Alex no contestó, le parecía muy extraño, Nathe al darse cuenta pensó que quizá a aquel hombre le había gustado Alex, por lo que tomó su mano y ambos salieron de aquella oficina, cuando salieron por fin del edificio, los dos estaban esperando a su madre y a Elisa, quienes habían pasado a los sanitarios antes.
—Odio a ese señor, es demasiado raro y estricto —suelta la manager.
—Lo es —afirma la madre de Nathe mientras se lava las manos—. Pero es inmensamente millonario, eso es lo importante.
— ¿Ahora que tienes planeado? —Elisa se le queda mirando con astucia.
—Bueno, él es rico, yo soltera y sin compromiso... &m
Cuando Nathe y Alex llegaron con todos a la enorme mansión del nuevo jefe de él, ella no pudo evitar fijarse en cada detalle, era hermosa la manera en la que todo estaba implacable, había un hermoso jardín lleno de tulipanes y otras flores que no sabía cómo se llamaban, en medio estaba colocada una enorme fuente iluminada y mucha seguridad por los alrededores.—Espero que sepan comportarse —la madre de Nathe les dio una regañina a Alex y a Caroline.—Usted no es nadie para decirnos que hacer o que decir, así que le pido de la mejor manera que nos ignore y se dedique solo a su cena —Alex la ve de manera inefable.—¡Eres una...! —le grita la madre de Nathe levantando la mano para darle una b
Aquella noche Alexandra escuchó toda la historia de su padre y de su madre, acompañados de un doctor, mismo que había llevado a cabo las pruebas de ADN, y por supuesto estaba presente el abogado de la familia, su madre les mostró fotos que les habían tomado a ambas cuando nacieron y Caroline se convencía más y más con cada segundo que pasaba, al grado de que llegó un punto en el que solo quería abrazar a su madre.—No puedo creer que por fin las encontráramos —suelta un enorme suspiro su padre, mientras toma asiento en su lujoso sillón.—Si han investigado, entonces sabrán lo que le pasó a Alex —comenta Caroline secándose las lágrimas pero sin despegarse de su madre—. Ella me ha cuidado bien, lo q
La madre de Nathe permaneció en silencio lo que quedaba de camino, su mente no paraba de maquinar y de cuestionarse todo lo que había sucedido hace unos cuantos minutos, ¿cómo era posible que esa mocosa, como ella llamaba a Alexandra, terminara siendo la hija perdida de una familia tan poderosa, e inmensamente millonaria, antes de venir a la junta para la firma del contrato, había investigado mucho mejor todo, aquellos señores lloraban oro, su fortuna era tanta, que ni en toda la vida terminaría ella por gastársela.Al principio se preocupó, pero después reaccionó y se dio cuenta de lo afortunada que era, tendría que hacer algunos cambios, para empezar rectificaría su postura con Alex y con Caroline, y ahora más que nunca aceptaría y apoyaría su noviazgo con Nathe, su hijo segu
Alexandra estaba segura de que aquel chico no era mala persona, años en la calle le había desarrollado un don para diferenciar de quienes mentían y quienes no, lo tomó de la mano con fuerza y ambos caminaron por los pasillos oscuros hasta llegar a la cocina, una vez ahí el chico frunció el ceño y comenzó a sentirse incómodo.— ¿Qué hacemos aquí? —pregunta por fin.—Toma lo que necesites —dice Alex prendiendo las luces.El chico enarca las cejas sorprendido por lo que le acababa de decir Alex.— ¿Quién demonios eres?—Ya te dije que soy la hija mayor, e
Cuando Alex vio a Nathe sentado en su cama se llevó el susto de su vida: ¿qué demonios hacía aquí? Se preguntó para sus adentros.—¿Nathe? —Alex cierra la puerta con pasador y cuando estaba a punto de terminar de hablar, Nathe se acerca a ella y la abraza.—Me escapé de mi casa porque no podía dormir, mi madre y Elisa me han dicho cosas que han puesto mi mente a volar —susurra Nathe.—¿Qué cosas? —pregunta Alex rodeándolo por la cintura con sus brazos permaneciendo abrazados así por un buen tiempo.—Tonterías —Nathe inhala el olor a jabón que inunda la piel de Alex—. Dicen que a
Alex estaba emocionada con toda la ropa que habían comprado por la mañana, su madre le comentó que investigó a esos chicos, y que según su contacto, viven en un pequeño orfanato de monjas, muy pobre, viven con lo que ellas pueden darles pero al ser Liam mayor de edad, se ofreció a buscarles comida, así era como funcionaba aunque las monjas no sabían nada al respecto. Caroline no quiso ir, ya que al parecer estaba emocionada con la habitación del cine que tenían sus padres dentro de aquella mansión.Al llegar, se dio cuenta de que en efecto aquel convento que ahora servía como orfanato, estaba mal cuidado y se veía casi en ruinas, lo que suponía un verdadero peligro para los niños en caso de algún temblor o algo por el estilo.
Nathe nunca olvidaría lo que pasó aquella vez, toda su vida había vivido con la culpa, pero trataba de enterrar ese pasado con la música, ¿habrá hecho bien? No lo sabía, pero ya no había marcha atrás. Cuando era más joven había tomado muchas decisiones alocadas, típicas de alguien enamorado, pero lo que hizo con María, siempre lo ha perseguido. Y ahora tenía miedo de perder lo más valioso de su vida; Alex.—Deja de pensar en lo que ya fue —Brandon lo saca de su ensoñación—. De nada te servirá estar quebrándote la cabeza.—Me lo dice el que ha embarazado a una famosa modelo —Nathe dice en tono burlón.—Por lo meno
Nathe no supo explicarse a sí mismo lo que sintió en ese momento, al ver a aquel pequeño ser humano del que había renegado y abandonado a su suerte, en ese entonces era muy inmaduro y le temía a muchas cosas, una de ellas era su madre, le aterraba llevarle la contraria casi todo el tiempo. Pero ahora, al ver a su pequeña hija jugando y riendo con los otros chicos, unas ganas inmensas de abrazarla llenaron su cuerpo, y eso lo asustó.—Se llama Wendy, María, su madre eligió el nombre —le menciona la madre superiora.—¿Por qué nadie la ha adoptado? —pregunta él sin apartar la mirada de la pequeña.—¿Acaso no lo sabe? —la madre superiora enarca las cejas.