La lógica de Juliana tenía sentido.Durante los días del accidente, la familia Román y Laura no habían tenido mucha interacción, ni siquiera se habían visto. ¿Por qué Laura querría causarle problemas?Además, incluso si Laura guardaba rencor por algo relacionado con la familia, no parecía probable q
Después de la voz sollozante y aguda de Cayetana, siguió un silencio sepulcral.Aunque Juliana discrepaba con las palabras de Cayetana, había otros mayores en la mesa y no era su lugar expresar su opinión.Era cierto que los ancianos de la familia Lago habían mostrado más preocupación por ella y su
Las expresiones de todos cambiaron drásticamente mientras corrían hacia el abuelo. La mesa estaba en caos. La principal instigadora estaba parada en su lugar sin saber qué hacer. Pero en ese momento, nadie le prestaba atención.Renata, con lágrimas en los ojos, trazó una cruz en su pecho mientras ur
—No es eso, abuelita, yo tampoco quiero...Cayetana trató de explicar una y otra vez. Renata en este momento no tenía la mente para escuchar sus explicaciones. También entendió que si una persona no funciona, no importa cuánto tiempo la hayas criado desde pequeña, no la conocerás bien.Honestamente,
Honestamente, en su corazón no quería dividir la herencia.Los Lago no tenían esa costumbre, y su familia tampoco tenía la tradición de repartir la herencia.Antes, todos vivían juntos como una familia, trabajando duro para llevar una buena vida. No existía la situación actual.En la cena de esta no
—Te llamé esta noche porque quería aclararte algunas cosas. Mariano giró lentamente su mirada hacia ella, manteniendo una sonrisa en su rostro y una expresión amigable en sus ojos, mostrando cierta tolerancia hacia su sobrina. Sin embargo, lamentablemente, sus palabras eran un tanto frías.—Siguien
Camilo lo miró con el ceño fruncido.—No lo siento así.Lo que él quería, ya lo tenía; lo que no quería, definitivamente no lo había hecho. Mudarse y vivir solo, aunque fue por Laura, le proporcionaba suficiente libertad y comodidad, no se sentía agraviado.Durante más de veinte años, había seguido
Gabriel lo miró y no dijo nada.Benedicto continuó hablando, como si estuviera dando una explicación.— No me gusta esa mujer, Laura. La razón por la que me mudé de los Lago también tiene que ver con ella. Lo que hablaban sobre ella en la mesa, yo lo escuché. Quizás, primo, no lo sepas, pero mis sen