Nathe estaba feliz de escuchar la petición de Alexandra, había soñado con ese momento millones de veces, y es que cada vez se le hacía más difícil estar cerca de ella sin hacerla suya, no solo quería su amor, su corazón, quería su cuerpo. No le agradaba mucho la idea de hacerlo en su casa y de que probablemente alguien los interrumpiera, pero tenía tantas ganas, que su mente se nubló al ver a Alexandra completamente desnuda, lista para entregarse a él.
—Lo preguntaré una vez más —Nathe se remoja los labios—. ¿Estás completamente segura de hacerlo ahora?
—Sí —Alex responde con seguridad.
—Bien.
A la mañana siguiente, Alexandra se levantó con una enorme sonrisa, Nathe estaba dormido a su lado, roncando, ambos se habían acostado desnudos para descansar, pero eran las seis de la mañana y sabía que su madre no tardaría en llegar para levantarlo, hoy era el gran día en el firmaría con aquella disquera famosa, Alex no pensaba ir, pero Nathe había insistido en querer incluirla más a fondo en todo.Se levanta con cuidado envuelta en una sábana, y sin hacer ruido se dirige a su habitación, anoche había sido mágico y maravilloso, ya no era una niña, a pesar de que la habían violado, ahora se sentía por primera vez como una mujer de verdad, guapa, y con muchas ganas de vivir, se mete a la ducha y se da un buen baño, al salir, ve su cuerpo desnudo y revive todo lo q
Mientras Alex y Nathe iban subiendo por el ascensor, una duda le cruzó por la mente a ella, ¿y sí Nathe llega a aburrirse de ella ahora que ha sido suya? Aprieta su mano con fuerza, lo amaba, no quería perderlo, y sabía bien que lucharía por él hasta que ya no pudiera más, Nathe se veía tranquilo, no había ni pisca de nerviosismo en su ser.—Pensé que iríamos a otra disquera —habla Nathe con el ceño fruncido.—Hubo una equivocación con los documentos que te mostraron, firmarás el contrato con la disquera número uno a nivel mundial, la mejor, Golden Worl Music —comenta Elisa mientras revisa algo en su tablet.—Deberías estar agradecido Nath
La plática para firmar el contrato de Nathe con la disquera estaba marchando bien, al señor Alexander no le interesaba nada de eso, solo quería estar cerca de Alex, por lo que firmó y pudo observar como ella se mantenía a raya del asunto, también se le veía algo incómoda.—Bueno, me alegra que ahora seas parte de mi familia —dice con seriedad Alexander.—Lo mismo digo señor, estoy seguro de que ambos ganamos —responde Nathe con una sonrisa.—Creo que esto debemos celebrarlo, es una ocasión especial, aparte de que podremos donar dinero para nuestra asociación de mujeres casadas, ofreciéndoles a las de nuestro nivel económico como no gastar tanto en cosas... —la
Alex no contestó, le parecía muy extraño, Nathe al darse cuenta pensó que quizá a aquel hombre le había gustado Alex, por lo que tomó su mano y ambos salieron de aquella oficina, cuando salieron por fin del edificio, los dos estaban esperando a su madre y a Elisa, quienes habían pasado a los sanitarios antes.—Odio a ese señor, es demasiado raro y estricto —suelta la manager.—Lo es —afirma la madre de Nathe mientras se lava las manos—. Pero es inmensamente millonario, eso es lo importante.— ¿Ahora que tienes planeado? —Elisa se le queda mirando con astucia.—Bueno, él es rico, yo soltera y sin compromiso... &m
Cuando Nathe y Alex llegaron con todos a la enorme mansión del nuevo jefe de él, ella no pudo evitar fijarse en cada detalle, era hermosa la manera en la que todo estaba implacable, había un hermoso jardín lleno de tulipanes y otras flores que no sabía cómo se llamaban, en medio estaba colocada una enorme fuente iluminada y mucha seguridad por los alrededores.—Espero que sepan comportarse —la madre de Nathe les dio una regañina a Alex y a Caroline.—Usted no es nadie para decirnos que hacer o que decir, así que le pido de la mejor manera que nos ignore y se dedique solo a su cena —Alex la ve de manera inefable.—¡Eres una...! —le grita la madre de Nathe levantando la mano para darle una b
Aquella noche Alexandra escuchó toda la historia de su padre y de su madre, acompañados de un doctor, mismo que había llevado a cabo las pruebas de ADN, y por supuesto estaba presente el abogado de la familia, su madre les mostró fotos que les habían tomado a ambas cuando nacieron y Caroline se convencía más y más con cada segundo que pasaba, al grado de que llegó un punto en el que solo quería abrazar a su madre.—No puedo creer que por fin las encontráramos —suelta un enorme suspiro su padre, mientras toma asiento en su lujoso sillón.—Si han investigado, entonces sabrán lo que le pasó a Alex —comenta Caroline secándose las lágrimas pero sin despegarse de su madre—. Ella me ha cuidado bien, lo q
La madre de Nathe permaneció en silencio lo que quedaba de camino, su mente no paraba de maquinar y de cuestionarse todo lo que había sucedido hace unos cuantos minutos, ¿cómo era posible que esa mocosa, como ella llamaba a Alexandra, terminara siendo la hija perdida de una familia tan poderosa, e inmensamente millonaria, antes de venir a la junta para la firma del contrato, había investigado mucho mejor todo, aquellos señores lloraban oro, su fortuna era tanta, que ni en toda la vida terminaría ella por gastársela.Al principio se preocupó, pero después reaccionó y se dio cuenta de lo afortunada que era, tendría que hacer algunos cambios, para empezar rectificaría su postura con Alex y con Caroline, y ahora más que nunca aceptaría y apoyaría su noviazgo con Nathe, su hijo segu
Alexandra estaba segura de que aquel chico no era mala persona, años en la calle le había desarrollado un don para diferenciar de quienes mentían y quienes no, lo tomó de la mano con fuerza y ambos caminaron por los pasillos oscuros hasta llegar a la cocina, una vez ahí el chico frunció el ceño y comenzó a sentirse incómodo.— ¿Qué hacemos aquí? —pregunta por fin.—Toma lo que necesites —dice Alex prendiendo las luces.El chico enarca las cejas sorprendido por lo que le acababa de decir Alex.— ¿Quién demonios eres?—Ya te dije que soy la hija mayor, e