzeth se mostraba más alegre. La gente y los lobos aún iban y venían por las callejuelas.A diferencia de la ciudad, algunas tiendas aún se mantenían abiertas, e incluso, varias de ellas aún estaban bastante abarrotadas. Mientras que, por el malecón, aún podían verse algunas familias paseando tranquilamente.―Esta paz se la debemos a usted, mayor ―dijo Al alegremente ―Su cuidado y amor por nuestro pequeño pueblo, fue transmitido a todos sus hombres, los cuales, no permiten que los soldados de su excelencia pongan una sola pata aquí ―dijo con orgulloAnte sus palabras, Ragnar no pudo más que sonreír.―Muchas gracias por cuidarnos mayor ――No me agradezcas Al, después de todo, yo nací en Arzeth, era mi deber proteger mi hogar ―dijo Ragnar ―Creo que, a quien deberías agradecer, es al rey, fue él quien me permitió elegir mi base ――Yo sólo te di un permiso Ragnar, tú hiciste todo lo demás ―dijo Máximus sonriendo ampliamente ante la imagen de una familia, la cual,
―Oh, claro, el mayor Svein, no hay duda de que todo su esfuerzo por seguir los pasos de su hermano ha rendido sus frutos ―dijo Al con orgullo ―Él nos ha cuidado igual de bien que el mayor Ragnar ―dijo antes de abrir la puerta de la casa ―Después de usted majestad ――Gracias ――Espero que sea de su agrado, no es el palacio, pero, es un lugar cómodo ―dijo Al encendiendo las luces del lugar―Si te soy honesto Alphonse, justo ahora prefiero estar en cualquier lugar excepto en el palacio, si no fuera por todo lo que tengo que hacer, me quedaría en mi finca… ――Majestad, ¿realmente fue su hermano el responsable de su desaparición? ―preguntó Al con cautela―Sí ―respondió Máximus con un suspiro ―Aunque, no toda la culpa debería recaer en él, Samael Mendel ha tenido mucho que ver en el comportamiento de mi hermano ―― ¿Usted cree? ―preguntó Al algo incrédulo―Mi hermano siempre fue reservado, pero nunca fue malo ―dijo Máximus con honestidad ―He comenzado a pensar, que mi hermano no pidió nada
Habían pasado ya dos días desde que los hombres de Arioch habían encontrado la finca de Máximus y del ataque hacia Anna. Durante aquellos días, Arioch y Mendel habían estado de pésimo humor.El primero, estaba furioso debido al fracaso de los soldados, quienes, tras un mes entero de recorrer la isla de cabeza a punta, no habían encontrado nada todavía, ni siquiera, con la ayuda de Tabatha.Sumado a eso, la información sobre la visita a Interlunio de algunos alfas para presenciar el nombramiento oficial de Zeth como futuro rey, se había corrido como la pólvora, lo que había generado rumores de que cierto grupo rebelde, estaba planeando manifestarse frente al palacio, lo que, evidentemente, tenía de los nervios al consejero, quien, a esas alturas, tenía demasiado entre las manos.El segundo, estaba furioso debido a la incompetencia de su hermana, quien había jurado haber percibido altos niveles de residuos de magia en los alrededores de aquella famosa finca. Sin embargo, al encontrar aq
―De acuerdo, ahora, háblame de los vigilantes de sus escoltas ―pidió Arioch―El encargado de guiar y vigilar a las escoltas de los Alfas Argenis y Estefan, será el propio Svein, mientras que, a los hombres de los alfas Cole y Rayner, será el capitán Leben ―― ¿Aidée ya preparó todo? ―preguntó Arioch dejando su bolígrafo sobre su escritorio ― ¿Entonces está todo listo? ―preguntó al ver a Zeth asentir―Por supuesto padre, sin embargo, me gustaría pedirte que dejes de aterrorizar a las nuevas criadas de Aidée, honestamente, creo que ellas harían mejor su trabajo si no tuvieran que preocuparse del si serán reprendidas por cometer algún tipo de error ―dijo Zeth soltando un suspiro ―Son nuevas, apenas se acostumbran a la vida en este lugar y no todas tienen el carácter fuerte de Anya ―gruñó suavemente ―Además, el rumor de tu mal humor se ha extendido por toda la isla, lo que sólo ha complicado el trabajo de Aidée para encontrar a nuevas criadas que quieran trabajar contigo ――Puede que teng
