La voz de Luna resonó a través del teléfono, con un toque de alivio.—En realidad, he tenido esa idea, pero ya incumplí un contrato una vez, y no sé quién sería el alma caritativa que me ayudaría a saldar otra deuda.—¡Diego! —Juliana dijo sin pensarlo.Luna rió a carcajadas en respuesta y, después
La noticia también llegó a Luzmarina.Después de enterarse de la noticia, Antonia finalmente disipó la nube oscura causada por la lesión de Ánsar y comenzó a ocuparse de los preparativos para la boda de Diego mientras Ánsar se recuperaba.Las cosas buenas llegan en parejas. Desde que la relación mad
—Feliciana, cuando volviste esta vez, ¿alguien de los Torres te buscó?La mención de los Torres hizo que Juliana se sintiera un poco aturdida. Negó con la cabeza y respondió:—No, para nada.Desde que Emiliano fue dado de alta, no ha tenido contacto alguno con él. La última vez que prestó atención a
—Está lloviendo. ¿Por qué te quedas ahí parada? ¿No temes resfriarte?La voz cálida de un hombre se escuchó detrás, interrumpiendo la charla de las hermanas, pero no era Diego.Casi por instinto, Juliana giró la cabeza al escuchar la voz y se encontró con un hombre vestido con un traje oscuro, soste
Estas palabras fueron como echar más leña al fuego en el corazón de Diego. Le lanzó una mirada feroz a Rafael y se fue dando zancadas.—¿Quién es tu hermano? No te hagas relaciones, lárgate.Con estas palabras, se adelantó, dejando atrás a las tres personas. Luna golpeó la espalda de Juliana y le la
Todo lo que hizo fue para poder sobrevivir a las duras realidades.Toleró las injurias, y se hizo todos los esfuerzos para conseguir lo que tenía ahora, pero el mundo dijo que era ingrato y cruel.¡Qué ridículo! ¡Qué pobre!A ella no le asustaba que un hombre fuera bueno en trucos. Mientras que no h
Se despertó Emiliano después de dos horas.Estaba atrapado en una fantasía y, con la ayuda del Dr. Lorenzo, por fin se calmó y tuvo un buen sueño.En el sueño, Camila no apareció, y Juliana aún era la hija mimada de la familia Garza, que estaba feliz cada día.Le gustaba que sonriera.Así que no que
«¿Regalo?»«Se refiere al secuestro?»Si no estuviera en desventaja, Juliana sólo querría ponerle los ojos en blanco.Pero en ese momento, tenía que controlarle las emociones.Las manos, atadas al respaldo de la silla, le dolían un poco. Movió las muñecas, en voz ronca.—¿Es eso lo que me estás haci