Tras su pregunta, el sacerdote clavó sus ojos en Zeth, quien, con suavidad, apretó la mano de Anna.―Lo estoy ―― ¿Y usted? ―le preguntó Landon a Anna―Lo estoy… ―dijo Anna ignorando los deseos que sentía por escapar de aquel lugar― ¿Están decididos a llegar hasta el final de esta ceremonia a sabiendas de que, una vez concluida, ambos serán uno por el resto de la eternidad? ――Lo estamos ―dijeron ambos al mismo tiempo―Siendo así, con la bendición de nuestra sagrada diosa, procedo con esta ceremonia ―dijo Landon sonriéndoles con amabilidadCuando el sacerdote comenzó a recitar una hermosa oración en honor a la diosa, Anna no pudo más y cerró sus ojos para tratar de centrarse en las palabras de aquel hombre, sin embargo, apenas y podía escucharlo, pues los latidos de su corazón eran demasiado fuertes.Ya no había vuelta atrás, al terminar aquella ceremonia, ella y Zeth serían compañeros y nadie había podido evitarlo, ni si quiera su propio compañero, a quien ella había podido jurar qu
―Alastor ―susurró Arioch, cuyo rostro, era una mezcla de emociones― ¡¿Qué haces aquí?! ―rugió Mendel―Vine a recuperar a mi hija y al resto de mi familia ―dijo Alastor dando un par de pasos hacia el frente, provocando que Mendel frunciera el ceño― ¿Qué has dicho? ―preguntó el hechicero apretando los dientes―Te he dicho que sueltes a mi hija, maldito infeliz ―gruñó Alastor, cuyos ojos desprendieron un peligroso brillo plateadoAnte la mirada de Alastor, Mendel dudó y aflojó su agarre en Anna, mientras que Zeth, optó por soltarlo por completo.Aprovechando aquella distracción, Anna cruzó el rostro del hechicero con una fuerte bofetada, la cual, resonó por todo el recinto.― ¡Te dije que me soltaras! ―le escupió Anna con asco, lo que sólo consiguió descolocar a Mendel― ¡Papá! ―exclamó con la voz quebrada al mismo tiempo que echaba a correr en dirección de Alastor ―Estás aquí, realmente estás aquí ―sollozó aferrándose fuertemente a su cuerpo―Por supuesto mi pequeña ―susurró Alastor ap
Sin embargo, ni el alfa, ni Arioch obtuvieron respuestas, sólo recibieron un fastidiado resoplido del hechicero.―Basta, me estoy aburriendo ―dijo Mendel ―Terminemos con esta tontería ―dijo antes de avanzar algunos pasos hacia delante mientras que levantaba su mano izquierda― ¡Oh, no! ¡No lo harás! ―gruñó Gael, quien juntó sus dedos índice y medio y, con un fluido movimiento, trazó una línea de fuego frente al hechicero, la cual, le impidió seguir avanzando― ¿Un híbrido? ―gruñó Mendel confundido, pues aquel hombre, sólo olía a lobo―Oh, soy mucho más que eso asqueroso pervertido ―gruñó Gael, lo que provocó que Mendel apretara los puños con ira―Tío Arioch ―llamó Alastor al consejeroSi bien pronunciar aquellas palabras le quemaban por dentro, como príncipe, sabía que debía hacer un último intento para no involucrar a personas inocentes en aquel drama.―Por favor, sólo entrégate ―pidió con cautela ―Honestamente, no deseo enfrentarte, no quiero que más vidas inocentes… ―― ¡Tonterías!
