NARRADORDespués de pasar tantos días con Ángel y resistir las tentaciones que él le producía, así como también el enojo y la furia, Laura estuvo lista para irse a casa, para volver a su vida y dejar esa semana atrás. -Después de cenar, mis hombres te llevarán- Ángel la miró con una sonrisaLaura tenía la frente en alto, se mostraba orgullosa de haberse podido librar, completamente sana, de convivir con el diablo. -Estoy feliz de no tener que volver a verte. Finalmente volveré a casa, a mi apartamento, a mi cama- La vió suspirar con calma y levantar su barbilla -¿Estás segura de eso? Nunca debes decir nunca. Aún así, tienes mi número- Él la miró con suficiencia. No dejaba de estar seguro de si mismo -Lo dejaré en mis contactos solo para que sepas que no te necesito ni quiero pagar el precio de la ayuda que quieras darme- Ángel rió y ella continuó comiendo con tranquilidad, ignorándolo, concentrándose en el delicioso platillo que no creía ser capaz de preparar Al terminar la cena,
NARRADOR Los planes de Ángel eran sencillos. Él era un hombre con ideas claras que pocas veces resultaban erróneas y eso incluía lo que creyó que sucedería entre Laura y su ex novio. Así la quisiera en su cama, por el deseo inconcluso que ella le había dejado antes de marcharse, no le desearía ningún mal ni tampoco la expondría a un peligro innecesario. Ángel había presenciado suficientes situaciones de mierda y se había relacionado con múltiples hijos de puta. Él sabía bien como se manejaban. ¿Sería Erick tan cobarde para tratar mal a una mujer al punto de llegar a la agresión física? no lo sabía, pero no estaba seguro. El había apostado a Laura y seguro pensaría que ellos habían tenido sexo una semana completa, ¿Cómo podría reaccionar un hombre celoso?Con una orden única, sus empleados habían llegado a Laura de regreso a su apartamento, si su ex estaba allí cuidarían de ella. Si el apartamento estaba vacío, podrían dejarla allí. A punto de llevar un vaso de Whisky a sus labios,
NARRADOR Ángel esperaba recibir una llamada de Laura, pero eso no ocurriría, al menos hasta que ella realmente necesitara su ayuda. Laura había afrontado vivir sola nuevamente. Al inicio fue difícil, el primer mes lo maldijo incontables veces a Erick. Los servicios eran más costosos para dos personas que para uno, lo supo cuando debió pagar agua potable y electricidad. No supo de él por unos pocos días, hasta que él regresó buscando conseguir su perdón, disculpándose y también preguntándole si se había acostado con Ángel en la misma frase. Eso fue suficiente para recibir un puñetazo otra vez. Laura había continuado trabajando con Lucio y mirando con admiración sus bocetos. Era tan talentosa y ella tan inútil para dibujar lo más simple. Había llegado una fecha que la entristecía y le había pedido con antelación permiso a su jefe para ausentarse por motivos personales. Él sabía que ella era una muchacha muy dedicada y responsable, que jamás faltaría a trabajar así el clima fuera ter
NARRADORLaura se vistió apresurada sin mirar lo que usaría, era lo que menos le importaba. Alisando su cabello con sus dedos y metiendo un dulce en su boca porque no había podido ni cepillar sus dientes, subió a un remis y fue a la dirección que le habían indicado. -Por favor apúrese, es una emergencia- Le dijo al conductor quien pisó más el aceleradorDespués de pagar la tarifa se bajó del automóvil y corrió hacia el hospital. Necesitaba saber de su padre y de la seriedad de la herida. -Soy hija de Roberto Torres. ¿Dónde está él?- Se dirigió angustiada a la recepcionista que tecleó de inmediato Laura corrió al ascensor, pero no fue capaz de esperar a que llegara y tomó las escaleras sin demora. Subió los escalones de dos en dos hasta que sus piernas dolieron y llegó al último piso casi sin aliento. Allí de inmediato en el largo pasillo pudo reconocer la habitación donde su padre estaba, había dos oficiales de policía armados apostados en la puerta. Se sintió herida, su padre est
