―Estás muy callada ―dice mi enamorado.Son las 2:30 de la mañana y acabamos de estar por tercera vez juntos. Estoy recostada sobre su pecho a punto de caer rendida, mi cuerpo se encuentra entumecido, extasiado, sudoroso y adolorido de placer. Él juega con mi cabello, lo acaricia con ternura.―Can... sada ―digo con un gran bostezo. El ríe y su pecho se estremece por la risa.―Realmente fuiste tú la que me atacaste, te dije que debíamos dormir hace dos horas atrás. ―Ahora soy yo la que me rio.―Comprende mis necesidades, teníamos una semana y un día sin tener sexo, eso es terrible para mi humor. ―De nuevo vuelve a reír. Me gusta su risa, es enérgica y varonil.―Me siento tu esclavo sexual. Exijo una paga, señorita.―¿Qué más paga que mi cuerpo, señor? Soy toda tuya. ―Suelto sin poder evitarlo y siento como se tensa.―¿Estás segura de eso? ―Me coloco frente a él para poder verle a la cara.―Sí ―contesto sin vacilar―, por ahora lo estoy, Troy. Siento que... puedo confiar en ti.―Gracias ―
Sin preverlo, Arlet se levanta de su silla y me abraza, puesto que me encuentro sentado es algo incómodo, ella me retiene por mis hombros con cariño. Toma mi rostro entre sus manos y me habla:―Troy, te has ganado mi admiración, respeto y cariño. En mi tienes una hermana. Ese inmenso amor que sientes por Tori es tan esplendido que me siento dichosa de que ames a mi amiga de esa manera tan única. Gracias por no dejar de amarla, por no abandonarla en el camino a pesar de que no te recuerda.Arlet suelta más lágrimas y se dirige de nuevo a su lugar, sorbe un poco de su soda que debe estar algo caliente y sus ojos rojos no dejan de mirarme.»Entonces, ¿hoy te dijo que te ama? Dile la verdad, ya ella sabe que te ama, solo díselo, por favor. Es suficiente cuota de dolor. Cariño, eres admirable.―No puedo, no ahora, Arlet. Recuerda que ella ha luchado y soñado por esto, por ganar esta competencia. Te prometo que apenas finalicen las carreras le diré la verdad. ―Ella asiente.―Gracias po
La bandera de cuadros negros y blancos ondea grandiosa, frondosa mientras cruzo la meta final. Grito de felicidad, de alegría, mi corazón dichoso se acelera emocionado, impresionado mientras golpeo el volante de mi auto Cruze con efusividad.―¡Lo logramos, bebé, ganamos nuestra segunda carrera, lo logramos! Doy otra vuelta por la gran pista de 5,922 kilómetros, sintiéndome poderosa y grande, entretanto escucho a través de mis audífonos como celebra mi equipo. Llevo dos carreras de once, si continúo con buen tiempo puede que me lleve a casa esa copa ansiada; de solo imaginarla en mis manos mi cuerpo vibra exaltado. Cuando decidí hace unos años atrás que deseaba ser piloto de autos algunos compañeros de secundaria se burlaron, otros me animaron, y mi encantadora Arlet me regaló una mirada de confianza y luego dijo: «Tú eres la dueña de tu destino y solo tú tienes el poder en tus manos de lograr lo que quieres.»Este siempre fue uno de mis sueños, con el pasar del tiempo he sacrifi
―Que tal. ―Me paro en medio de los dos con los brazos cruzados, mirando a la rubia oxigenada, ella frunce el ceño y busca una explicación en los ojos de Troy.―Victoria ―musita mi novio. ¿Qué pasó con el preciosa? Giro mi rostro hacia él.―Troy ―murmuro entre dientes―, en vista de que no llegabas por mí, vine por ti.―¿La conoces? ―pregunta la metiche.―Sí. ―Es lo único que Troy dice, y me duele. Mis amigas llegan finalmente y el ambiente se pone pesado.―Soy su novia, ¿y tú eres? ―Ladeo mi rostro con sonrisa fingida, noto que ella se tensa y aprieta sus labios.Le gusta, lo sabía. ―¿Es cierto eso, mi rey griego? Eso es lo último que puedo soportar, así que le doy un puñetazo en la estúpida cara de zorra desaliñada, mis amigas sueltan un jadeo y la nefasta me da una cachetada.―¡Maldita zorra, voy a acabar contigo! ―vocifero, y antes de que brinque sobre ella, Troy me toma por la cintura con fuerza.―¡Victoria, por favor! No es el momento ni el lugar.―¡SUELTAME! ―grito fuerte, e