― “Sí, lo que pasó fue que la reina hizo valer tus órdenes” ―respondió Dante ― “Le dijo que, si no se alejaba de Anya tal y como lo habías ordenado, ella misma se lo informaría a su excelencia, y le aseguró que odiaría estar en sus zapatos, teniendo en cuenta el mal humor que ha tenido estos últimos días, después de esas palabras, el muy idiota soltó una palabrota y se marchó” ―― “Me hubiese gustado verlo” ―dijo Zeth con voz jocosa ― “Creo que ha comenzado a temer que su propio perro se suelte de la correa y le muerda la mano”― “Te puedo asegurar que hay mucha verdad en esa oración” ―― ¡Zeth! ―lo llamó Anna, lo cual, provocó que Dante y Zeth terminaran su conversación―Buenos días linda ―la saludó Zeth al acercarse a ella ―Lamento llegar tarde majestad ―se disculpó el joven dedicándole una pequeña reverencia a Idylla―No te preocupes Zeth, sé que has tenido que lidiar con muchas cosas estos últimos días ―dijo Idylla haciéndole un gesto a Marianne para que le sirviera café al joven
― ¿En su familia? ―preguntó Marianne inclinando la cabeza notablemente confundida ―Majestad, usted aún cree que el joven príncipe aún vive, ¿no es así? ――Lo está Marianne ―dijo Idylla con seguridad ―Mi instinto de madre no falla, sé que el volverá y nos regresará a nuestro rey, sobre todo, sé que mi Alastor nos devolverá la alegría que le fue arrebatada a este palacio ――Si usted tiene fe, entonces, yo no tengo porque dudar ―dijo Marianne dedicándole una pequeña inclinación― ¿Sabes Marianne? A veces puedo ver a mi nieta en la jovencita Anya ―le dijo Idylla sonriendo antes de continuar su camino hacia su propia habitación ―Nunca la conocí, pero, creo que sería igual de fuerte y valiente que ella ―― ¿Es por eso por lo que se encariñó con ella mi señora? ――Sí, entre otras cosas ――Bueno, no sé si tendrían una personalidad similar, pero, lo que sí sé, es que la joven Anya es querida por todos aquí, tal y como lo sería la hija del príncipe Alastor ―dijo Marianne con algo de añoranza en
Ante sus palabras, Dante se alejó de la puerta y las observó atentamente a ambas. Su compañera, lucía hermosa y delicada, mientras que Idylla, lucía elegante e imponente.―Lucen muy hermosas mi señora ―dijo Dante tras dedicarles una reverencia ―Por cierto, mi señora, majestad, se me acaba de informar que el joven alfa y su hermano, están por llegar al palacio ―Irritada, Anna soltó un gruñido, sin embargo, cuando su abuela apretó su hombro con suavidad, sus músculos se relajaron al instante.―Sí es así, entonces, lo mejor será ir a recibirlo ―Asintiendo, Dante se apartó de su camino y les cedió el paso a ambas.― “Maldita sea, ¿por qué debes lucir tan hermosa para ver a ese imbécil?” ―― “No es por gusto cariño, lo sabes, sin embargo, puedes usarlo como motivación, pues una vez que todo termine, Anya se vestirá así solo para ti” ―― “Oh, cariño, no tienes idea de lo que acabas de encender, si sigues así, no me quedará más remedio que terminar yo mismo con toda esta locura hoy mismo”
Al cabo de veinte minutos de espera, los siguientes invitados arribaron al palacio, por lo que Idylla y Anna, salieron de un salón cercano y volvieron a colocarse en sus respectivos lugares frente a la entrada para recibirlos.―Alfa Turner, Luna Dubois, ante ustedes se encuentra la reina, Idylla Nicolaou ―dijo Vail una vez todos entraron―Majestad ―dijeron ambos al mismo tiempo que le dedicaban una profunda reverencia a Idylla―Bienvenidos a Interlunio ―dijo la mujer con una sonrisaCuriosa, Anna observó atentamente a las personas frente a ellos, sin embargo, lejos de centrarse en alfa y Luna, su mirada se centró en cierto joven de cabello castaño, el cual, encabezaba el grupo de guerreros que los acompañaba.“Ryder” ―gruñó Amara alegrementeEl delta del alfa Turner. Un joven reservado, pero increíblemente amable con el que había congeniado la noche en la que su padre, había decidido dejar de esconderse.―Anya, por favor, indícale al alfa Turner y a la Luna Dubois y a su beta el camin