NARRADORÁngel se encontraba sentado detrás de su escritorio viendo el informe de un nuevo apostador empedernido cuando la puerta fue abierta y uno de sus fieles empleados junto a Laura entró a su oficina. -Déjanos solos- Se dirigió a su custodio sin dejar de mirar a la mujer que juró no volver a verlo- Que grata sorpresa verte aquí, Laura -No estoy para juegos. Tengo una emergencia y es de vida o muerte- Su voz se oía muy diferente a la que tantas veces lo rechazó. Ella se oía desesperada y su semblante triste -Te escucho. No creo que vengas a contarme tus problemas solamente, ¿Qué necesitas?- Se apoyó en su escritorio y le señaló la silla a Laura -Se trata de mi padre. Está en prisión y fue atacado. Estuve veinte horas en el hospital y... están haciendo lo que pueden por salvarlo. El médico que lo atiende me recomienda derivarlo a un mejor centro de salud para que pueda recuperarse- Por momentos miraba a sus ojos, pero por otros desviaba su mirada y secaba las lágrimas que comenz
NARRADORÁngel fue a su cuarto y tomó una ducha, era su manía antes de dormir y no podría dormir si no lo hacía. Al salir observó a Laura dormir plácidamente tapada hasta la barbilla, mientras abrazaba la almohada. Se metió a la cama y se pegó a su espalda. No tenía intención de reclamarla esa noche, pero si lo haría la noche siguiente. -No me toques- Lo apartó aún dormida y eso lo hizo reír Él se acomodó en su lado de la cama y la miró hasta que el suelo lo venció. Sabía que al despertar tendría que ir a la clínica para hablar con él médico y también llevar a Laura para que pudiera ver qué él estaba cumpliendo su parte del trato. (....)Laura despertó sobresaltada pensando en su padre. Tenía que ir a verlo. Ángel tenía un sueño muy liviano y la miró en silencio. Ella había quitado la almohada y estaba buscando su teléfono. Luego se había inclinado sin bajarse de la cama y había empezado a buscar en el suelo. -Ven aquí Laura- Él la llamó y fue suficiente para estremecerla de miedo
NARRADOR Después de un desayuno cargado de tensión, los dos se dirigieron a la puerta de entrada y salieron. Abordaron el costoso vehículo en el asiento trasero en completo silencio y partieron rumbo al trabajo de Laura. Su jefe estaba preocupado porque ella jamás había faltado. Angustiada le explicó a su jefe sobre el estado de salud de Roberto. Solamente le dijo que fue herido de arma blanca en múltiples zonas del cuerpo y que se encontraba en cuidados intensivos; evitando decirle que fue en prisión. -El empleo seguirá siendo tuyo cuándo tu padre se recupere- Laura sonrió feliz porque algo le salía bien después de tantas malas noticias y se dirigió al vehículo nuevamente-¿Estás despedida?- Ángel rompió el silencio -No. Puedo tomar el tiempo que necesite hasta que mi padre se recupere- Él asintió sabiendo que ella no iba a querer trabajar para él. Seguía poniendo distancias por su maldito orgullo-¿Cuánto te paga?- Preguntó -Lo suficiente para vivir- Se negó a darle la cifra -P
NARRADOR Laura, al salir de la clínica se sentía un poco más tranquila. Odiaba la situación en la que se encontraba, pero valía la pena en cuanto su padre estuviera bien. Ángel se veía un poco irritado, no le había gustado que Alejo le preguntara sobre Laura, pero era algo normal que sucediera. ¿Cuando él había ayudado a un convicto? Además la muchacha se veía incómoda a su lado. Para él, un hombre lo suficientemente observador, no pasó inadvertida la expresión de ella cuando Ángel había puesto la mano en su cintura. Era claro que algo no estaba bien. -No te metas. Lo que pase entre ella y yo no es asunto tuyo- Advirtió en tono amenazante -Solo espero que no estés aprovechándote del estado de su padre en tu propio beneficio- Alejo sintió que había atinado ante esa mención -¿Vas a aconsejarme en tu posición? No lo creo. Nos conocemos demasiado bien, ¿Estás olvidándolo?-Como quieras- Dió por terminada la conversación. No tenía caso continuar por ese camino, era en vano Al subir a