Si algo adoraba Nathe de Alex era su honestidad, ella era transparente con todo, difícilmente podía ocultar sus sentimientos, ella era así.
—Perdón que tengas que meterte en esto, sé que…
—Nathe, tengo miedo, de hecho estoy aterrada.
—Lo sé, mi mundo puede llegar a ser algo tedioso y molesto, pero créeme cuando te digo que tiene sus cosas buenas, todo tiene un lado bueno y una malo, ese es el balance de la vida —Nathe le toma la mano y se la lleva a la parte del corazón—. Yo te ayudaré en todo lo que sea posible.
—No me estás entendiendo, tengo miedo de no llegar a ser una buena novia para ti, aunque sea mentira quiero hace
A la mañana siguiente, Nathe se levantó muy temprano, de hecho antes de que vinieran su madre y Elisa a felicitarlo, había quedado de verse con Brandon en la cafetería Allison, a veinte minutos de su casa, tenía que aclararle las cosas y decirle que estaba enamorado de Alex y que iba a luchar por ella contra todos los malos pronósticos, empezando por su madre, quien estaba seguro que en cuanto se enterara de sus sentimientos hacia su chica misteriosa, no lo aceptaría, pero estaba dispuesto a enfrentarla.Manejó con cuidado y apagó su celular, no dejaba de pensar en el beso que le dio a Alexandra por la noche, y no podía olvidar aquel grito de terror que soltó, anoche cuando llegó Brandon con Caroline y sus maletas, intentó despertarla, pero al ver que estaba profundamente dormida prefirió no
Guardó su celular y se alistó, en cuanto bajó y salió de la casa, noto que había muchas personas escondidas detrás de los árboles, sabía que eran del tipo de los reporteros que anoche hicieron que Nathe se pusiera nervioso de mal humor antes de que ella apareciera, pero decidió no hacer nada, subió a la camioneta y se pusieron en marcha. Primero pasaron a probarse los vestidos, Caroline estaba muy contenta porque sería su primera fiesta, de hecho era la primera vez de las dos.Mientras Alex estaba entretenida con la madre de Nathe viendo vestidos sumamente costosos y elegantes de diseñadores de renombre, Caroline se estaba mensajeando con alguien, ya los vestidos no le importaban mucho, Alex se preguntaba si tal vez estaba hablando con Brandon.— &
Nathe no podía creer lo que estaba viendo, uno de sus mejores amigos de la infancia se atrevió a besar a Alexandra, estaba a punto de actuar cuando de pronto Alex le dio una patada en los bajos para rematar en un codazo en el hombro, haciendo que aquel chico cayera adolorido, lo que resultó en risas de Nathe y Brandon.— ¡Qué te sucede, loca! —grita la chica que besó a Nathe.—Él se lo buscó por besarme, y si se vuelve a acercar a mí lo mato —Alex se cruza de brazos mientras se dirigía a la salida.—Espera —Nathe la detiene—. No te vayas, ellos tres son mis mejores amigos de la infancia, ven, te los presentaré.—
La noche aún era joven y Nathe tenía mucho por hacer, cuando le habló a Caroline sabía que se estaba arriesgando pero quería compensarle a Alex de alguna manera por todo lo que había sufrido en tantos años, después se encargaría de su amigo Brandon, ahora la prioridad era ella. Cuando llegó a su casa Caroline ya estaba saliendo, al verlo subió de inmediato a la camioneta de Nathe y sonrió de oreja a oreja.—Así que estás haciendo todo esto por el cumpleaños de Alex.— ¿Cómo lo sabes? —pregunta Nathe con asombro—. Pensé que nadie sabía.—Yo siempre he sabido que es su cumpleaños, pero nunca le dije nada porque la conozc
Brandon se rindió, Alexandra era una chica verdaderamente difícil, no estaba acostumbrado a alguien así, la mayoría de las veces las chicas hacían lo que él quisiera y lo apoyaban sin que él se los pidiera. Por eso sentía tanta fascinación por ella, aunque le había prometido a su amigo no intervenir, cuando estaba cerca de ella no era él mismo, es como si otra persona tomara su lugar y quisiera todo el tiempo impresionarla. Entonces se le ocurrió la idea de arruinar la sorpresa que tenía Nathe para Alex, quería a su amigo, pero estaba celoso, en el fondo quería a Alex para él solo.—Bueno, entonces regresemos a casa de Nathe, debes descansar —Brandon suspira sabiendo que hace un buen rato ya habían terminado los fuegos artificiales.
Alexandra no podía creer lo que estaba escuchando, y sintió en su pecho una sensación que la hacía sentirse por las nubes, los latidos de su corazón aumentaban con cada segundo que pasaba y estaba segura que en cualquier momento saldría corriendo.— ¿Qué quieres decir? —pregunta Alex anonadada.—Quiero que seas mi novia de verdad, sin mentiras, sin tener que fingir frente a cámaras —Nathe le toma el rostro con ambas manos—. Quiero que seas mía, solo para mí.Alex abrió los ojos como platos y sonriendo lo abrazó, era la primera en vez en su vida que sentía algo por alguien que no fuera su propia hermana o al que creía que era su mejor amigo Steve, y Nath
Alexandra esperaba con ansias a que los rayos del sol se filtraran como fieles intrusos a través de la ventana de su habitación, el sonido del despertador sonó tan fuerte que por momentos había olvidado que ya no estaba durmiendo ni vivía en la casa de sus padres, las sesiones con la psicóloga habían sido suspendidas por un tiempo ya que tenía que concentrarse en Nathe, en su noviazgo, y en las composiciones, eso sin contar que hoy mismo iniciarían las clases para que le enseñaran cómo comportarse como una chica de la alta sociedad, no le agradaba mucho pero tenía que hacerlo por Nathe, por primera vez sentía que debía esforzarse por mejorar para hacer feliz a alguien.Se levanta y se prepara para una ducha cuando Nathe entra a su habitación, eran las cinco de la mañana y sus c
Aquellas palabras hicieron sentir a Nathe como el más poderoso del mundo, la besó con desenfrenada pasión mientras que con una mano recorría su suave muslo hasta llegar a sus bragas, Alex se aferraba a su cuello, metiendo sus delicados dedos entre el cabello de él, ¿Dónde había aprendido a tocar a alguien así? Era como si todo este tiempo hubiera permanecido dormida y apenas estuviera despertando. Nathe metió la mano hasta llegar a su sexo, Alexandra estaba húmeda y eso lo excitó aún más, con delicados movimientos para no asustarla, introdujo dos dedos entre sus pliegues virginales, capturando el gemido que soltó ella al sentir su tacto.—Nathe —dice ella apartándolo un poco.—Tranquila, no pasa nada —N