[ZAMIRA]
Dos días después
Afortunadamente las cosas con Iker han mejorado, pero también creo que tiene mucho que ver que ha tenido guardia en el hospital y que yo he estado concentrada en la finalización de un proyecto, en resumen, no hemos tenido tiempo de discutir más. Aprovecho que se ha ido a llevar a Nico a tomar aire al parque para llamar una vez más al detective que está a cargo de buscar a Roció, aunque dudo que mi hija se llame así ahora...
Como siempre hablar con el detective Rojas me deja triste. No hay novedades, la búsqueda continua en Suiza y España, aunque siempre me ha quedado la duda de si mi padre la ha dejado es Suiza. Quizás cuando nació la ha traído aquí, si tan solo se dignara a decirme algo... No doy más… Estoy harta de esta situación, solo quiero encontrar a mi hija, ¿es mucho pedir?
Me acuesto en el sofá y solo me quedo mirando al techo mientras que intento que se me quite un poco la rabia que llevo por dentro, porque el dolor es imposible que se vaya. El dolor simplemente se ha instalado en mi vida y se ha quedado ahí para evitar que yo pueda ser feliz. No entiendo como mi padre pudo hacerme algo como esto.
—¡Ya estamos de regreso cariño! — Exclama mi esposo mientras entra al salón con nuestro hermoso hijo en brazos.
—¡Hola mi príncipe! — Le digo disimulando estar de buen ánimo frente a mi hijo y me pongo de pie para cargarlo en mis brazos.
—Amor, esta noche vendrá Elia a cocinarnos. — Me dice mi esposo mientras se sienta en el sofá.
—Pero ¿Por qué? Ella solo viene cuando tenemos alguna cena importante. — Digo y a medida que hago mi comentario me doy cuenta de lo que sucede.
«No puede ser... Tengo que estar equivocada.»
—Sebastien vendrá a cenar esta noche. Me ha llamado mientras estaba con Nico en el parque. — Me dice y mi peor pesadilla se hace realidad.
—Ya sabes lo que creo de eso, pero si tú quieres que venga...— Digo dándome por vencida acerca del asunto y simplemente me voy con mi hijo a su cuarto.
[...]
No sé muy bien que es lo que pretende Iker exactamente, solo sé que me ha regalado un collar de diamantes con un corazón de rubí en el centro que hace juego con el vestido que me ha regalado el día de nuestro aniversario. No me gusta nada su actitud, es como si me estuviera queriendo exhibir como un premio o algo así y realmente tengo miedo de que de alguna manera se haya enterado de lo que Sebastien y yo hemos tenido cuando éramos adolescentes, pero ¿Cómo?
Quizás no sabe nada y es solo imaginación mía... Sea como sea, me termino de maquillar y de peinar, me coloco el vestido, el collar, los zapatos de tacón, y me miro al espejo. Estoy demasiado nerviosa y es que sé que esta cena no será una cena como otra. Mi esposo y padre de mi hijo, se sentará en la mesa con el padre de mi hija, una que ninguno de los dos sabe que existe.
—Cariño, ¿ya estas lista? — Me pregunta mientras sale del walk in closet acomodándose la corbata.
—Si. — Respondo y su mirada se encuentra conmigo.
—¡Te ves deslumbrante! — Halaga caminando hacia mí y me toma por la cintura para luego besarme.
—No sé porque has insistido tanto en que me vistiera así. — Comento quitando el labial que ha quedado en la comisura de sus labios.
—Sabes que me encanta cuando te vistes así. — Comenta y está por besarme nuevamente cuando el ruido del timbre nos interrumpe.
—Ve a abrir, yo voy a buscar a Nico para darle su biberón. — Le explico.
—Está bien, te espero en la sala.— Dice sonriente y una vez que él sale de la habitación, aprovecho para respirar profundo.
—Tú puedes Zamira.— Me digo a mí misma y voy hacia la habitación de Nico.
Una vez allí, lo saco de su cuna y con él en brazos voy a la cocina por el pasillo paralelo que hay a la sala intentando evitar el encuentro prematuro, pero al parecer mi marido tiene otros planes.
