—Kiara, debemos hablar y lo sabes —dice Li cuando entra a la casa en la playa. —No voy a irme de aquí sin ti —reclama ella, mientras va a la nevera para buscar algo para comer. —Los dos estamos dentro de la máquina de los sueños. Solo uno puede salir de aquí con vida, y no dejaré a mis hijos sin madre —indica Li y la abraza. —No puedes hacerme esto, no me obligues a perderte de nuevo —suplica ella entre lágrimas. —Sé que no hice bien las cosas, pero siempre priorizaste a la familia, a los niños y quiero que esta vez sea igual. Te amo y siempre lo haré —le asegura Lisandro. —No es justo —reclama ella y se besan. —Lo sé, la vida no es justa y nunca lo ha sido con nosotros, pero sabes perfectamente de que no existe manera de que yo pueda vivir sin ti —le dice él, mientras acaricia su rostro. —Lo arruiné, cada vez que me alejé de ti, lo hice —reclama ella llorando. —No es así, nunca decidimos lo que iba a pasar. Solo creímos tener el control —le recuerda él mientras limpia sus lág
—Hola —digo y ella me mira.—Me gusta tu disfraz —dice mientras la música se escucha detrás de nosotros.—A mí me gusta el tuyo —le indico y ella toma mi mano para que me acerque más—. ¿Sabes lo que soy?—Una catrina, ¿verdad? —pregunto y bebo de su vaso… ella sonríe. Aunque no puedo ver, su verdadero rostro me recuerda a alguien que conozco.—Si… Te diste cuenta. —Ella se ríe.—Yo soy la muerte… —digo y ella mira mi guadaña.—¿Por qué te disfrazaste de la muerte? —me pregunta y entre el ruido de la música y el bullicio de gente no puedo siquiera pensar. La llevo a un cuarto, lejos de todos y conversamos por un rato. No puedo evitarlo, siento el deseo de abalanzarme sobre ella. Me gusta cómo se mueve y habla, incluso lo que dice, pocas veces escucho a las chicas.—¿Tenía alcohol lo que tomamos? —me pregunta y en sus ojos veo algo que me recuerda a alguien. Conozco esos ojos, pero ¿de dónde?—Sí, creo que lo mejor será que regresemos —digo y ella me detiene.No sé cómo, pero nos besamo
Estoy frente a la tumba de mi padre, acaba de terminar el funeral y debemos regresar a casa. No puedo creer que pospuse tanto acercarme a mi padre en su momento más vulnerable. Él sabía que yo aún no lo había perdonado por lo que pasó por tantos años y, aun así, me esperó hasta que estuve listo para despedirme de él.El amor que siento por Kiara me ha enceguecido, la amo tanto que creí que no podría vivir sin ella en mi vida. Y, sin embargo, estuvo a punto de dejar a mis hijos a la deriva solo por ser un cobarde que creía que no podía vivir con este dolor.—Señor Li, estas flores son para su padre —dice Anastasia cuando se acerca a mí.—Muchas gracias, Anastasia —digo y después de recibirlas noto cuán delgada está. Ella acaba de perder a su madre y al hombre que la crio, ya que Pavel no la recuerda—. No debes forzarte a hacerlo, pero cuando estés lista me gustaría que, si lo deseas, pudieras decirme papá.Ella abre grande los ojos y me mira con sorpresa. No sé si le desagrada que le h
—Li, ¿vas a hablar? —me pregunta Tania entrando en la oficina que alguna vez fue de mi padre.—Claro —respondo y me levanto al igual que lo hace Zack. Tenemos tiempo para hablar de negocios, hoy estamos aquí para conmemorar la memoria de mi padre.Una vez que llegamos al salón, donde todos nuestros amigos y familiares se encuentran, me paro detrás de la foto de mi progenitor.—Mi padre fue un hombre increíble, desde mucho antes de que yo naciera. Él, prácticamente crio a mi padrastro. Le dio un techo donde sentirse seguro e incluso apoyó a su esposa cuando vino al mundo Clara, la mayor de sus hijas. Sabiendo perfectamente que no era su obligación, ya que ella no era su hija biológica. Aun así, les dio a ambos un cariño que él mismo no había conocido por parte de sus padres. Ese era Lisandro Cuartuco. Sin embargo, muchas cosas ocurrieron que lo llevaron a tener que irse del lado de su familia para protegernos a todos. Yo nací el día que él arriesgó su vida para salvar a mi madre —digo
