Habían pasado ya dos días enteros en los que Alexandra aprendía lo más que podía, la profesora que contrató la madre de Nathe le enseñó como sentarse en la mesa cuando fueran a un evento importante, y que al ser la novia de Zoerk, sonreír en todo momento cada vez que le hicieran preguntas sobre su relación, aunque ella pensó que eso no haría falta ya que lo que ella sentía por Nathe era real. Cuando por fin terminaron sus clases ya eran las seis de la tarde, estaba agotada y enfadada ya que no había tenido la oportunidad de ver a Nathe en todo el día, por lo que se retiró a su habitación, pero al entrar se encontró con Caroline buscando algo entre sus cajones de ropa, cosa que le pareció extraño porque ella tenía ya mucha ropa.
— ¿
Han pasado unos cuantos días desde que partieron de Londres a Canadá, la gira de Nathe ya había comenzado y la emoción por verlo por primera vez arriba de un escenario, inundaba de dicha y de felicidad a Alexandra, quien en todo momento no dejaba de verlo, cada segundo que pasaba le gustaba más y cuando no estaban juntos lo extrañaba como nunca, sentirse enamorada era algo que saboreaba poco a poco. Era sábado por la noche, y el primer concierto de Nathe estaba a punto de comenzar, Brandon le había dicho que lo disfrutaría y que no lo perdiera ni un solo minuto de vista, la noche anterior Nathe le había explicado que muchas chicas lo deseaban, y que si veía algo extraño que no se preocupara ya que era parte de show.— ¿Estás lista? —le pregunta Brandon mientras le da una botella
A la mañana siguiente, Alex se despertó con un enorme dolor de cabeza, lo que había pasado en la noche por un momento pensó que lo había soñado, pero al darse cuenta de la realidad de las cosas, supo que no fue así, Brandon si vino y la besó, toda la noche se quebró la cabeza debatiéndose si contarle o no hacerlo a Nathe, eran amigos y si se enteraba de lo ocurrido entonces ambos se pelearían y la gira podría ser un verdadero infierno, aunque sabía que él y ella tenían un trato; siempre decirse la verdad no importando la magnitud de los hechos, por lo que después de una hora despierta mirando el techo, tomó la mejor decisión, se lo contaría todo con detalle a Nathe.Se levantó y así en pijama, salió de su habitación y se dirigi&o
Ambos corazones palpitaba al mismo ritmo, mientras Nathe con mucho cuidado le regalaba besos por toda la cara, Alexandra estaba nerviosa, desde lo que pasó con Berth no se había dado la oportunidad de pensar en estar con alguien más, desde que conoció a Nathe su vida cambió, él la ayudó, la protegió, incluso arriesgó su vida para salvarla de las garras de ese criminal y de su padre, en ese momento quería pertenecerle, su cuerpo se lo pedía a gritos, por lo que en cuanto Nathe le quitó la bata de dormir cayendo esta al suelo como suave pluma, tragó saliva y asintió en todo momento cuando él le preguntaba con la mirada si eso estaba bien.—¿Te puedo quitar el vestido de dormir? —le pregunta Nathe con cuidado de no subir el tono de voz para no asustarla.
Brandon solo escuchó las últimas palabras que dijo Alexandra, ya que estaba embobado con lo hermosa que se veía con aquel vestido floreado. Por otra parte sabía que aquella jugada la había hecho la madre de Nathe.—Imposible, Nathe te quiere y estaría feliz de que estuvieras a su lado.—Opino lo mismo que Brandon, debes ir —la alentó su hermana menor.—Pero ¿y si se enoja? —pregunta con confusión Alex.—Tonterías, andando, yo también tengo que ir a ese estúpido desayuno.Alex le aventó una última mirada a Caroline y después sonrió siguien
Nathe estaba petrificado con todo lo que le había contado Nathe de su pasado y del porque nunca le dijo nada, sintió rabia e impotencia, de alguna manera entendió el porqué de niño siempre fue muy introvertido, conforme fueron creciendo su actitud fue cambiando pero parecía que siempre estaba a la defensiva, recordó que cuando eran niños, una vez fueron al parque a jugar, pero cuando llegaron se dieron cuenta de que un señor estaba tratando de llevarse a otro niño de su vecindario, aquel hombre estaba dentro de un carro y por lo que pudieron escuchar, le decía que si iba con él le regalaría todos los dulces que él quisiera, Brandon se enfureció y corriendo le aventó a aquel hombre una piedra, tomó la mano de aquel niño y salieron corriendo los tres mientras aquel hombre después de soltar unas cuantas palabra
Nathe sentía que se iba a desmayar de la emoción al enterarse que Alex iba a hacer el amor con él por primera vez, cada segundo, cada minuto que pasaba su amor por aquella chica misteriosa crecía poco a poco sin medida, nunca sintió algo similar con nadie, al principio por Cathalyn creyó que sí, pero con la convivencia y con los problemas que surgieron después, se dio cuenta que la llama se había apagado y que la monotonía había tocado a sus puertas.— ¿Estás completamente segura? —Nathe quería estar seguro.—Sí —responde Alexandra con mucha seguridad.— ¿Cuándo quieres que lo hagamos? —un brillo especial se colocó en los ojos
Nathe no podía creer lo que estaba pasando, estaba acelerado, su madre le contó en el trayecto que al parecer Brandon había tomado mucho, y por esquivar un camión de carga chocó contra un árbol, en cuanto se enteró salió corriendo del hotel al mismo tiempo que Alexandra, quien estaba pálida. Brandon era un excelente conductor y jamás manejaba cuando tomaba, ¿qué le habría pasado? Mientras tato, la madre de Nathe veía con odio a la chica que su hijo había elegido como novia, cosa que ella no lo notó, en cuanto llegaron al hospital, el médico que atendía a Brandon les informó que no fue nada grave, solo tuvo unos cuantos rasguños y un corte en la frente, y que en cinco minutos podían pasar a verlo.—Creo que el peligro ha pasado —dic
Escuchar todo lo que Nathe había hecho para que ella se sintiera bien cuando se le entregara le hizo sentir mariposas en el estómago, Nathe no era como su madre, era una buena persona, y ahora comenzaba a sentir como si su cariño creciera poco a poco, paso a paso como él decía.—No lo sabía.—¿Y pasaste bien aquello? —Brandon traga saliva al saber que en cuanto lo escuchara de la boca de la chica que quería, tendría que olvidarse de ella poco a poco y tal vez comenzar a verla como una hermana menor, aunque en el fondo sabía que eso era imposible.—Pues no lo sé, estábamos queriendo... bueno... a punto de... —Alexandra se siente un poco incomoda—. En pocas palabras la