Hemos pasado una tarde agradable junto a Troy, mi pequeña hermana ya le ha tomado la suficiente confianza como para que él la lleve en brazos, justo como lo hace ahora. Se ha quedado dormida, el jet lat está haciendo estragos en ella y mi adorado, como todo buen caballero, se ofreció a cargarla cuando llegamos al hotel y bajamos del taxi. Caminamos en dirección al ascensor cuando escucho a mi madre llamarme.―Tori. ―Me giro y veo que viene del brazo de mi padre, parecen novios. Les regalo una sonrisa cálida, mis padres se aman tanto que ese amor les brota de la piel.―Hola, mamá, papá. ―Los saludo dándole un beso a cada uno en la mejilla, mi novio se apresura a saludarlos.―Señora Ackerman. Señor, un gusto saludarlos.―Puedes llamarme Emilia, corazón. Un gusto verte de nuevo. ―Para mi asombro, mamá es la que ahora lo saluda con un beso en la mejilla, papá mientras lo saluda se ocupa de cargar a Mía, ella ni se inmuta por el cambio de “canguro.”―Hola, Troy, gracias por llevar a m
Varios meses después. La felicidad en mi pecho es tan inmensa que siento que estoy en un sueño. Obtuve el primer lugar con buen puntaje en Hungría y Marruecos, mientras que en las carreras de Alemania, Rusia y Portugal obtuve empate con mi querido Pechito. Vamos ahora a la par por los excelentes tiempos que él hizo y estoy que aúllo como una loba.A papá lo tienen como loco los medios de comunicación y a mi mucho más. Mi madre y hermana solo pudieron brindarme su compañía hasta Marruecos, no me quejo, las tuve durante dos meses en esta locura de viajar por toda Europa y dormir entre un hotel y otro.Mis querida Arlet y Fiorella, luego de verlas en Eslovaquia, también partieron a seguir con sus vidas y agendas; sobre todo Arlet que está a poco de casarse.Papá es quien más se ha mantenido a mi lado, solo un par de veces tuvo que viajar a Boston. Y Troy, debo reconocer que me ha consentido como nunca, me complace en todo, y cuando digo todo, es todo. Nos llevamos a la perfección y
―No fue la manera correcta de hacer las cosas, Tori.Arlet me mira con desaprobación, yo me encuentro acostada en mi cama, triste, llorosa, rabiosa, y sobre todo dolida, pero conmigo misma.Después de mi pelea con la rubia falsa, Arlet y su futuro esposo me trajeron a casa, de eso hace ya tres días. Troy me ha llamado cientos de veces, me ha enviado montones de mensajes por Whatsapp y por texto, incluso vino hasta acá y no quise recibirlo, mi madre solo negó y soltó un largo suspiro de desaprobación en mi contra, sin embargo no pronunció palabra alguna, ya se encuentra más que enterada de lo sucedido y ni así me ha dicho su punto de vista.Mi padre, es mi padre, dice que confía en mi buen proceder.Reconozco que mi peor defecto es el ser orgullosa. Suelto un suspiro, Arlet prosigue con su regaño, observo que ha bajado de peso, el maratón con los preparativos de su boda están haciendo mella en mi amiga, me apena que no le he dado una manito, estoy siendo una perra por estar con mis es
Me despido de mis amigas con un extenso abrazo. Arlet ha quedado satisfecha y complacida con su despedida de soltera, agradeciéndonos a Fiorella y a mí por tan especial agasajo. Y mi española predilecta, por el momento se ha instalado en casa de Arlet debido a la boda. Aun no asimilo que en cuatro días mi amiga será toda una señora casada.El ascensor se detiene en la recepción del edificio y abre sus puertas, me dirijo a la salida, el amable portero me abre para que pase y me encuentro con mi galán, recostado sobre su auto, luce perfecto y estoy que babeo de amor por él, me percato de algo, el puto coche detrás de él: es un Toyota Camry de este año en color humo.Suelto un silbido.―Una belleza de nave. ―Le doy un pico en sus labios. El posa sus manos alrededor de mi cintura pegándome a él.―Gracias, regalo de nuestros socios de Japón. Realmente es un excelente coche.―No se puede negar, y eso de que se encienda con solo tu dedo me encanta.―Mi dedo quiere encender otro cosa jus