No he tenido un día bonito hoy, mi cansancio va en picada, algo extraño en mí porque siempre soy muy enérgica y activa, asumo que esto se debe a que no he tenido vacaciones desde hace más de un año. Cuando tuve que haberlas tomado decidí prepararme para la competencia, fueron dos meses sin parar en el autódromo durante prácticamente todo el día, luego ya tenía encima mi regreso al trabajo y de esa manera no descansé de forma correcta. Estoy recostada sobre mi cama y son más de las tres de la tarde, mi cita con Troy es a las ocho de la noche y lo único que deseo es dormir. Miro a un lado, a mi mesita de noche, observo adormilada las tres latas vacías de red bull, justo ahora necesito “alas”, pero ni así consigo espabilarme. Mi madre tuvo que salir a la editorial por su trabajo, hoy no permitió que me hiciera cargo de mi hermana, hasta ella nota que parezco la Bella durmiente, salvo que estoy consciente, por ahora. Por fortuna, Fiore está acá, mi madre había decidido llevar a Mía con el
―No quiero sonar entrometida… pero, ¿qué haces?, ¿cómo te ganas la vida? ―Él me mira cauteloso, como midiendo su respuesta―, ¿no me digas que eres mafioso? ―Esto suaviza su semblante.―Soy el director general de Bourke Motors. Mi padre es Bernardo Bourke. ―Casi escupo mi bebida. Lo miro con los ojos bien abiertos.¿Es en serio?―¡Eres nuestra puta competencia! ―exclamo a punto de reírme. Esto es una jodida broma, por ese motivo estaba muy bien informado sobre el Campeonato. No era solo mero fanatismo, apuesto mi trasero a que tienen a sus corredores inscritos en esa competencia. Un ridículo mareo invade mi cuerpo y siento un extraño escalofrío, trato de controlarlos ya que la noche está resultando muy entretenida.¿Quién lo diría? El maldito CEO de Bourke Motors saliendo en una cita conmigo.Mi padre nunca se ha sentido intimidado por la competencia, por el contrario, trata con ellos con diplomacia, pero a mí sí que no me hizo tanta gracia hace algún tiempo atrás porque sacaron unos m
Troy finaliza la llamada, se encuentra parado frente al gran ventanal de la habitación, observando la noche, parece tenso, es tan extraño. Lo miro a detalle, se encuentra desnudo ¡Qué descarado es! Mi cuerpo reacciona a esa agradable vista y siento unas ganas enormes de volver a tener sexo con él. Soy una maldita golosa. Él se gira como si nada y me atrapa deleitándome con su anatomía, ríe de lado y de manera coqueta. Sin pensarlo se dirige hacia a mí y me lo como con la mirada. Se trepa a la cama de un salto y se recuesta a mi lado.―Siento haberte despertado. ―Agarra mi trenza y le quita la pequeña liga de la punta para comenzar a desenredarla.―Fiore te matará ―advierto divertida.―Te la puede volver a armar, por ahora quiero ver tu cabello suelto, ¿quién es Fiore?―Una buena amiga, es de España. En realidad se llama Fiorella.―Si es como Arlet, creo que me la llevaré bien con ella. ―Nos quedamos callados mientras sigue desatando mi trenza. Creo que esta noche le he dado más i
―Seguro, pásale el celular. ―Mamá lo hace y de inmediato escucho a Mía.―Holaaaa, Toti. ―Se le escucha la voz agitada, estoy segura de que estuvo dando saltos antes de que nuestra madre le tendiera el celular.―Hola mi princesa encantada, ¿cómo estás hoy?―Juego con Fiore. ―Abro la boca tanto como puedo, acaba de pronunciar el nombre de mi amiga sin dificultad alguna, la letra R ha sonado perfecta.―¡Mía, muy bien chiquita! Acabas de pronunciar el nombre de Fiore correctamente, ¿puedes decir el mío? ―Escucho atenta―, vamos, di Tori.―Toti. ―Nada más esto me faltaba, mi hermanita no sabe pronunciar mi nombre pero el de Fiore sí, siento una pequeña punzada de celos.―Cariño… ―Mi madre vuelve a hablarme entre risas―, ya tendremos tiempo de enseñar a Mía a pronunciar tu nombre como se debe. Te dejo, besos.―Ya lo creo. Besos igual. ―Cierro la llamada un poco pensativa.―¿Tienes una hermana pequeña? ―pregunta Troy, concentrado en la carretera. Decidí dejar mi coche en el autódromo antes de
