Julia se presentó a la gala vestida como una verdadera princesa, cargando en su cuello una de las joyas más conocidas del planeta y no tardó en acaparar todas las atenciones. Los periodistas y fotógrafos la rodeaban con sus cámaras haciendo mil preguntas, que Felipe ya había ensayado con ella, para que supiera contestar a cada una sin sentirse agobiada.La pregunta principal era sobre la fecha de su boda con Hugo, que la pareja todavía no había elegido. Julia posó para las fotos con El Diamante Tiffany tal y cómo Bea le había enseñado. Después entró a la gala donde fue muy bien recibida por Esther Palacios, que se dedicó a presentarla a todos sus invitados más importantes.–¿Así que eres profesora? –Preguntó Esther maravillada y Julia asintió mientras caminaban por el salón de eventos, acompañadas por otras tres señoras.–Sí, pero no puedo ejercer mi profesión todavía, cuando tenga toda mi situación en España arreglada espero poder dedicarme a ello. –Respondió Julia con una sonrisa.–
Tony estaba preparado para quitarle las bragas a Julia cuando la puerta de la habitación se abrió de repente sobresaltándolo y Camille miró a Adela asustada. La chica estaba lista para explicarle lo que estaba pasando allí y que tuvo que ayudar a Tony en contra de su voluntad cuando Adela habló primero.–¡¡¡¿Se puede saber que está haciendo está aquí?!!!–Exclamó Adela furiosa mirando a Camille, que no tardó en darse cuenta de que la periodista estaba involucrada en los planes de Tony.–Necesitaba ayuda para drogar a la niñita, o esperabas que le dijera “Ven aquí Julita y toma un caramelito” –Espetó apartándose de Julia suspirando con fastidio.–¡Me tienes que avisar con antelación cuando quieras involucrar a alguien más estúpido! Si somos muchos nos atrapan con facilidad, porque siempre habrá alguno que suelte la lengua. –Vociferó Adela caminado hasta el enorme ventanal de la habitación para abrir las cortinas y miró a Camille con indiferencia cuando pasó por ella.–Tranquila que yo
–Lo siento Hugo, de verdad que no sé lo que ha pasado, te juro que no recuerdo como he perdido el anillo. –Se disculpó Julia llorando sentada en la cama mientras que Hugo estaba arrodillado delante de ella intentando consolarla.–Bebé por favor no llores, no quiero verte llorar mi amor. Sé que no lo has perdido a propósito. –Suspiró Hugo acariciando las manos de Julia que levantó la cabeza para mirarlo haciendo un puchero.–Es que…es que…seguramente…te habrá costado una …fortuna y yo lo …lo he perdido. –Balbuceaba Julia mientras lloraba y Hugo agarró su rostro para que lo mirará a los ojos.–¡Y sería capaz de pagar esa misma fortuna para no volver a ver estos ojitos tristes! De verdad mi amor, son cosas que pasan. –La consoló Hugo dándole un beso suave en los labios y Julia asintió limpiándose las lágrimas.–Es que no recuerdo nada de esa noche Hugo, y eso me parece muy extraño. –Murmuró ella mirando algún punto fijo en el suelo y Hugo sonrió con ternura mirándola.– Hernán me ha con
DOS MESES DESPUÉS.Julia estaba en el hotel de Manchester con Hugo después de asistir al partido, la pareja decidió aprovechar las últimas horas que tenían para estar juntos antes de volver a separarse.Julia estaba completamente desnuda en la cama del hotel acostada con Hugo, que tenía la cabeza apoyada sobre su vientre, manteniendo una conversación con su supuesto bebé en camino.–Hola conejito, papi sabe que estás ahí, estoy segurísimo de que ahora estarás durmiendo bien calentito en la barriguita de mami. –Susurró Hugo sobre el vientre de Julia, que se tapaba la boca con la mano aguantándose las ganas de reírse. –Papá estaría más seguro si mamá aceptará hacerse una prueba de embarazo, pero dice que es muy pronto todavía.–Es que así evitamos una decepción si no estoy embarazada mi vida…–Julia se calló cuando Hugo se llevó el dedo índice a la boca pidiendo silencio y tapando su vientre con la otra mano como si estuviera intentando protegerlo.–No transmitas tus negatividades al con
