CUATRO MESES DESPUÉSNada era más incomodo para Hugo que estar en la misma sala que Felipe y sabía que él se sentía igual. Hugo caminaba de un lado a otro intentando aflojarse la corbata mientras que esperaban a los demás accionistas para la reunión de negocios que habían organizado para aquella tarde.–No hay nada que odies más que una corbata. –Murmuró Felipe mirando a Hugo por el rabillo de ojo y él dejó de caminar para mirarlo.–¡Porque esto parece un collar para perros! –Afirmó Hugo poniendo los ojos en blanco y Felipe abrió la boca para decir algo, pero después la cerró dudando si debía o no tocar el tema con Hugo. –¿Hay algo que quieras decir? –Preguntó mirando a Felipe con curiosidad, lo conocía bastante bien y sabía que quería preguntar o decir algo.–¿Has encontrado alguna pista de dónde puedan estar? –Preguntó Felipe con nerviosismo, porque todavía le costaba tocar el tema y Hugo negó con la cabeza, le hubiera gustado echarle algo en cara, pero sabía que Felipe también habí
Un año después.Vigo, Galicia.Abraham salió al jardín dónde Kelly y Julia estaban jugando alegremente con sus bebés y sonrió al verlas, finalmente después de tanto sufrimiento las chicas habían encontrado la felicidad. Julia se preparaba cada día para ocupar su lugar en la nobleza española y Kelly había comenzado su popio negocio. Cada una había encontrado un objetivo para sus vidas y desmostraban cada día que eran grandes mujeres, destinadas a realizar grandes cosas. Él las miraba embelesado fijándose bien en los niños que eran físicamente opuestos a sus madres. Zoe con unos mechones castaños oscuros que eran del mismo color de sus ojos y Iker, rubio con los ojos verdes y su marquita en el brazo. Abraham sabía que eran verdaderas copias de sus padres, pero no le importaba, sobre todo cuando se trataba de Iker, él sentía de cierta forma que el niño también era un poco suyo. Entonces se acercó a las mamás y se quejó cuando vio lo que Iker tenía en sus manos.–¿El conejito todavía no
En Madrid Abraham, Alonso y Elena, estaban sentados en la mesa de un bar de la periferia esperando a un conocido de Abraham que les entregaría toda la información que necesitaban sobre Tony. –¡Félix! –Exclamó Abraham poniéndose de pie para saludar a su excompañero del ejército y el hombre lo abrazó, después le dio un abrazo a Alonso y saludó a Elena de lejos porque sabía que al igual que era muy hermosa, también era una fiera. – ¿Has encontrado algo que pueda utilizar contra ese cabrón? –¡Vamos a sentarnos y tomar unas cervezas mientras que os explico un poco la situación! –Habló Félix llamando al camarero y cuando ya tenían las cervezas comenzó a hablar. – Investigué un poco sobre el tal Tony, y por supuesto tenías razón, tiene antecedentes. –Afirmó y Abraham hizo una mueca de asco. –Lo sabía, este tipo de gente siempre actúa más de una vez. –Respondió Abraham asqueado. –¿Qué tienes contra él? –Varias denuncias por acoso sexual, intento de violación, violación y hasta maltrato, mu
Adriana intentó retroceder y salir del departamento, pero Eros la alcanzó y la acorraló contra la pared.–¿Se puede saber quién te ha dado permiso para salir de Galicia? –Preguntó Eros enojado a escasos centímetros del rostro de la chica, que pudo sentir el calor de su aliento y la tensión de sus muscúlos.–¿Dónde está Felipe? ¿Él te aviso que estaba aquí verdad? – Preguntó Adriana levantando la barbilla en modo de desafío.–Minutos después de que te escaparás de la casa fui avisado por uno de tus guardaespaldas Adriana y Felipe me avisó que estabas en su casa porque ha tenido que viajar a Dubái y no podría estar aquí para cuidarte. –Afirmó Adriano pegando su cuerpo todavía más al de la chica. –¡¡¡Sé que Alonso está en Madrid y cómo me entere de que estabas con él...–¡¡¿Qué?!!¿Vas a volver a romperme las bragas para abrirme las piernas y averiguar si todavía sigo siendo virgen?–Vociferó Adriana recordando el episodio en la casa de Alonso.–¿Debería? –Preguntó Eros golpeando la pared.