―¡Llegó la mujer! Hasta que apareces.Fiorella se encuentra acostada en el piso con Mía sobre su barriga. Mi amiga se encuentra con los cabellos pintados de colores, parece que un arcoíris ha explotado en su cabeza, la escena me causa tal gracia que comienzo a reír. Me siento en el piso a un lado de ellas. Solo a ella se le pudo ocurrir traer pintura de juguete para cabello a mi hermana, fue su obsequio por el cumpleaños número dos de Mía, que ocurrió el pasado ocho de marzo y en el que ella no pudo acompañarnos.―¿Se puede saber por qué te ríes? ―pregunta Fiore, fingiendo la cosa.―De nada, solo que tu cabello parece una acuarela.―¿Con que una acuarela? Mía… ―Observa a mi hermanita con ojos traviesos―, ¿quieres hacerle un ataque de cosquillas a tu hermana la burlona?Antes de que reaccione a sus intenciones trato de levantarme, pero mi amiga es rápida y atrapa mis piernas envolviéndose como una serpiente entre ellas, consigue tumbarme al piso y mi pequeña hermana ―la traidora―, brin
La calma que emplea Arlet para pronunciar esas palabras hacen que la mía se vaya al diablo. Golpeo el tablero del auto, mis amigas ni se inmutan, saben que soy medio gruñona cuando no puedo controlar mis emociones.―¡No creo que me ame! Es... es muy pronto, por otro lado, él solo me gusta y no quiero hacerle daño.―Por favor, cálmate, son solo suposiciones nuestras, no veo el problema en que alguien se haya enamorado de ti en solo treinta días, recuerda que a Kevin y a mí nos bastó solo un fin de semana para saber que no podríamos vivir el uno sin el otro.―Eso es diferente ―objeto.―¿De qué manera? ―Arlet me observa seria y Fiore no quita la vista de la carretera, pero me da una fugaz mirada de reojo. Me remuevo incómoda en el asiento del copiloto.―Ustedes apenas se vieron sintieron el mundo girar y llenarse de magia, yo no he sentido eso jamás, ni con Theo ni con Troy... Si él se ha enamorado no sé si podré corresponderle ―aseguro afligida, Troy parece buena persona, pese a su
Troy ¿Qué soñará, mi princesa? Mi amada Victoria es tan mía, tan perfecta, la luminiscencia personal de mi vida entera, la mujer que amo desde el primer día en que sus ojos tropezaron con los míos; y por lo cual en ese entonces le pedí al Cielo que ella me amara. Desde aquel día ella se convirtió en un anhelo secreto para mí. Mi princesa, con su sonrisa escandalosa y particular, con ese hoyuelo que se le forma en su mejilla izquierda cada vez que se ríe, esa manía de enrollarse el cabello con sus dedos cuando se encuentra nerviosa, el vocabulario soez que suele usar cuando algo le molesta, la dulzura que desborda cuando se encuentra tranquila, la pasión que brota de toda ella por los autos de carrera; ella es mi perfección, mi vida, mi amor, mi anhelo secreto, la mujer que me ha robado la razón y la que se ha convertido en la dueña de mi corazón, de mi ser y de mi vida. Mi corazón duele y se encuentra lastimado, nuestra relación solo duró un mes, jodidamente un mes, el tiempo exacto
―¿Nos vemos luego?Pregunta Troy mientras estaciona el coche. Son las dos de la mañana. Menuda nochecita con este hombre. Tuvimos sexo tres veces, con él estoy batiendo record en la cama, ni yo misma me reconozco. ¿Qué me estás haciendo, Bourke?Además, su confesión de amor por mí me tiene algo retraída, no quiero compromisos por ahora, sobre todo por la competencia, necesito concentración en ella y no estar necesitada de Troy y su deseo de amarme cada vez que le venga en gana, aunque debo confesar que esta noche ha sido diferente, incluso yo me sentí con más libertad de hacer otras cosas con él que no había hecho antes, para empezar, sexo oral, él ya me había probado, yo a él no, y hoy lo hice cin nada de pena, confieso que fue como lamer una lollipop. (caramelo)Con Troy me siento traviesa, a su lado el sexo es gratificante, placentero, divino. Y no lo veo como algo sucio o vulgar, no con él, es algo extraño porque solo somos amigos que intiman, sin embargo, que confesara que m