Alex estaba emocionada con toda la ropa que habían comprado por la mañana, su madre le comentó que investigó a esos chicos, y que según su contacto, viven en un pequeño orfanato de monjas, muy pobre, viven con lo que ellas pueden darles pero al ser Liam mayor de edad, se ofreció a buscarles comida, así era como funcionaba aunque las monjas no sabían nada al respecto. Caroline no quiso ir, ya que al parecer estaba emocionada con la habitación del cine que tenían sus padres dentro de aquella mansión.
Al llegar, se dio cuenta de que en efecto aquel convento que ahora servía como orfanato, estaba mal cuidado y se veía casi en ruinas, lo que suponía un verdadero peligro para los niños en caso de algún temblor o algo por el estilo.
Nathe nunca olvidaría lo que pasó aquella vez, toda su vida había vivido con la culpa, pero trataba de enterrar ese pasado con la música, ¿habrá hecho bien? No lo sabía, pero ya no había marcha atrás. Cuando era más joven había tomado muchas decisiones alocadas, típicas de alguien enamorado, pero lo que hizo con María, siempre lo ha perseguido. Y ahora tenía miedo de perder lo más valioso de su vida; Alex.—Deja de pensar en lo que ya fue —Brandon lo saca de su ensoñación—. De nada te servirá estar quebrándote la cabeza.—Me lo dice el que ha embarazado a una famosa modelo —Nathe dice en tono burlón.—Por lo meno
Nathe no supo explicarse a sí mismo lo que sintió en ese momento, al ver a aquel pequeño ser humano del que había renegado y abandonado a su suerte, en ese entonces era muy inmaduro y le temía a muchas cosas, una de ellas era su madre, le aterraba llevarle la contraria casi todo el tiempo. Pero ahora, al ver a su pequeña hija jugando y riendo con los otros chicos, unas ganas inmensas de abrazarla llenaron su cuerpo, y eso lo asustó.—Se llama Wendy, María, su madre eligió el nombre —le menciona la madre superiora.—¿Por qué nadie la ha adoptado? —pregunta él sin apartar la mirada de la pequeña.—¿Acaso no lo sabe? —la madre superiora enarca las cejas.
Alex comenzaba a sentirse preocupada por Nathe, no dejaba de pensar en él, así que decidió que antes de que llegara su padre para la cena, iría a visitar a su novio, había hablado con su madre y ella terminó aceptando con la única condición de que la acompañara su seguridad personal, y por supuesto Liam, a quien no le agradó la idea ya que quería regresar al convento pero la madre de Alex tenía otro plan; y este era que se quedase a dormir por una noche.Alexandra y Liam estaban tranquilos hablando de cosas que hacía él para darles manzanas a los más pequeños, cuando por fin llegaron.—Así que tu novio es un cantante de pop famoso —Liam se acerca a la ventana para ver mejor aquella casa—.
Alex se alejó de Liam al sentir sus labios, no entendía nada de lo que estaba pasando pero al darse la vuelta vio como Nathe estaba observando todo desde la puerta de su casa, sintió miedo, pero al ver como se acercaba a ellos tenía la esperanza de poder hablar.—¿Interrumpo algo? —Nathe fija su mirada en Liam con los puños cerrados—. ¿Quién eres tú y por qué besas a mi novia?—Soy un viejo amigo de Alex y enamorado suyo, así que si no arreglas esto, me temo que te la robaré —responde Liam.—¡¿Qué dices?! —Nathe se acerca a él para golpearlo pero Alex se interpone.—Nathe, habla
Todos estaban sentados en el gran y lujoso comedor, Nathe por primera vez se sentía nervioso, se había colocado al lado de Alex y frente a él estaba Liam, quien platicaba muy amenamente con Caroline mientras el padre de Alexandra solo los observaba a todos con detenimiento. Unos hombres se acercan a servir los platos correspondientes y Alex toma su mano por debajo de la mesa regalándole una enorme sonrisa.—Estoy enterado de que eres el novio de mi hija —comenta el padre de Alex regalándole una sonrisa cálida pero con otras intenciones, y Nathe lo presentía.—Sí, soy su novio —responde Nathe con seguridad.—¿Y crees que eres lo mejor que puede encontrar mi hija? —el padre de Nathe se esta
Nathe sentía como si todo su mundo se derrumbara en un abrir y cerrar de ojos. Ya todo el mundo lo sabía, en especial los padres de Alexandra. Tragó saliva al ver como Alex le soltaba la mano y colocaba su mirada en el plato, apenas había probado bocado alguno.—Esto debe ser un error, los paparazi siempre van a malinterpretar las cosas —el padre de Nathe le da el celular a su hija.Nathe tenía dos opciones; decirles que lo que decía aquella nota era cierto, o tratar de mentir pero eso significaría negar a Wendy, su hija, así que no podía hacerlo.—Me temo que es cierto —contesta Nathe con seguridad sintiendo como un escalofrío recorría todo su cuerpo.
Alexandra estaba confundida con todo lo que estaba pasando y se sentía de cierto modo inquieta por la reacción de su padre, quien al enterarse de todo mando sacar a todos los reporteros que estaban en su propiedad de la manera más amable que pudo. Cuando se marcharon le aventó una mirada de odio a la pequeña Wendy ya que representaba una amenaza para su hija mayor.—Creo que lo mejor es que se retiren, ya me han metido en muchos problemas por el día de hoy, Nathe —el señor Alexander lo mira con ganas de querer aplastarlo—. No puedo permitir que salgas con mi hija cuando queda claro que tienes que hacerte cargo de una familia.—Con todo respeto señor, de la única persona que debo hacerme cargo es de mi hija Wendy —responde Nathe con ganas de saca
A la mañana siguiente Alex estaba ansiosa y muy nerviosa porque iría al médico, tener un bebé no estaba en sus planes de vida, y no sabía exactamente cómo reaccionaría Nathe cuando se enterase, después de todo ya tenía una hija. Pero a los pocos segundos decidió dejar de lado todo eso y concentrarse únicamente en lo que sucedería en unas cuantas horas. Su padre ya se había marchado y Caroline seguía dormida, Liam se había quedado dormido y no querían molestarlo, después de todo lo llevarían al convento a medio día.—¿Estás nerviosa hija?La voz de su madre la obliga a regresar a la realidad.—Un poco, siento que si estoy embaraza