Lucas miraba con una sonrisa su teléfono, su horario de entrada a su trabajo había sido hace una hora y media, él lo sabía a la perfección. Pero ya no quería trabajar allí, iba a renunciar ese mismo día o ellos lo iban a despedir por su falta sin aviso. Sin embargo aun así nadie podía quitarle esa alegría, se había esforzado por tanto tiempo que su semilla había dado frutos, en la red social más conocida por publicar fotos se encontraba su perfil con un montón de seguidores que había conseguido por una página a la cual si llegabas a pagar te daban perfiles falsos para dar me gustas y seguirte, Lucas quería hacerse famoso y por eso publicaba fotos como si fuera un modelo profesional con sus mejores fotos y algunos videos saludando a sus “fans”…La mayor parte de las personas que lo seguían eran cuentas falsas, pero el otro porciento que en verdad eran humanos pensaban que él tenía la mejor vida sin tener una agencia. Lucas mostraba en sus redes que vivía en un lugar mejor, que ganaba d
Lucas se encontraba sentado en el sofá esperando que lo llamaran para entrevistarlo, pero la manera en que lo hacía era posando de manera disimulada. Si Cleo estuviera a su lado en ese momento sentiría un poco de vergüenza ante su actitud, pero lo soportaría porque siempre se guardaba la cosa por dentro. Escucho como de fondo una puerta se cerraba y luego unos pasos se acercaban hacia donde se encontraba él, ignoro por completo la presencia que estaba detrás de él, quería que dijeran su nombre y notaran que no estaba interesado en la agencia.― ¿Lucas Taylor? ― El nombrado se levanta y al voltearse se encuentra con un hombre un poco viejo y con muchas canas en su cabello, este no sonreía y mucho menos Lucas quien se mostraba serio ante la situación. ― Por favor, sígueme. Hablemos en mi despacho… ― Los dos comenzaron a caminar por un pasillo los cuales tenían algunas puertas con vidrios a los lados, lo primero que vio fue un salón para modelar, el otro una sección de fotos, el último a
El ambiente en el auto se encontraba ligero, Cleo mantenía su mirada hacia la carretera para indicarle a Vigga hacia donde debería llevarla. Pero los planes de la rubia eran diferentes, quería saber un poco de ella, pero sabía que tenía que hacer que el ambiente fuera más tranquilo. Por dentro Cleo hubiera preferido mil veces haber tomado el autobús que ir en un auto con Vigga, no era que no le cayera bien, simplemente sabía que llegaría un poco más temprano al apartamento y lo que menos quería era ver a Lucas. En ese momento no pudo evitar darse cuenta de que su relación ahora se había vuelto de esa manera, trataba de la manera posible en evitar al otro, pero cuando se necesitaban se buscaban con desesperación y esto último describía a la perfección a Lucas. Cleo miró su reflejo por la ventana del auto y no pudo evitar odiarse a sí misma por ser de esa manera, el impulso de reírse de ella misma quería salir, pero no lo dejaría, sabía que Vigga se encontraba a su lado y la vería extra
Cleo sentía que debía de contárselo a alguien en ese momento, no podía estar más tiempo ocultándolo como si nada pasara. Tenía que desahogarse con alguien además de que ella había llegado a su límite, en la mente de Cleo ella misma se veía como en un lago oscuro siendo retenido por unas fuertes manos, aquellas manos eran las de Lucas que sus ojos la veían con hipocresía mientras mostraba una sonrisa sádica. La vida no era para nada justa con Cleo y eso le dolía, ella intentaba con todas sus fuerzas ser la mejor cada día, se esforzaba a tal punto en que ponía en riesgo su salud…Todo para salir adelante y tener el futuro que tanto había deseado. Ella luchaba cada día para eso, pero Lucas no. Lucas quería obtener todo aquello de la manera más fácil posible, la cual era que eso llegara por sí solo. Estaba más que claro que Lucas era un completo idiota en toda la palabra, pero ella misma se culpaba por haberse metido en aquel infierno que tanto odiaba.Muchos le habían dicho a Cleo en su