—¿Por qué no me dijiste la verdad? —le pregunto a Amanda ni bien entra a mi oficina.—Sabes que no estabas listo aún —me indica.—Tres años —respondo.—Tres años en los que no dejas de trabajar, solo lo haces para pasar tiempo con los niños. Si hubieras asistido a alguna de las fiestas la habrías conocido ahí —me reclama, no puedo creer que esté escuchando eso.—Es que no me interesa conocerla. Nadie va a reemplazar a Kiara ni por más parecida que sea a ella —le aseguro.—Li, no voy a decirte que hacer. Pero entiende que ella también ha sufrido, metida en esa maldita máquina como lo hizo Nino en su momento —me recuerda mi hermana.—Solo avísame cuando ella esté en casa, así no me aparezco por aquí, no quiero verla —le ordeno y le pido que se vaya. Necesito terminar le trabajo para poder ir a la academia y pasar algo de tiempo con mis hijas mayores.Una vez que termino de firmar documentos llamo a Alma, ella ha viajado con su esposo y su hijo y ahora viven en Nueva York. Extraño verla,
A la mañana siguiente averiguo los horarios de Ala y después de saber que no estará en cada de los Stephen Son me dirijo con los documentos que necesito que Andrew me firme. Ya que dividirá sus bienes en sus hijos y se retirará junto a su esposa a una nueva isla que hemos construido, en la cual solo pueden ir los exlíderes de la organización, a descansar, como si fuera un lugar de retiro.—Señor Li, qué sorpresa —dice Ala cuando entro. ¿No se supone que debía estar en la academia?—Estoy buscando a tu padre —le indico y ella le pide al personal que vaya por Andrew.—Siéntese —me invita, pero permanezco de pie—. Justo me estaba yendo, pero le haré compañía hasta que papá venga.—No es necesario —insisto.—En realidad me gustaría que nos lleváramos bien. Usted me agrada, supongo que en eso Kiara y yo nos parecemos —dice y mi rostro se tensa.—No te compares con ella. Tú no eres… —digo y me detengo.—Sé que le molesta que mi clon y yo nos parezcamos tanto, y no pretendo robar su lugar en
Regreso a la villa de los Li, a mi casa, con una sensación que me perturba. Estoy decepcionado de mí, sobre todo porque sé que Ala está confundida y aun su mente no corresponde a su edad. Sin embargo, fue como tener a Kiara de nuevo frente a mí. Aunque una mucho más joven y atrevida. Aun así, debo mantenerme lejos de ella. Por lo que acepto la invitación a varias fiestas en el extranjero donde estaré haciendo negocios.Lucio viene conmigo, no dejaré al pequeño solo con Tania. Ella necesita ocuparse de su vida, me ha ayudado demasiado durante este tiempo. Nunca pensé que la falta de mi padre la afectara tanto, ya que aún es joven y podría estar con alguien más si lo deseara. Muchos hombres en la organización la pretenden en secreto, porque por respeto a mi padre ninguno se atrevería a acercarse demasiado a ella sin su consentimiento y mi autorización.—Me alegro de que al fin vayas a ocupar tu sitio en la organización —me dice mi cuñado.—Quería hablarte sobre algo —digo mientras recoj
—Señor Li, sé que podría asesinarme si lo deseara, incluso hacer que desaparezca. Aun así, es una de las cosas que me gustan de usted. Aunque me grite como recién, mi cuerpo me obliga a estar cerca de usted —dice y se cuelga de mí.Estoy por apartarle los brazos cuando me besa y siento cómo me estremezco. Maldición, ella es capaz de doblegarme. Su lengua y la mía se masajean, quiero devorarla, quiero hacerla mía…—Apártate —pido con la poca fuerza de voluntad que tengo.Ella no es Kiara…No lo es…Nunca lo será…Debo repetirme eso una y otra vez para poder controlarme.—Usted también lo siente… —me reclama ella.—Solo porque te pareces a ella —espeto.—No me importa, úseme si lo desea —dice y vuelve a besarme.Mientras nuestros labios se encuentran, una oleada de confusión me envuelve. Cada fibra de mi ser reconoce la textura, el sabor y el calor familiar de esos besos; mi mente se aferra desesperadamente a la idea de que es Kiara quien está en mis brazos. Sin embargo, una punzada en