En la fiesta todos querían acercarse a Julia, conocerla y hablar con la nieta de la Duquesa de Lugo, que era una de las mujeres más importantes de la sociedad española. Julia recibía toda la atención como si fuera una verdadera princesa, se sentía bien y pensó que tendría una noche tranquila, pero un Bugatti que aparcó en la entrada del Palacio del Pardo demostraba que esa noche estaría muy lejos de ser tranquila.Hugo entró al palacio vestido elegantemente con un traje de diseñador, pero no se sentía cómodo por más que lo trataran bien, sabía que en aquel lugar lo único que importaba era la sangre y él solo era un barriobajero.Cuando entró a la fiesta acaparó la mirada de la mayoría de las mujeres y se maldijo a sí mismo por haberse metido en cualquier agujero que se le había cruzado por delante, porque en aquella fiesta había unas cuantas de sus examantes, que habían hecho lo imposible por mantener la relación que tenían con él oculta. Hugo pensó que era normal, él no era suficient
–¿Me estás diciendo que Hugo…que él las…? –Tartamudeó Julia nerviosa y Abraham se giró para mirar el jardín.–No me gusta la idea de poner las manos en el fuego por nadie, pero hay algo en todo esto que me hace dudar de la culpabilidad de Torres. –Contestó Abraham y Julia lo miró con curiosidad y él continuó. – Las dos chicas tienen algo en común contigo Julia.–¿Y qué es Abraham? ¿Hugo?–No, lo que tenéis en común es la misma persona en la escena del crimen. –Contestó Abraham y se giró para mirarla a los ojos. –Tony Pujols.–¿Qué quieres decir Abraham, no entiendo?–Esta información no salió en el juicio de Hugo Torres, pero las dos chicas fueron violadas en distintas ocasiones y lugares, pero su testimonio coincide en una cosa. Ambas despertaron en una cama desnudas, sin recordar nada y se encontraron con la misma persona que se ofreció a ayudarlas, diciendo que las habían violado Hugo Torres y también las animó a denunciarlo públicamente, pero el nombre de esa persona que las ayudó
–¿Entonces usted se hará cargo de contratar la nueva empresa que se encargará de la limpieza del hotel de Málaga? –Preguntó Jessica la secretaria de Felipe, casi corriendo detrás de él intentando apuntar todo lo que le iba diciendo Felipe.–Así es Jess, tenemos una empresa subcontratada en ese hotel y la estuve investigando, tienen mujeres extranjeras trabajando para ellos en muy malas condiciones y esto es algo que no pienso tolerar. –Contestó Felipe disgustado, porque después de haber conocido a Kelly entendió que había personas que se aprovechaban de mujeres como ella, que estaban vulnerables necesitando un trabajo. –Ya los he denunciado y ahora quiero otra empresa que si es posible contrate a estas mujeres que se quedarán sin trabajo cuando empiecen a investigar su empresa.–¡Escuché hablar de una hace un par de meses señor! –Afirmó la chica y Felipe la miró con curiosidad sin dejar de caminar. – Es una empresa nueva, pero dicen que son muy eficientes y que la CEO es muy justa con
El desespero de Julia en aquel momento afectó a todos los que estaban a su lado. Ver a Hugo caer en el medio del campo de fútbol la desestabilizó, dejándola con el corazón en la mano. Julia ya había vivido una situación parecida cuando él se había lesionado en Alemania, pero aquello era mil veces peor, por unos minutos pensó que podría llegar perderlo. Julia asistió por la televisión cómo la asistencia médica se lo llevaba del césped para seguir atendiéndolo, los jugadores abandonando el campo de fútbol en solidaridad a Hugo y el narrador anunciando que el partido quedaba suspendido por una emergencia médica, todo lo que había visto la dejó aterrada.Entonces Julia pensó en Iker, en que ella no había permitido que Hugo cargará a su hijo en brazos y se llevó las manos a la boca para ahogar un sollozo mientras que Abraham se acercaba a ella para consolarla junto con María Eugenia.–¡¡Tranquila Julia, debes estar tranquila!!–Pedía Abraham abrazándola, pero Julia estaba angustiada y no p