Julia estaba terminando de vestirse para ir a la Fundación cuando se detuvo delante del enorme espejo de su habitación mirando su vientre y deslizó la mano sobre él preguntándose si ya estaría esperando a su “conejito”, como lo llamaba Hugo.–¡¿¡Dime por el amor de Dios que Hugo no ha cometido la estupidez de preñarte?!!–Exclamó Adara desde la puerta de la habitación y Julia se giró con brusquedad encontrándose con la mirada fulminante de su suegra.Adara había decidido ver a Julia por última vez para ser la primera en humillarla antes de que explotará la bomba mientras que Adela visitaba a Felipe.–¿Qué estás haciendo en mi casa? –Preguntó Julia disgustada apartándose del espejo.–¡¡¡¿TÚ CASA?!!!–Se escandalizó Adara. –¡Eres una zorra descarada y aprovechada!¡¡Esta es la casa de mi hijo!! –Exclamó levantando la cabeza con soberbia.–La casa de mi futuro marido también es mía, y tengo entendido que no tienes permiso para estar aquí. Hugo no te quiere cerca de nosotros y yo tampoco.–¡
Felipe llegó al hospital más cercano a la casa de Hugo donde Hernán le había indicado que estaba Julia. Preguntó en la recepción por la chica y se presentó como su abogado, afirmando que la chica no tenía a nadie más en el país, que él era su único contacto.Él médico que atendió a Julia le explicó a Felipe que ella estaría bien, pero que debería pasar la noche en el hospital y esperar a los resultados de las pruebas que le había hecho. Después él médico lo acompañó hasta la habitación donde estaba la chica y Felipe se quedó pensativo un minuto entero en la puerta antes de entrar, pero estaba decidido a acabar con aquella farsa, entonces entró.Cuando Julia vio a Felipe se alegró porque había llegado al hospital sin su teléfono móvil apenas con la ropa que llevaba puesta y Hernán había desaparecido dejándola sola, lo que no sabía ella es que lo había hecho por órdenes de Felipe.–Felipe, tienes que avisar a Hugo…Adara me ha empujado por las escaleras …y yo…–¡Me parece poco comparado
Kelly miraba alrededor aterrorizada, llorando desconsoladamente. Ella intentaba taparse lo máximo que podía con la camisa que llevaba puesta y por suerte Felipe era muchísimo más grande que ella, entonces la camisa le quedaba como si fuera un vestido. Hacía mucho frío y comenzaba a temblar, pero no sabía si era por aire congelante de la noche o por los nervios que la dominaban por estar en un lugar tan peligroso. No entendía como Felipe podía llegar a ser tan cruel y más le dolía le idea de saber que se había enamorado de una persona que era capaz de herir a otra de esa manera. Kelly sintió que su corazón se hacía añicos al darse cuenta de que el hombre que había intentado violarla una vez, era el verdadero Felipe y había sido tan tonta de perdonarlo para que volviera a hacerla daño sin piedad, sin pensarlo dos veces. Kelly estaba tan perdida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que alguien se acercaba a ella, hasta que una mano tocó su hombro sobresaltándola. –¡¡Tranquila c
Felipe llegó a la mansión de Hugo dispuesto a aprovechar su ausencia para sacar todo lo que había de Julia de su casa, pero cuando entró escuchó el sonido del televisor encendido y se fue directo al salón.Felipe se quedó aturdido cuando vio a Diego caminando de un lado a otro por el salón con las manos en la cabeza y en ese momento la imagen de Hugo sentado en el sillón inclinado hacia adelante, apoyando los codos sobre las rodillas y sujetando el mando del televisor como si quisiera romperlo llamó su atención y Hugo giró la cabeza bruscamente para ver a su amigo.Felipe vio que Hugo tenía los ojos rojos y el rostro desencajado por la rabia y la indignación. Estaban viendo las noticias donde comenzaban a exponer las imágenes de Julia en un antro de Buenos Aires mientras que la periodista decía que la futura esposa del mejor jugador de fútbol del planeta, había sido una prostituta.–¿Dónde está mi mujer Felipe? –Preguntó Hugo mirándolo directamente a los ojos y Felipe tragó en seco po