Vigga sentía un gran nudo en su garganta ante los recuerdos de su niñez, el causante de su infeliz infancia había sido su padre alcohólico y sus alegrías había sido su madre. La rubia no podía recordar con exactitud cómo habían comenzado los problemas entre sus padres, sentía que había sido antes que ella naciera, ya que recordaba como su padre le decía que ella no era su hija. Vigga odiaba los hombres como su padre…Su padre cada vez que salía del trabajo se gastaba la mitad de su dinero en alcohol, cigarros y en mujeres. Ella recordaba con claridad como algunas veces no tenían para comer y se dormía con hambre porque pagaban el alquiler de la casa donde se estaban quedando, pero aun así su madre se negaba a comer para darle a ella. Su madre prefería mil veces sacrificarse por su hija que cualquier cosa, ella era el claro ejemplo del amor de una madre e hija. Vigga recuerda a la perfección que se obligó a ella misma ser la mejor de su clase y de su escuela para ser alguien importante
Cleo no podía evitar sentirse más tranquila luego de haber hablado con Vigga, pero el sentimiento de angustia seguía allí en su pecho. Era como si ella creyera que Lucas descubriría la conversación que tuvo con su amiga y este iniciara una nueva discusión, y Cleo estaba segura que sería mucho más grande que cualquier otra. Ella sabía que podía en confiar en Vigga, pero Cleo no confianza en ella misma. Muchas veces, cuando llegaba a su límite emocional soltaba verdades sin siquiera llegar a pensar en las consecuencias o también lo llegaba hacer por impulso ante el miedo que sentía por Lucas, no podía evitar odiarse por ser tan débil.Vigga en aquel momento en que supo toda la verdad sobre cómo era la relación de Cleo y su pareja no pudo evitar querer protegerla, así como lo hizo su madre con ella, no quería que la mujer que estaba al frente de ella viviera un infierno. La noruega, aunque no conocía del todo a Cleo, sentía que ella no podía cometer una locura o como lo llamaba ella mism
Cleo no podía evitar tensar su cuerpo al escuchar sobre lo que quería hablar Lucas, llegó a pensar que quería hablar sobre Vigga y que, si le llego a decir algo que no debía, pero no fue así. Sabía por dónde se iba a dirigir la charla, sabía perfectamente las palabras que diría y cuál sería su drama…Lo sabía todo…Sabía cómo era la rutina de su día a día viviendo con Lucas…― Era mi jefe… — Las únicas palabras que logro decir Cleo ya la sabía Lucas, no tenía que ser idiota para saber de quién se trataba, había visto muchas fotos de Ragnhild y conocía como era.― ¿Por qué no me dices algo que no sepa?… — Las palabras que soltó Lucas no eran más que de molestia, sentía que Cleo le estaba ocultando algo. Pero por la mente de la ella estaba buscando la manera de mentirle a su pareja, quería buscar una excusa perfecta en dónde Lucas no dudará de ella.― Ragnhild me había mandado un correo con anticipación diciendo que me tendría que buscar para una reunión con unos inversionistas, necesit
Cleo se detuvo cuando sintió que estaba lo suficientemente lejos del barrio donde se encontraba el apartamento, cuando toco su rostro no pudo evitar sentirlo húmedo ante una delgada capa de sudor junto con las lágrimas que aún caían. Su llanto se mezclaba con bocanadas de aire que intentaba tomar ante lo agitada que se encontraba.Cleo no podía quitarse de la cabeza como Lucas la había agarrado de esa manera, sintió que en cualquier momento la golpearía. Tampoco sacaba de la mente aquel rostro de rabia de Lucas hacia ella, nunca la había llegado a lastimar físicamente y hoy había pasado ese límite. Con suma lentitud comenzaba a subirse la manga de su antebrazo derecho, su frente se frunció ante el dolor que sentía y cuando dejó al descubierto su piel no pudo evitar dejar de verlo.Su antebrazo estaba con una marca roja en dónde si lo mirabas con detalle podías notar como estaba marcada los dedos de Lucas, en algunas zonas se podía apreciar como pequeñas manchas de un fuerte rojo se fo