—Cariño, ven.— Me dice y antes de ir hacia allí, cierro mis ojos y respiro profundo.
—Hola.— Digo tímidamente y la mirada de Sebastien claramente es de absoluta sorpresa al verme con un bebe en brazos.
—Sebastien, te presento a nuestro hijo Nicolas. — Dice Iker.
—Felicidades, es hermoso. — Comenta y agarra la manito de Nico haciendo que todo mi mundo tiemble al imaginarme lo que podría haber sido que nosotros criáramos a nuestra hija juntos.
—Ya regreso. — Digo intentando huir de la situación que hace temblar mi mundo.
[SEBASTIEN]Estaba seguro de querer venir a esta cena, pero al ver el lugar donde vive me ha hecho empezar a dudar. Es una casa enorme, prácticamente una mansión. Es completamente blanca con enormes cristales, y con una arquitectura moderna, mi padre diría que es una verdadera obra de arte. Con dudas y todo, toco el timbre ubicado a un lado de la enorme puerta doble de madera y espero pacientemente.La puerta se abre y ahí está él. —¡Hola Sebastien!— Dice con entusiasmo y me saluda –Ven pasa.&mdas
[ZAMIRA]Honestamente no tengo apetito alguno, la cena esta exquisita eso es obvio Elia nunca falla, pero tener a Sebastien sentado en esta mesa justo enfrente de mi remueve todo mi pasado una vez más. Doy una y mil vueltas al asunto y supongo que si el destino me lo ha puesto nuevamente en el camino a de ser por algo... Quizás él pueda ayudarme a encontrar a nuestra hija...—Mi amor, ¿Qué sucede? Te has quedado como si estuvieses en otro planeta. — Me dice Iker haciendo que vuelva a la realidad.
[SEBASTIEN]—Sebastien... insúltame, grítame... no sé, dime algo por favor. — Me pide en medio de su mar de lágrimas que ahora es igual al mío.—Tengo una hija...— Logro decir sin poder parar de llorar. —¿Te das cuenta de lo que me acabas de decir? — Le pregunto en lo que es un reclamo. —Después de 13 años, regresas a mi vida y me dices que tengo una hija.— Comento ya que es lo primero que me sale decirle.
[ZAMIRA]Sus brazos no me han soltado en medio de mi crisis, la más fuerte que he tenido en mucho tiempo, pero es que hacía demasiado que no le contaba a alguien el infierno que viví y en el cual sigo viviendo. La última persona que lo ha escuchado ha sido mi psicóloga. Necesitaba dejar de sentir culpa cuando nació Nicolás... llegue a pensar que su llegada me haría olvidar de ella, pero la doctora Carson fue y es un apoyo fundamental en todo esto que me sucede.
[ZAMIRA]No sé cuántas horas llevo sentada aquí en este sofá esperando que Iker llegue del hospital. Parezco un soldado suicida esperando entrar a una emboscada que aun sabiendo que va a morir, espera pacientemente la orden para avanzar. En mi mente he practicado una y mil veces las diferentes maneras en que puedo confesarle mi verdad, pero sin importar que tono de voz use o las palabras que use, sé que dolerá. Tengo miedo... me consume y no sé si es peor la espera por largar toda esta verdad de una vez por todas, o lo que me imagino que pueda suceder.
[SEBASTIEN]No he dejado de darle vueltas en mi cabeza a todo lo que me he enterado el día de hoy. «Soy padre...» Lo repito una y otra vez a mí mismo y aun no me lo puedo creer. «Es tan fuerte todo esto...»Tengo una hija con la mujer que más he
[ZAMIRA]Entro al hospital y sigo las indicaciones que me ha dado la recepcionista en cuanto a dónde está mi padre. Llego al tercer piso y los medios de comunicación estas aislados a un costado —¡Ahí está la hija de Ramiro Castelo!— Les escucho gritar.No puedo lidiar con ellos ahora, no me importa que mi padre sea uno de los empresarios más importantes de España. Necesito que me diga dó