—El Dr. Alonso no accedió a tratar a mi mamá. Como ya no tengo asuntos pendientes aquí y mis papás me extrañan mucho, quiero regresar pronto.Juliana habló con calma al mencionarlo, simplemente explicándole a Ernesto su situación actual.Ernesto pensó que el Dr. Alonso había rechazado directamente l
—Había un cliente que decía que este platillo no estaba auténtico, pero la señorita Silva tenía una opinión completamente opuesta sobre él. Pero ya sabes, cada quien tiene su propia definición de sabores, así que es normal tener opiniones diferentes. Vamos a comer.Juliana explicó brevemente la situ
Juliana se volteó y alzó la mirada para encontrarse con ese rostro familiar.Esos ojos la miraban con ira, como si estar junto a Rafael fuera un pecado imperdonable.Ya no le gustaba Diego, ¿así que ahora buscaba nuevos objetivos de conquista?El estado de ánimo alegre de Juliana se desvaneció por c
—¿Qué quieres decir?Juliana, originalmente enfadada, se calmó al escuchar la disculpa de Emiliano.¡Juliana no esperaba que Emiliano se disculpara con ella!Emiliano no sabía qué pasaba por su mente en ese momento, solo notó que la muñeca que tenía agarrada mostraba un leve tono rojo. Relajó un poc
—¡Ella no es mi esposa!Casi sin pensarlo, Emiliano soltó esas palabras mirando seriamente a Juliana: —Aún no estamos casados, ella no es mi esposa.Juliana quería contradecirlo, ya que habían divorciado, así que ya no podía llamarse a sí misma Señora Torres.Pero pensó que no tenía sentido decir es
En aquel tiempo, todos la veían como una huérfana sin padres, y consideraba que casarse con Emiliano era una gran suerte, incluso ella misma lo pensaba así. ¿Cómo se atrevería a quejarse de algo?En la familia Garza, Camila creía que Juliana le robó la vida. Juliana se llevó al esposo que debería ha
En el interior del coche, Juliana también fue testigo de esa escena.Al ver que el imponente cuerpo de Emiliano dio un traspié, se sorprendió de inmediato. Preocupada, volvió la mirada hacia Emiliano, casi instintivamente con la intención de abrir la puerta y comprobar qué le pasaba.Sin embargo, al
—¿Qué están haciendo ustedes dos?Emiliano entró a paso firme, notando de inmediato la hinchazón en la comisura de los labios de Sergio y la chaqueta desordenada de Rafael a su lado.Con solo una mirada, pudo adivinar que los dos hermanos habían tenido algún desacuerdo.Aunque no sabía por qué estab