Aquella tarde en el palacio de Interlunio, el caos finalmente se había desatado.Las fuerzas imperiales, finalmente se habían dividido en dos grupos.El primero, el grupo de soldados leales a Máximus, los cuales corrían directamente a la capilla, donde su príncipe, los había convocado.El segundo, el grupo de los soldados que eran leales al consejero, corrían directamente a la entrada principal del palacio, donde Arioch, los había convocado a todos.―Por Selene, ¿y si la guerra se desata aquí? ―preguntó una angustiada Anna ― ¿Qué haremos con todos los criados? ―preguntó al ver que, a Svein y a Ryder, los seguía una enorme cantidad de hombres y mujeres ―Diosa, los criados no tienen nociones del combate… ――Tranquila Uvita, los llevaremos a un lugar seguro ―se escuchó cierta voz familiar― ¿Gino? ―preguntó Anna en un jadeo al verlo aparecer detrás de Armin con Emma fuertemente aferrada a su mano ―Emma ―le sonrió a la niña, quien la observó confundida ―Claro, no me conoces así ―susurró a
―Lo sé ―moqueó Ares antes de volver a abrazar a Alastor por el cuello ―Pero papá, no podía dejar a mi hermana, sin Dante, ella sería un desastre ――Oye… ―gruñó Anna―Además, conocí a la abuela Idylla y a la tía Keren ―dijo emocionado, ignorando la protesta de su hermana―Lo sé hijo, y me alegra ―dijo Alastor ―Pero lo que hiciste fue muy imprudente, te pusiste en peligro, y no sólo a ti, también a tu hermana, dime, ¿y sí los hubieran descubierto? ――Alfa, perdone que me entrometa, pero, creo que debería darle más crédito al cachorro ―intervino Armin ―Después de todo, Ares se adaptó bien a la situación y se comportó a la altura, incluso durante la tormenta ―― ¡Lo ves! ―exclamó Ares―Vale, está bien, lo discutiremos después ―dijo Alastor antes de centrarse en Armin ― ¿Te encuentras bien, muchacho? ――Sí, nada que unas buenas vacaciones no solucionen ―dijo Armin encogiéndose de hombros despreocupadamente―Sí ese es el caso, tendrás que convertirte en un renegado, tú padre no está content
―Está llamando a todos los habitantes del palacio cariño, tu padre nos asignó la tarea de ponerlos a salvo a todos ―explicó Idylla acariciando la cabeza del niño a la vez que le sonreía a Emma, quien se aferraba fuertemente a la cintura del lobato―Vale mamá, creo que deberías comenzar a explicar la situación ―dijo Keren―Muy bien ―dijo Idylla dando varios pasos al frente ― ¡Escúchenme! ―Ante la poderosa voz de la reina, todos los presentes guardaron silencio en el acto y dirigieron toda su atención hacia ella.―Interlunio pronto se convertirá en el corazón de una batalla, pues mi hijo, Alastor Nicolaou, ha regresado a casa para liberarnos de la enorme telaraña de mentiras que se han tejido en este palacio, lo que mostrará la verdad ante todos los hombres lobo del mundo ―dijo levantando su mano, lo que evitó que la gente la interrumpiera ―Mi nieta ―dijo señalando a Amara ―A quien ustedes ya conocen como Anya Carter, nos llevará a todos a un lugar seguro, por lo que les pido, Lunas, jó
Ante la actitud del hombre, Gadiel estudió la situación antes de avanzar un par de pasos.Conocía al sujeto y sabía que no era mala persona.Recordó que su nombre era Norbert, y que siempre que le hablaba sobre la realeza, lo hacía con respeto, por lo que, su comportamiento de no dejar pasar a las princesas, se le hizo extraño.Talvez, las cosas en la ciudad no estaban bien. Sin embargo, ellos debían cruzar.―Norbert, necesitamos pasar ―dijo Gael tras retomar su forma humana― ¿Cómo sabes mi nombre? ―preguntó el hombre frunciendo el ceño―Porque nos conocemos bien ―respondió Gael ―Sólo que tú me conoces por el nombre de Gabriel, el dueño del café Deva ―Al ver la duda dibujada en el rostro del hombre, Gael resopló.―Si no fuera yo, cómo sabría que, cada mañana sin falta, pides un café negro con una galleta de avena con nueces ―cuestionó Gael―Pero… ¿Cómo es posible? ――Soy un híbrido Norbert, y me disfracé con un hechizo glamour para poder proteger a la princesa Anna ―dijo señalando a
Ante sus palabras, Amara gruñó antes de avanzar, lo que provocó que la loba llamada Paloma, echara a correr a toda velocidad.― ¿Estás seguro de querer pelear? ―le preguntó Gael a Norbert ―Los aliados del príncipe son muchos, ellos podrán manejar la situación sin problema, son lobos preparados para pelear a muerte ――Como dije antes, este es nuestro hogar joven Gael, por lo que, tanto civiles como soldados retirados, lucharemos junto a nuestro rey para que la verdad pueda ser revelada finalmente ―Ante sus palabras, Gael entrecerró los ojos, algo en sus palabras lo hicieron hilar todo.―Eras un soldado, ¿cierto? ―preguntó el hechicero―Fui general de la segunda división ―admitió Norbert ―Deserté cuando el consejero canceló la búsqueda de la princesa ―― ¿Tú y cuantos más? ――Casi toda mi unidad y gran parte de la primera división ―suspiró Norbert ―De no ser porque el mayor Ragnar y el capitán Leben se quedaron, el ejército de su majestad hubiera desaparecido ――Ahora entiendo cómo es